GEOFF TATE
IVORY LAKE
Indara Club, Pamplona
7 de marzo de 2025
Pamplona ya palpita heavy metal por los cuatro costados. La capital navarra está viviendo de pleno un fin de semana de los que perdurarán en el recuerdo, si todo sale según lo previsto. Anoche Geoff Tate, un vocalista en mayúsculas para los amantes del género, desplegó la mejor esencia de Queensrÿche ante una nutrida legión de espectadores que se dio cita en el acogedor Indara Club en pleno centro de la ciudad. Hoy llegará el turno para la primera edición del festival Kingdom Of Rock, que contará con el principal reclamo de la vuelta de Manowar a un escenario en España después de mucho tiempo, además de Doro, Freedom Call y Electrikeel.
Originalmente previsto para hoy sábado, los organizadores supieron mover ficha y adelantar un día la actuación del clásico vocalista de Queensrÿche en Pamplona. Esto motivó también un cambio de ubicación, puesto que la sala Tótem de Villava ya estaba ocupada el viernes. La elección de Indara Club fue todo un acierto para salvar un concierto que concitó también la atención de quienes habían viajado a la ciudad con antelación para acudir hoy al Kingdom Of Rock.
Al igual que en la gira de 2023, Geoff Tate contó con un telonero de su entorno. Ivory Lake es el proyecto unipersonal del músico británico afincado en el sur de España Josh Watts. Anteriormente batería en la banda del exvocalista de Queensrÿche, ahora se desempeña como cantante y guitarrista. Su actuación en acústico distó bastante de lo que esperaban los fans de Geoff Tate. Sin embargo, Josh dejó constancia de su gran sentido musical y de su esfuerzo por superar en volumen a los numerosos fans que estaban hablando durante su concierto.
A las nueve en punto de la noche le llegó el turno a Geoff Tate, precedido por su joven e internacional banda. Salieron esgrimiendo la épica del inicio de Empire enganchando de inmediato a todos los espectadores en el Indara Club. De buenas a primeras salió el actor principal. Camisa, pantalón y sombrero negros, gafas y unas cadenas y un pañuelo colgando de la cintura. Era Geoff Tate, una de las grandes voces del heavy metal, que en los ochenta compitió con otros tótems del género: Bruce Dickinson, Rob Halford, Ronnie James Dio…
Desde que separó su camino de Queensrÿche en 2012 tras 30 años en el seno de la banda americana, ha trazado un itinerario sinuoso que le llevó a dirigir su propia versión de Queensrÿche para posteriormente desistir y emprender un nuevo recorrido con otro grupo cuyo nombre le ataba a su pasado: Operation: Mindcrime. Sin embargo, en los últimos años ha decidido volcarse en la banda que lleva su nombre y cuya semilla germinó en el año 2000 cuando todavía era miembro de Queensrÿche.
Tras Empire enlazaron Desert Dance, I Am I y Sacred Ground iniciando lo que la misma gira titula como ‘The Big Rock Show’. En este periplo Tate cuenta con una banda marcada claramente por el juego de tres guitarras. Lo que antes no era habitual, ahora ya no es tan llamativo desde que lo practican bandas como Iron Maiden o Helloween. Cada uno de los guitarristas aportó su propio estilo.
Uno de los primeros grandes giros del show llegó con la extraordinaria The Thin Line en la que Tate tocó un saxofón que no dejó de sostener durante todo el tema. “¿Hoy es viernes?”, preguntó el vocalista, quien aseguró que para él prácticamente todos los días son iguales. Había llegado una de las fases más esperadas para los fans de todo un referente del heavy metal: Operation: Mindcrime, del que enlazaron el tema título, Breaking The Silence y I Don’t Believe In Love.
A Geoff Tate es todo un espectáculo verlo, no solo por el color y el sonido de su soberbia voz, sino por el histrionismo con el que vive cada una de las estrofas de las canciones. Intérprete en estado puro, es un frontman de libro capaz de contagiar sus emociones al público. Además, da mucha libertad a los jóvenes componentes que conforman su banda, tanto en la personal adaptación musical como en sus movimientos a través del espacioso escenario del Indara Club.
Como contrapunto incluyeron dos temas que otrora parecían totalmente futuristas y que siguen siendo llamativos; NM 156 y Screaming In Digital. Tate las definió como canciones tecnológicas y se felicitó porque hemos llegado de pleno al siglo XXI. Contrastó los años ochenta con el mundo actual en el que destacó la conexión global que podemos tener las 24 horas del día.
En la recta final del show revivió algunos de los grandes momentos de Queensrÿche con clásicos de la talla de Walk In The Shadows, Another Rainy Night y la sobresaliente Jet City Woman. Si la primera mitad del concierto había destacado por la sucesión continua de las canciones, en la segunda parte Geoff se mostró más comunicativo con los fans. Aprovechando una de las líneas finales de Jet City Woman (“No more nights alone, I’m almost home now” – No más noches solo, ya casi estoy en casa) Geoff confesó que el año pasado solo había estado 11 días en su domicilio, durmiendo en su cama, viendo su tele… para posteriormente asegurar que su verdadera casa está sobre el escenario y frente a todos los fans. Sin duda un claro ejemplo de las extensas giras que está desarrollando especialmente en los últimos años. También desveló que en total ha visitado la friolera de 66 países.
Geoff se puso serio y aseguró que muchos fans le cuentan historias de todo tipo relacionadas con una canción. Se refería a la balada Silent Lucidity, que Geoff interpretó con mucho sentimiento completando el bloque principal del concierto tras una hora y doce minutos.
Se hicieron mucho de rogar antes de volver al escenario para acometer los bises. Comenzaron con la versión de Pink Floyd Welcome To The Machine, que aprovecharon como escaparate de lucimiento para los tres guitarristas, el bajista y el batería. Los fans más heavies tenían reservados un par de premios como colofón: Take Hold Of The Flame y Queen Of The Reich, uno de los grandes emblemas del estilo, para completar una actuación que superó la hora y media y que sirvió para admirar a uno de los grandes vocalistas del heavy metal, una estirpe en claro peligro de extinción.
Geoff Tate es un apasionado del vino, hasta es productor de su propia marca, como se pudo comprobar en el mismo puesto de merchandise. Anoche eligió algunas de las mejores añadas de Queensrÿche para recrear la esencia de una banda que actualmente los fans pueden disfrutar por partida doble.
GEOFF TATE SETLIST:
Empire
Desert Dance
I Am I
Sacred Ground
The Thin Line
Operation: Mindcrime
Breaking The Silence
I Don’t Believe In Love
NM 156
Screaming In Digital
Walk In The Shadows
Another Rainy Night (Without You)
Jet City Woman
Silent Lucidity
Encore:
Welcome To The Machine (Pink Floyd cover)
Take Hold Of The Flame
Queen Of The Reich