Def Leppard pusieron anoche su clase y toda una rúbrica a Rock Fest Barcelona 2019. Una edición que pasará a la historia por haber sido la más larga (cuatro jornadas) y por haber mantenido un gran poder de convocatoria a pesar de no contar con grupos de masas en su cartel. Sin embargo, son miles los aficionados que confían en un festival que promueve las bandas que han hecho grandes el hard rock y el heavy metal en sus diferentes variantes en las últimas cinco décadas.
Amparados en buena parte de sus clásicos, los de Sheffield llegaron a Can Zam en el último concierto de su gira europea. “Hace 42 años tuvimos un sueño y todavía lo estamos cumpliendo ante tanta gente en Barcelona”, espetó el vocalista Joe Elliott. Su actuación de hora y media fue todo un espectáculo de luz y sonido en la que dieron prevalencia a tres obras cruciales en su discografía: High ‘N’ Dry, Pyromania e Hysteria.
Avalados por las extraordinarias guitarras de Phil Collen y Vivian Campbell y por la sección rítmica de Rick Savage y Rick Allen, Def Leppard con Joe Elliott al frente lograron el clímax de la cuarta y última jornada de Rock Fest Barcelona.
La noche de Santa Coloma de Gramenet la inauguró Dee Snider, que llegaba por quinta vez a Can Zam; tres al frente de Twisted Sister y ya dos en solitario. Acompañado por músicos jóvenes, el americano dio toco un recital de entrega, no se olvidó del clásico ‘Huevos con Aceite’ y hasta sacó tiempo para realizar una versión del Highway To Hell de AC/DC.
También de noche salieron Europe, quienes alternaron canciones más recientes con sus clásicos populares de los ochenta. Una vez más dejaron todo el peso de la actuación en un Joey Tempest que se entregó al máximo. Los conciertos de Dee Snider y Europe estuvieron bañados por una ligera lluvia que no llegó ni a parecerse a la tormenta que cayó el día anterior al comienzo del concierto de Krokus.
La jornada en los escenarios principales comenzó con Big Mouthers y con un Michael Monroe que no dejó títere con cabeza. Se mezcló con los fans, se tiró al suelo, volvió locos a los técnicos que se encargaban de controlar el cable de su micro y se subió por un lateral hasta casi lo más alto del escenario dejando atónitos a los espectadores. El ex Hanoi Rocks enganchó hasta a quienes no le conocían.
Therion llevaron su particular concepto operístico hasta Rock Fest Barcelona. Destacaron por el juego de tres voces; Thomas Vikström y dos cantantes femeninas. Sonata Arctica, que salieron detrás de los suecos, mantuvieron ese ritmo a medio tiempo que viene caracterizando sus últimos discos siempre bajo la batuta del cantante Tony Kakko.
Una de las sorpresas del festival ha sido la inclusión de Sebastian Bach, que llegó a Can Zam con el firme propósito de recrear su legado de Skid Row. Puso empeño, habló en catalán leyendo un papel que tenía sobre el escenario y se mostró muy activo aunque diste de su mejor forma. En 2019 se cumplen treinta años del debut de Skid Row, como recordó Bach ayer en Barcelona.
Mientras Children Of Bodom tocaban en uno de los escenarios principales, FM dieron un recital de hard rock melódico en el escenario ‘Rock Tent’ enganchando claramente a un público bastante numeroso que prácticamente llenaba la carpa.
El thrash metal estuvo ayer representado por Testament con la colosal figura del vocalista Chuck Billy. No dieron tregua en una gran descarga de una banda en la que destacan todas las individualidades. Dream Theater, por su parte, presentaron su último trabajo, Distance Over Time, en pleno alarde de un virtuosismo que emocionó a sus fans y que descolocó a los que asistían a su concierto sin un conocimiento en profundidad de la banda americana.
Europe
Dee Snider
Dream Theater
Testament
FM
Sebastian Bach
Sonata Arctica
Therion
Michael Monroe
