ANGELUS APATRIDA
TOXIKULL
Santana 27, Bilbao
28 de enero de 2023
Ayer Angelus Apatrida echó el telón a un ciclo inolvidable en una bulliciosa sala Santana 27 de Bilbao ante más de 1.200 espectadores. Un período que ha propulsado a la banda a un escalafón que ni los más optimistas hubieran barruntado. Desde que publicaron su último álbum homónimo en 2021, el grupo de Albacete se lanzó en un despegue insospechado que los llevó a alcanzar el número uno en las listas de ventas de discos en España. Algo verdaderamente inédito si se tiene en cuenta que se trata de una banda de thrash metal.
Además del elogio de la crítica y los fans, los hitos fueron jalonando el camino paso a paso. Desde sacudir los escenarios de los festivales más importantes de Europa hasta dejar su huella en una gira por Estados Unidos en la que pudieron rendir tributo a algunos de sus héroes caídos, como el gran Randy Rhoads (Ozzy Osbourne, Quiet Riot) o los hermanos Abbott (Dimebag Darrell y Vinnie Paul de Pantera).
En octubre del año pasado anunciaron que querían culminar la presentación de Angelus Apatrida por todo lo alto con una traca final de cuatro conciertos en ciudades importantes: Valencia, Barcelona, Madrid y Bilbao. Ayer llegó la guinda final con una actuación en la sala Santana 27 de la capital vizcaína, adonde tuvieron que desplazarse tras colgar el cartel de ‘sold out’ en la sala Stage Live. Los de Albacete también habían agotado las entradas de Valencia (465 personas), Barcelona (820 personas) y Madrid (702 personas). Aunque en Bilbao finalmente no se llegó al ‘sold out’ en Santana 27, fue de largo la fecha en la que más público han congregado en esta recta final.
El secreto del éxito de Angelus Apatrida radica en numerosos factores combinados, que lógicamente se sustentan en la calidad musical de su propuesta. Su tesón y constancia ha dado frutos desde el principio, conquistando paso a paso cada vez más territorios y todo ello con una formación estable. Trabajaron el terreno, en ocasiones con riesgo de quemarlo, pero su estrategia les salió redonda y la prueba es su posición actual. Y lo hicieron gracias a unos directos demoledores en los que cuidan el implicar a la audiencia lo máximo posible y a unos discos de gran calidad.
Ayer Bilbao vivió una noche de metal de las grandes con un público totalmente entregado. Una velada solo a la altura de las bandas más notables del thrash metal a escala internacional. Los de Albacete apostaron por su última obra de entrada con Indoctrinate y Bleed The Crown. Guillermo Izquierdo abrió los brazos como queriendo abarcar a toda la audiencia y en su cara se esbozó una amplia sonrisa de satisfacción. Un gesto espontáneo que definió muy bien lo que muchos disfrutaron en el concierto. Atacaron de nuevo al ritmo de One Of Us.
Echaron la vista al pasado y apostaron por Vomitive. “Esta la tocábamos cuando actuábamos en Bilborock”, espetó Guillermo. La banda sonaba compacta y plena de potencia, con una base rítmica contundente compuesta por José J. Izquierdo (bajo) y Víctor Valera (batería), y con Guillermo Izquierdo y David G. Álvarez demostrando su gran dominio de las guitarras alternando solos.
Repasaron su discografía con temas como Of Men And Tyrants y Hidden Evolution para volver al último lanzamiento con Childhood’s End. “Rápido y con fundamento”, animó Guillermo, quien comentó que les habían preguntado mucho por qué habían titulado su séptimo disco como la propia banda. En Downfall Of The Nation se desataron los circle pits, que ya no pararon prácticamente hasta el final de la actuación.
En Violent Dawn animaron a que los fans corrieran en círculo, como preámbulo a We Stand Alone, un tema que el frontman explicó que nació de la rabia, pero que desembocó en un buen rollo generalizado. Explicó que durante la pandemia la empresa que sustenta a Angelus Apatrida estuvo a punto de desaparecer, e incluso la propia banda. Pero afortunadamente salieron adelante gracias a los fans, que escalaron el último disco hasta el número uno en ventas y compraron merchandise durante los tiempos más duros. Guillermo aseguró que les están eternamente agradecidos a sus fans por mantener la banda y la cultura viva.
Insertaron un trozo de Pantera a modo de intro a Serpents On Parade. “Ahora se puede ver el 50% de Pantera. Al resto los visitamos en el cementerio de Arlington en Texas”, comentó el cantante y guitarrista. En la previa de Give’Em War organizaron un wall of death y el público estalló en una recta final que completaron con Versus The World de su primer disco.
Volvieron a escena para los bises con uno de sus mejores temas, Sharpen The Guillotine, lo que se tradujo en una gran reacción por parte de los espectadores. En los bises llegó el desmadre con el público dándolo todo, los músicos bajando del escenario para tocar entre los fans… Todo ello al ritmo de Thrash Attack y You Are Next.
Guillermo contó una última “chapa”, como él mismo definió, en la que dejó varios titulares. La banda va a entrar al estudio en abril para grabar su nuevo disco y estarán preparados para la época de los festivales. De hecho, desveló que volverán a Bizkaia en junio para tocar en un festival, lo que anunciarán en breve.
Y se despidieron tanto de Bilbao como de esta gira y de este ciclo inolvidable con Domination de Pantera. Una vez terminado el concierto, que no estuvo lejos de las dos horas, se quedaron varios minutos entregando púas, baquetas… Guillermo hasta se caló una txapela. Incluso dejaron abierta la posibilidad de pasarse por Iturribide, la calle más heavy de Bilbao, para celebrar el final de la gira. A partir de ahora tendrán un enorme reto por delante: igualar o superar lo que han conseguido con su séptimo disco: Angelus Apatrida.
TOXIKULL
Los jóvenes portugueses Tokikull han tenido la gran oportunidad de abrir las cuatro fechas de Angelus Apatrida este mes de enero y actuar antes más de 3.000 personas en total. Llevan en activo desde 2016 y en este tiempo han publicado dos discos y una buena colección de singles. Salieron a escena a las 20:30 en una sala que ya presentaba un gran ambiente.
Durante su actuación interpretaron un total de siete canciones, que oscilaron entre el heavy metal clásico y el speed/thrash. Encabezados por el guitarrista y vocalista Lex Thunder, tocaron temas como I Will Rock Again y Rising Dust, antes de rendir tributo a Motörhead con una versión de Killed By Death. “El heavy metal está vivo”, clamó el frontman en alusión a la gran cantidad de público que había ido al concierto.
El bajista Antim ‘The Viking’ realizó segundas voces en Metal Defenders, dedicada a todos los heavies. Aceleraron en la recta final con Cursed And Punished completando una actuación de 35 minutos.
ANGELUS APATRIDA
TOXIKULL
