SKID ROW
DOUBLE CRUSH SYNDROME
Sala Santana 27, Bilbao
25 de mayo de 2018
Y además fue literal. Durante la actuación de Skid Row se desató una impresionante tormenta eléctrica en Bilbao acompañada de un aguacero que sorprendió a los espectadores una vez terminado el concierto. Acababan de presenciar la actuación de la clásica banda de Nueva Jersey encabezada por quien desde el año pasado es su nuevo vocalista fijo; el sudafricano ZP Theart, especialmente conocido por haber sido frontman de los power metaleros británicos Dragonforce.
Por lo general cuando un cantante abandona la banda que le ha reportado la fama y emprende una carrera en solitario no suele conseguir superar a sus excompañeros. Les ha pasado a grandes tótems del heavy metal como Rob Halford o Bruce Dickinson, aunque siempre hay excepciones como la de Ozzy Osbourne en los años ochenta. Cuando Sebastian Bach y Skid Row alejaron sus caminos hace dos décadas rompieron definitivamente la fórmula del éxito que ellos mismos habían gestado. Tanto el cantante como sus antiguos socios han continuado con sus carreras, pero en ninguno de los dos casos han alcanzando ni de lejos los logros que consiguieron juntos.
A día de hoy sigue habiendo muchos fans de Skid Row que consideran que buena parte de su esencia se perdió desde que no está Bach. Durante 16 años Johnny Solinger asumió el micrófono de la banda americana hasta su marcha en 2015. El fugaz paso de Tony Harnell (TNT) dejó nuevamente una vacante que cubrió ZP Theart, primero como cantante para las giras y posteriormente como miembro fijo.
A pesar del ambiente desangelado que sufrieron los teloneros Double Crush Syndrome, la sala Santana 27 se caldeó para recibir a Skid Row, quienes salieron a escena pasadas las nueve y cuarto de la noche al ritmo de Slave To The Grind. Fue en la primera parte de la actuación donde generaron un ritmo muy vivo enlazando temas sin descanso; Sweet Little Sister, Piece Of Me y Livin’ On A Chain Gang.
Lógicamente buena parte de las miradas se centraron en un ZP Theart a quien siempre se le ha encasillado como cantante de power metal. Desde el principio se pudo comprobar que ni puede ni quiere calzarse las botas de Sebastian Bach. Elige de forma acertada aportar su propia personalidad tanto en movimientos como a la hora de cantar defendiendo ambas facetas con solvencia. También es cierto que sus tonos en ocasiones estridentes concitaron una división de opiniones entre los asistentes.
El repertorio era inmejorable, destilaban todos los grandes clásicos de sus dos primeros discos, sin duda la época dorada de Skid Row. Hasta cuatro temas enlazaron de su debut homónimo; Big Guns, la emotiva 18 And Life, Makin’ A Mess y Rattlesnake Shake. Uno de los grandes logros de la banda de Nueva Jersey es que sus cimientos instrumentales siguen en pie desde hace más de tres décadas. La unión de los guitarristas Dave ‘Snake’ Sabo y Scotti Hill, reforzados por el bajo de Rachel Bolan, son la verdadera esencia del sonido Skid Row, como se comprobó anoche en Bilbao. Fue el propio Bolan quien tuvo un recuerdo para una de sus influencias, Ramones, a quienes dedicó la versión de Psycho Therapy, que él mismo cantó.
ZP Theart volvió para liderar Quicksand Jesus en la que realizó su mejor interpretación de la noche. La rúbrica la puso un solo de guitarra de Dave Sabo. El ritmo frenético de la actuación se ralentizó sobremanera con una extendida adaptación de Monkey Business en la que sobresalió una ‘batalla’ de guitarras compartida por Sabo y Hill.
No llegaban a la hora de concierto cuando se retiraron del escenario antes de afrontar unos bises que comenzaron con la coreada I Remember You, que dio paso a We Are The Damned, el único tema relativamente nuevo de la noche. Theart presentó Get The Fuck Out antes de despedirse con el verdadero estandarte de Skid Row; Youth Gone Wild, el himno de toda una generación.
En total alrededor de hora y veinticinco minutos de concierto de unos Skid Row que retrotrajeron a sus fans a la mejor época de una banda que creció de forma meteórica a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, impulsados en buena medida por sus colegas de Bon Jovi. ZP Theart reivindicó su derecho a encabezar esta nueva etapa de la banda americana a pesar de que siempre le acompañará la alargada sombra de Sebastian Bach.
DOUBLE CRUSH SYNDROME
Antes de Skid Row tocaron Double Crush Syndrome, la última aventura del vocalista y guitarrista Andy Brings, todo un veterano la escena alemana. En la primera parte de su carrera ejerció de guitarrista de Sodom a comienzos de los noventa y posteriormente compaginó Powergod con The Traceelords.
Ayer lideró con toda la ilusión del mundo Double Crush Syndrome, una banda que se autodefine como rock ‘n’ roll desde Alemania, y que combina influencias de punk y de metal en temas cortos, directos y fáciles de asimilar; She’s A Pistol, Yeah! Pain!, On Top Of Mount Whateverest o Blood On My Shirt.
Brings no paró de interactuar con los asitentes mezclando muchas palabras en español y hasta agradeció en euskera. Fue curioso cuando se fijó en uno de los aficionados que llevaba una camiseta de Keel. “The Right To Rock” espetó el cantante en alusión a uno de los clásicos discos de la banda americana.
Can’t You Be Like Everyone Else se erigió en uno de sus mejores temas. Brings preguntó a los espectadores a ver si estaban preparados para ver a Skid Row. Él dijo que sí lo estaba al tiempo que mostraba un tatuaje en el que se podía leer ‘Youth Gone Wild’. Brings se refirió a Double Crush Syndrome como una banda sin hits, aunque los espera tener en el futuro. Su apuesta personal fue Die For Rock N’ Roll, que enlazaron con Gimme Everything completando una entretenida actuación de media hora.
SKID ROW SETLIST
Slave To The Grind
Sweet Little Sister
Piece Of Me
Livin’ On A Chain Gang
Big Guns
18 And Life
Makin’ A Mess
Rattlesnake Shake
Pyscho Therapy
Quicksand Jesus
Monkey Business
I Remember You
We Are The Damned
Get The Fuck Out
Youth Gone Wild
SKID ROW
DOUBLE CRUSH SYNDROME
