Salir a escena después de Saxon es un reto no apto para todos los grupos. Y más cuando la banda de Biff Byford había desplegado las alas de su águila triunfando a lo grande en Can Zam. Sin embargo, los suecos Arch Enemy no se arredraron y salieron a por todas desde su primer embate; The World Is Yours.
Llevan cinco años con Alissa White-Gluz al frente y la conexión del grupo nórdico queda patente en cada concierto que dan. En Rock Fest Barcelona 2019 el death melódico de Arch Enemy sonó nítido, contundente y perfectamente comandado por la vocalista canadiense.
Los dos últimos discos de los suecos; War Eternal (2014) y Will To Power (2017), coparon más de la mitad del repertorio en el festival barcelonés. El éxito del sonido de Arch Enemy radica en buena medida en las extraordinarias guitarras de Michael Amott y Jeff Loomis, quienes se compenetran a la perfección rivalizando en clase y técnica. Los suyo es un heavy metal muy potente, propulsado por la sección rítmica de Daniel Erlandsson (batería) y Sharlee D’Angelo (bajo), y rubricado por la voz gutural de Alissa.
You Will Know My Name, Dead Eyes See No Future, First Day In Hell… medían el gran potencial de la banda de Michael Amott. En As The Pages Burn sonaron rotundos a más no poder y en No Gods, No Masters se juntaron ante sus fans en plena traca final, que completaron con Nemesis. Arch Enemy cerraron un gran concierto culminando una tercera jornada que había contado con actuaciones sobresalientes, como las de Krokus y Saxon.