Airbourne, en el fragor del rock ‘n’ roll

AIRBOURNE
ASOMVEL
Sala Tótem, Villava (Navarra)
16 de febrero de 2025

Sudor, fiesta, cerveza, energía e intensidad a raudales se desbordaron anoche en la meteórica descarga de unos Airbourne que no han perdido su ‘punch’ después de haber estado recluidos un año y medio. Un concierto de alto octanaje, pero excesivamente breve, ante una sala a rebosar, que colgó el cartel de ‘sold out’ (todas las entradas vendidas) con varios meses de antelación. A finales del verano pasado ya no quedaban entradas para ver a Airbourne en Villava (Navarra), al igual que en Zaragoza y Santiago de Compostela.

Anoche concluyó la exitosa gira de Airbourne por España de cuatro fechas y con la particularidad de no haber recalado ni en Madrid ni en Barcelona. Un tour con el que han puesto fin a un largo período con los amplificadores apagados, que duró desde agosto de 2023 hasta el pasado mes de enero. En el camino se diluyeron los planes que tenían hace dos años de publicar un nuevo disco de estudio. Por el momento, Boneshaker de 2019 sigue siendo su última obra.

Tras la descarga de Asomvel, les llegó el turno a los australianos, que salieron puntuales a las nueve y cuarto de la noche. Tras la intro, presentaron toda una declaración de intenciones: estaban preparados para la batalla, como demostraron con Ready To Rock y como refrendaron con Too Much, Too Young, Too Fast. “Humo, fuego, truenos, rayos…” Había llegado el turno de Burnout The Nitro. A un volumen brutal, el vocalista Joel O’Keeffe era el verdadero maestro de ceremonias, poniendo a prueba los límites de la extensión de su cuello con un incansable headbanging. A sus flancos y también muy dinámicos; el bajista Justin Street y el nuevo guitarrista Brett Tyrrell, que entró en la banda en 2023.

Con Girls In Black comenzó el clásico show de Airbourne. Joel no dudó en sumergirse entre los fans subido en los hombros de un asistente. Y, como no podía ser de otra manera, se estampó una cerveza contra la cabeza, derramando la espuma entre los espectadores. De vuelta en el escenario apostaron por Back In The Game. Uno de los grandes puntos de inflexión del show llegó cuando Joel organizó un circle pit en las primeras filas, que irrumpió con fuerza en Breakin’ Outta Hell. A partir de entonces la fiesta ya no tuvo marcha atrás.

Joel reivindicó a Lemmy Kilmister de Motörhead, como es una norma en los conciertos de Airbourne, y asumió el rol de camarero en el bar Lemmy’s que le acababan de montar. Aseguró que Lemmy vive y que no ha muerto porque todos los fans lo mantienen en su memoria. Había llegado el momento de It’s All For Rock ‘n’ Roll con el frontman lanzando cervezas a los seguidores que estaban aupados por otros. Quitando un vaso que se estampó contra los focos, la mayoría de las cervezas llegaron a su destino con algo de líquido por la pericia del lanzador y de los receptores. Joel acabó el tema elevando su guitarra al cielo, como si fuera una ofrenda para Lemmy.

Los músicos se pusieron de espaldas mirando a la batería en el comienzo de Stand Up For Rock ‘n’ Roll, que fue recibida por toda una marejada en las primeras filas. Cuando apenas llevaban 51 minutos se retiraron a los camerinos tras haber completado una demasiado breve primera parte del concierto. Al no tener temas nuevos, se notó que el público estaba más que familiarizado con cada una de las canciones que interpretaron.

Salieron de nuevo a escena con la clásica llamada de una sirena con la que comenzaron una extensa Live It Up, que contó con un largo solo de guitarra de Joel. El fin de fiesta llegó con Runnin’ Wild completando una actuación que apenas duró una hora y doce minutos. Varios temas menos que en su anterior visita a Barakaldo en diciembre de 2022. Entonces descargaron durante hora y media en el estreno de la sala Luxua del BEC – Bilbao Exhibition Centre, una ubicación que finalmente no acabó de cuajar.

Joel puso el colofón anoche en Villava con un alegato en favor del rock ‘n’ roll, como también es norma de la casa, para despedirse de una audiencia que había disfrutado en un domingo como si de un viernes o un sábado se tratase. La próxima cita con Airbourne en España será en el Rock Imperium Festival 2025 en Cartagena en junio.

ASOMVEL  

Si la influencia de AC/DC es incuestionable en Airbourne, la de Asomvel es incluso más evidente. Cuando salieron a escena parecían unos clones de los Motörhead de mediados de los ochenta. Recordaban estéticamente a la época del Orgasmatron cuando los londinenses se convirtieron en cuarteto y lucían una pinta muy heavy. El bajista y vocalista Ralph Robinson parece una aparición del Lemmy joven y enérgico que comenzó a labrarse un hueco en la historia del rock a finales de los setenta.

El caso de Asomvel también tiene ciertos paralelismos con el de Phil Campbell And The Bastard Sons, la banda del guitarrista de Motörhead Phil Campbell. El grupo lo forman el guitarrista Lenny Robinson y sus hijos; Ralph Robinson (bajo y voz) y Stel Robinson (guitarra). Completa la formación el batería Ryan Thackwray. La segunda generación se ha incorporado a una banda que ya estaba en marcha desde 1993.

Ayer salieron al escenario de la sala Tótem con la intención de no pasar desapercibidos al ritmo de su heavy metal con las enseñanzas del rock ‘n’ roll que les inculcó Lemmy y compañía. Y también con la misión de presentar su último disco de estudio, Born To Rock ‘n’ Roll, publicado el año pasado. Y en ese cometido se centraron de inicio con Louder & Louder, Born To Rock ‘n’ Roll y Beware The Full Moon.

Ralph exhibía hasta las clásicas poses de Lemmy y llevaba las riendas del show con desparpajo y decisión. Tras Payback’s A Bitch, apostaron por uno de los mejores temas de la noche: Outside The Law, en el que destacaron los coros. Una buena fase del show que remataron con Into The Fire. Ralph dedicó Stone Cold Stare a Jay-Jay Winter, exbajista y cantante de la banda fallecido en 2010, además de miembro de la familia. Ellos lo siguen considerando parte de la banda a pesar de los 15 años de su ausencia.

Tras World Shaker y Luck Is For Losers, dedicaron una extendida Light ‘Em Up a Airbourne agradeciendo la oportunidad y la exposición que están teniendo en esta gira. Completaron su intenso set con The Nightmare Ain’t Over consiguiendo calentar el ambiente antes del turno de los australianos.

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