La familia de Motörhead y estrellas del rock despiden a Lemmy Kilmister en un emotivo funeral en Los Ángeles

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La gran familia de Motörhead se unió ayer en Los Ángeles para celebrar un emotivo funeral no religioso en memoria de Ian Fraser ‘Lemmy’ Kilmister, uno de los mayores iconos del rock, fallecido el pasado 28 de diciembre a consecuencia de un cáncer fulminante. Miembros de la familia, el batería Mikkey Dee, el equipo técnico de la banda, promotores, agentes, amigos y grandes estrellas de la música se reunieron para dar el último adiós a Lemmy Kilmister. El canal oficial de Motörhead en YouTube retransmitió el funeral en directo para que “los fans de todo el mundo pudiesen celebrar la vida de Lemmy”.

La ceremonia fue conducida por el manager de Motörhead, Todd Singerman, y duró más de dos horas. Además de la primera intervención del hijo de Lemmy, Paul Inder, destacaron las alocuciones de Matt Sorum (Guns N’ Roses, Velvet Revolver), Slash (Guns N’ Roses, Velvet Revolver), Rob Halford (Judas Priest), Scott Ian (Anthrax), Robert Trujillo y Lars Ulrich (Metallica) o Dave Grohl (Foo Fighters), entre otros.

El templo estaba engalanado con infinidad de flores y coronas, que rodeaban a los enseres reconocibles de Lemmy; las botas, el sombrero, fotografías, los amplificadores y hasta su propio bajo.

Paul Inder fue el primero en hablar, manteniendo la compostura en todo momento. Se refirió a su padre como alguien que “no se quejaba nunca. No era su estilo. Nada podía pararle” y lo calificó como “guerrero del escenario”. Destacó que era “auténtico, era Lemmy todo el tiempo. No tenía que actuar ni cambiarse la ropa para salir a tocar”.

El hijo de Lemmy subrayó la calidad del último disco de Motörhead, Bad Magic, a pesar de la fragilidad que ya mostraba su padre y agradeció a Cameron Webb, el productor, su ayuda para conseguir “un fantástico último álbum” de la banda. Asimismo, recordó el sentido del humor de su padre, su profundo conocimiento de la historia, y le llegó a catalogar como “filósofo” y un “verdadero caballero”.

Paul Inder aseguró que Lemmy “no fue un padre convencional”, le tildó de “espíritu libre” y apostilló que le conoció cuando tenía seis años. Contó algunas anécdotas divertidas relacionadas con su madre y terminó resaltando que “Lemmy es mi padre y siempre lo será. Eres perfecto. Te quiero más que la vida, nunca te olvidaré”.

Después de Inder fue el turno para el batería de Motörhead, Mikkey Dee, quien disculpó a su compañero Phil Campbell, el guitarrista, que no pudo asistir. Dee comentó que los miembros de la banda eran como la familia de Lemmy y recordó cómo hace tres años estuvieron hablando sobre la vida. Kilmister le confesó que no se arrepentía de nada y que “había vivido una vida perfecta, girando y entreteniendo a la gente”.

Mikkey Dee definió como “un honor y un privilegio” haber aprendido infinidad de cosas de Lemmy en 25 años de carrera. “Echo de menos las discusiones, el trabajo duro en el estudio y en las giras, siempre le echaré de menos”. El batería sueco pidió a la gente que no llorara y que brindara por su “hermano y amigo”. Se despidió aconsejándole a Lemmy que se lo tome con calma en el otro lado y dijo que quizás ya esté componiendo nuevas canciones junto con Phil ‘Philthy Animal’ Taylor (exbatería de Motörhead fallecido el pasado mes de noviembre).

Jim Voxx y Nina C. Alice de la banda germana Skew Siskin recordaron sus encuentros con Lemmy en Alemania y la carta de recomendación que les hizo para que tocaran con Alice Cooper. Slim Jim Phantom, batería de Stray Cats y compañero de Lemmy en The Head Cat, le definió como “un auténtico caballero inglés”. Se acordó de historias que vivió con el líder de Motörhead, aplaudió su apuesta por unificar los estilos de música y aseguró que nunca vio una conducta irrespetuosa de Lemmy.

El batería Matt Sorum (Guns N’ Roses, Velvet Revolver) rememoró cuando tuvo la oportunidad de tocar con Motörhead en una gira. “Mi vida se completó, toqué con Motörhead”, espetó. Apuntó que mucha gente dice que “Lemmy es Dios” y valoró su “integridad, nunca se rendía. Me ofreció algo en lo que creer”.

El guitarrista Slash (Guns N’ Roses, Velvet Revolver) comentó “lo honrado que estoy de ser amigo de Lemmy. Motörhead es una de mis bandas favoritas”. Reconoció que la primera vez que estuvo con él se sintió intimidado, subrayó que “tenía más integridad en un solo dedo que mucha otra gente”. Terminó calificando a Lemmy como “un gran ejemplo en el rock and roll”.

El emblemático vocalista Rob Halford quiso hablar en nombre de Judas Priest y apuntó que “hemos compartido tiempos increíbles con Lemmy. Últimamente sobre todo en Europa y Sudamérica”. Tildó a Kilmister de “inconformista” en el rock and roll, “alguien que lo vivía de acuerdo a sus propios términos”. Expuso que “la música vive para siempre” y recordó una anécdota en un aeropuerto en Sudamérica a altas horas de la madrugada en la que le pidió hacerse un selfie juntos.

Scott Ian de Anthrax compartió la conocida historia de cuando era adolescente y compró el Ace Of Spades, de Motörhead, simplemente por la portada. Lo escuchó durante tres veces consecutivas en el apartamento de su madre preguntándose quienes eran esos “bandidos mexicanos”, en alusión a la indumentaria que lucía el trío británico en la cubierta.

En representación de Metallica, acudieron Robert Trujillo y Lars Ulrich. Trujillo contó una divertida historia de cuando fue a recoger a Lemmy con un flamante coche que no arrancaba. Lars Ulrich, por su parte, protagonizó una de las intervenciones más emotivas al narrar cómo conoció a Lemmy como fan en Dinamarca, cómo le siguió por California cuando era adolescente y cómo Kilmister le acogió “con los brazos abiertos” en el festival de Port Vale cuando todavía era un fan. No se olvidó de cuando pudo estar con sus ídolos en la grabación del disco Iron Fist y terminó asegurando que Lemmy y Motörhead “hicieron que quisiera tocar música y estar en una banda. Fueron un ejemplo, la principal inspiración y la razón primordial de que exista Metallica”.

El último músico en intervenir fue Dave Grohl (Foo Fighters), quien se acabó emocionando después de narrar cómo conoció a Lemmy y de realizarle un sentido homenaje. Terminó brindando por él.

Entre las intervenciones más emotivas destacaron las de parte del equipo técnico de la banda o la representante de la discográfica. Tampoco faltó Scottie, el famoso amigo de Lemmy, Steffan Chirazi… El reportaje fotográfico de la ceremonia lo realizó Pep Bonet.

El acto se despidió con el característico sonido del bajo de Lemmy enchufado al equipo. A partir de entonces los asistentes se dirigieron al Rainbow Bar And Grill en Sunset Strip.

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