Wacken tampoco se ha olvidado de Lemmy Kilmister, uno de los músicos más ilustres que ha pisado los escenarios del festival alemán. El bajista, vocalista y líder de Motörhead, fallecido en diciembre del año pasado, recibió un emotivo homenaje póstumo en la madrugada de ayer en el que no faltaron sus compañeros de banda, Phil Campbell y Mikkey Dee, el manager Todd Singerman y parte de la crew del grupo, además de un gran amiga: Wendy Dio, la que fuera mujer de Ronnie James Dio.
El evento de media hora comenzó a las 00.45 horas con el sonido de la sirena de guerra que siempre anticipaba las incursiones de Motörhead. El mítico avión ‘Bomber’ emprendió el último viaje mientras el escenario aparecía engalanado con la clásica pared de amplificadores que tanto le gustaba a Lemmy.
Durante unos 20 minutos la música de Motörhead volvió a sonar en Wacken acompañada por una buena selección de imágenes que recordaron trazos de la vida de Lemmy Kilmister. Muchos aficionados no pudieron contener la emoción y las lágrimas comenzaron a surcar ríos en numerosas caras, tal como recogían las pantallas.
Tras la retahíla final de Overkill, tanto Phil Campbell como Mikkey Dee salieron a saludar a los miles de aficionados que se arremolinaban ante el escenario. Mikkey Dee llevó la voz cantante pidiendo a los fans que celebren la vida de Lemmy y de Motörhead, aunque reconoció que era triste haber visto el último vuelo del ‘Bomber’. También tuvo un especial recuerdo para Alemania, un país que nunca le falló a la banda de Lemmy.
Phil Campbell reivindicó la autenticidad del sonido de Motörhead, que nunca se vendió a las radio fórmulas. Ambos presentaron al manager Todd Singerman y a buena parte del equipo de la banda. También se subió al escenario Wendy Dio. Los gritos de ‘Lemmy, Lemmy’ se apoderaron de Wacken mientras Mikkey Dee pedía a la gente que celebrara a Lemmy en lugar de llorar. “La música sigue viva” concluyó Phil Campbell. El evento fue retransmitido por la televisión del festival, Arte Concert.
