Ha fallecido Herb Rosenfeld, el padre del guitarrista de Anthrax Scott Ian. El músico americano ha realizado un emotivo tributo a su progenitor, destacando la importancia que tuvo en su carrera musical. “Apoyó incondicionalmente mi decisión de abandonar la universidad para seguir mi pasión de estar en una banda”, asegura Scott Ian.
“Soy hijo de un buen hombre”. Así ha empezado un texto en el que Scott traza un perfil de su padre y de la estrecha relación que mantuvieron toda la vida. Asimismo, ha compartido una serie de fotografías familiares en sus redes sociales.
SCOTT IAN:
“Soy hijo de un buen hombre.
Al crecer, mi padre fue mi constante. Era una isla de seguridad en un océano de disfunciones. La mayoría de los recuerdos de mi infancia y adolescencia son de momentos pasados con mi padre. Ya fueran viajes a Vermont para esquiar, o ir a casa del primo Ed para verle tocar con sus colegas, o el sexto partido de las Series Mundiales de 1977, o pescar en el barco en Merrick, o darme un trabajo para que pudiera ganar dinero para comprar guitarras y amplificadores, siempre me cubrió las espaldas.
Apoyó incondicionalmente mi decisión de abandonar la universidad para seguir mi pasión de estar en una banda. Esa decisión hizo que me echaran de casa, papá y mi madrastra Rhea me dejaron ir a vivir con ellos a Merrick. Papá me dijo: «Tienes que intentarlo, darlo todo y si no funciona siempre puedes volver a la universidad o trabajar conmigo».
Él era mi roca.
Me encantaba mi trabajo con él como mensajero. Hacía entregas en la calle 47 y todos en la manzana sabían que yo era «el hijo de Herbie». Eso me hacía sentir tan orgulloso de él. Todos en la manzana querían a papá. Había convertido mi ruta de reparto en una ciencia. El otro mensajero tardaba dos horas en hacer su trabajo, así que pensé que si volvía a la oficina en una hora y cuarenta y cinco estaría bien. Mientras tanto, yo hacía mis recogidas y entregas en 20 minutos y luego me iba a pasar una hora en las tiendas de guitarras de la calle 48. Cuando volvía a la oficina nunca me dijo que sabía que yo hacía eso, pero creo que lo sabía.
También creo que sabía que yo cogía canutos de su lata secreta de Sucrets. Nunca lo dijo.
Papá era ecuánime, sólido, y le atribuyo todo el mérito de esa parte de mi personalidad, de cómo soy capaz de mantener la calma y sobrellevar las situaciones estresantes. Sin su influencia, nunca habría llegado a estar 43 años en una banda.
Y lo más importante es cómo le veía como marido de Rhea y padre mío, de Jason y Sean, y como abuelo cariñoso, tonto y caradura de Revel.
Cuando encuentras a la persona adecuada lo sabes y dedicas tu vida a hacer que esa relación lo sea todo, que tu familia lo sea todo con amor incondicional, y ese era mi padre.
Somos hijos de un gran hombre.
Te quiero papá. RIP Herb Rosenfeld”.
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