Si hay una banda influyente, polémica e incluso maldita en el black metal esa es Mayhem. Los noruegos llevaron a extremos inauditos sus ansias por convertirse en el grupo más irreverente del metal. Quemas de iglesias, el suicidio del vocalista Dead y la muerte del guitarrista Euronymous a manos de su compañero Count Grishnackh (Varg Vikernes, Burzum) llevaron la cruda realidad a límites que ni siquiera alcanzaba su ficción satánica.
Tras la vorágine de despropósitos de los años noventa, la banda se ha ido asentando no sin ciertas dosis de polémica en la escena del black metal noruego durante las dos últimas décadas. Tras la edición de su quinto disco de estudio, Esoteric Warfare (2014), han decidido emprender una gira para conmemorar su debut, De Mysteriis Dom Sathanas, editado en 1994 y considerado como uno de los álbumes de black metal más influyentes de todos los tiempos. La historia maldita de ese disco comenzó en 1987 y culminó siete años más tarde sin que pudieran verlo dos de sus artífices; Dead y Euronymous.
De los Mayhem de 2016 quedan dos componentes que grabaron aquel disco; el vocalista húngaro Attila Csihar y el batería Hellhammer. Además, la banda noruega cuenta con el bajista fundador, Necrobutcher, que durante los noventa abandonó temporalmente la banda siendo precisamente sustituido por Count Grishnackh (Varg Vikernes) en las grabaciones de De Mysteriis Dom Sathanas.
Tras la luz y la melodía de Avantasia llegó la oscuridad con el comienzo del concierto de Mayhem. Un enorme telón con la catedral Nidaros de Trondheim, inmortalizada en la portada del disco, emergía mientras las campanas tañían de forma lúgubre. En mitad del escenario destacaba un altar con una calavera y dos velas.
Los componentes de Mayhem salieron encapuchados como si fueran monjes y comenzaron la descarga con Funeral Fog. Attila Csihar iba completamente enmascarado y se retorcía frente a su altar llegando a chupar la calavera y a actuar como si estuviera poseído.
Los noruegos sonaron atmosféricos, en algunas fases hipnotizantes y densos. La interpretación de De Mysteriis Dom Sathanas fue todo un regalo para los acérrimos de este pilar del black metal, pero fue excesiva para los profanos en la materia. Como si una fuerza oscura se hubiera apoderado de Villena, la temperatura bajó ostensiblemente durante la actuación de unos Mayhem que para bien o para mal no pasaron desapercibidos en la undécima edición de Leyendas Del Rock.
