Accept late el corazón de metal de Zamora

Accept pertenecen a una estirpe que nunca será reemplazada. Otros vienen y vendrán, cosecharán sus éxitos y conseguirán que la rueda siga girando, pero nunca habrá otros Iron Maiden, otros Judas Priest, otros Manowar, otros Motörhead, otro Dio y así un largo etcétera que, por supuesto, incluye a Accept y también a Dirkschneider, la banda nacida de la misma matriz.

Anoche Accept ejercieron de cabezas de cartel de la segunda jornada del Z! Live 2025 y lo hicieron a lo grande, demostrando que el poder del heavy metal sigue estando muy vigente. Consiguieron que el corazón de metal de Zamora, anoche compuesto por locales y foráneos, latiera con la mayor intensidad posible. Y lo hicieron desplegando un repertorio que aglutinó los grandes clásicos de los ochenta con temas de su largo recorrido en lo que va de siglo.

Bajo la dirección de un soberbio guitarrista Wolf Hoffmann, la banda contó con el aguerrido vocalista Mark Tornillo aportando su toque personal a los temas, muchos de los cuales llevan el indeleble sello de Udo Dirkschneider. Llamó la atención su puesta en escena que ahora le da un mayor protagonismo al guitarrista Uwe Lulis, quien anteriormente se mantenía en una clara segunda línea. Les faltó una luz que hubiera dado más realce a un sobresaliente concierto.

La segunda jornada también se recordará por dos actuaciones ciertamente festivas. Alestorm concitaron la atención de seguidores y curiosos ante un escenario que destacaba por sus gigantescos patitos de goma. La banda británica dejó constancia de su folk y power metal que llamó la atención por sus canticos pegadizos y por su continua interacción con unos espectadores que bailaron al son de Alestorm.

Tras el concierto de Accept les llegó el turno a Saurom, que estuvieron muy bien arropados por unos fans entregados en las primeras filas. Los andaluces supieron plantear su concierto en un contexto festivalero y consiguieron que el público cantara y bailara a su son.

Otro de los grandes platos fuertes de la jornada fueron Angelus Apatrida, quienes actuaron en el mismo escenario en el que un día antes había tocado una de sus influencias: Exodus. Los de Albacete realizaron un concierto muy serio musicalmente facturando un thrash metal de gran calidad. Los fans así lo reconocieron con continuos circle pits. Lo único que les faltó es la química que suele haber entre la banda y los fans, especialmente por las constantes interacciones que impulsa Guillermo Izquierdo. Hay que tener en cuenta que Angelus Apatrida han pasado un momento complicado por toda la polémica que se ha suscitado por su próxima participación en Resurrection Fest.

La de ayer fue una jornada mayoritariamente dedicada a bandas nacionales. Con la excepción de Alestorm y Accept, todos los demás grupos eran españoles. Abrieron los aragoneses Salduie, quienes pusieron en movimiento a los espectadores más tempraneros que además tenían que combatir el calor de primera hora de la tarde.

Prosiguieron Injector, una banda de Cartagena que derrochó intensidad y energía enarbolando un thrash metal de escuela clásica. Además, lo rubricaron con una buena puesta en escena. Desde Girona llegaron Morphium, un grupo de metal extremo con 20 años de trayectoria y una importante experiencia de directo. Así se notó sobre el escenario del Z! Live 2025. Realizaron un show muy serio e intenso, bien comandado por su frontman.

La banda de black metal de Valencia Noctem no tuvo buena suerte, puesto que al inicio del concierto tuvieron que sobreponerse a un problema técnico que dejó mudo a su vocalista. Completamente pintados, los valencianos desplegaron su estilo extremo ante un público expectante. Sorprendió que actuaran un cuarto de hora menos del tiempo que tenían asignado.

Completaron la segunda jornada Lujuria con un buen set ante los aficionados más irreductibles. Los segovianos sonaron muy heavies arropando musicalmente a Óscar Sancho que salió a escena con un abrigo largo que recordaba a los de Rob Halford de Judas Priest. Óscar, como era de esperar, supo ganarse a su público con largas presentaciones y con su habitual desparpajo.

ACCEPT