Había expectación en el escenario ‘Rock Tent’ por ver a los maestros suecos del epic doom metal Candlemass, quienes desde el año pasado han recuperado a su cantante original, Johan Längqvist, la voz del debut Epicus Doomicus Metallicus. El pasado mes de febrero editaron su último lanzamiento, The Door To Doom, reactivando su carrera a todos los niveles.
Una de las primeras dudas quedó rápidamente despejada. Muchos seguidores querían comprobar el estado de un Johan Längqvist, que sorprendió para bien tanto por su voz como por el manejo de la actuación. Los nórdicos encontraron rápidamente la colaboración de una audiencia que agradeció la tormenta doom con un constante headbanging. Hoy en día que las audiencias transitan entre el estatismo y los circle pits, llamaba poderosamente la atención ver a centenares de fans sacudiendo sus cabezas como en los viejos tiempos.
El repertorio de los suecos estuvo dominado por el material de sus dos primeros discos; Epicus Doomicus Metallicus y Nightfall; y por el del reciente The Door To Doom. Pero también hubo excepciones como Mirror Mirror del Ancient Dreams. Las guitarras de Lars Johansson y Mats ‘Mappe’ Björkman se fundían con la sección rítmica de Leif Edling y Jan Lindh fraguando toda una lección de metal.
Remataron su actuación enlazando A Socerer’s Pledge, Black Trinity y Solitude dejando una gran sensación entre los fans de Candlemass, que habían llenado la carpa para ver a una banda que ha recuperado sus raíces pero que no quiere mirar exclusivamente al pasado.
