A las ocho y media de la tarde y con el sol ya rendido era la hora perfecta para que Glenn Hughes, una de las mejores voces del rock de pleno derecho, honrara el legado que dejó en Deep Purple en los años setenta. El cantante y bajista británico fue miembro de la legendaria banda ‘púrpura’ en los Mk. III y Mk. IV compartiendo la formación con el cantante David Coverdale, antes de que fundara sus Whitesnake.
Hughes dejó su sello en Deep Purple en los discos; Burn (1974), Stormbringer (1974) y Come Taste The Band (1975). Uno de los puntos álgidos de una carrera que también refulgió en Trapeze, Hughes/Thrall, Black Sabbath, Phenomena… y más recientemente en Voodoo Hill, Hughes Turner Project, Black Country Communion, The Dead Daisies… además de una extensa trayectoria en solitario.
El músico inglés lleva tiempo recreando las canciones de Deep Purple, un material con el que se siente cómodo y que le permite un alto grado de lucimiento. Arrancaron fuerte con Stormbringer y Might Just Take Your Life, antes de poner los pelos de punta a los viejos fans de Purple con Sail Away. En apenas un cuarto de hora Glenn Hughes ya había demostrado sobremanera que ni el paso de los años ni los excesos que vivió en su juventud son capaces de deslucir ni el más mínimo ápice de una voz inmortal.
Buena parte del repertorio estuvo dedicado a un extenso medley que comenzó con You Fool No One y que prosiguió con un solo de guitarra de Soren Andersen, que además de su gran calidad, también se movió con decisión durante todo el concierto. Insertaron High Ball Shooter y un extenso solo de batería que consagró a Ash Sheehan en Rock Imperium gracias a su técnica y a su imaginativa forma de tocar.
Glenn Hughes no paró de agradecer las muestras de cariño de la gente. “Aunque no entendáis mis palabras, sé que entendéis mis ojos, mis sentimientos. Sois mi familia”, aseguró Hughes. Con un sonido extraordinario y una banda muy meritoria que completaba el teclista Bob Fridzema, Glenn Hughes tuvo vía libre para extender los límites de su voz hasta distancias insospechadas. No parecía humano.
Mistreated fue un nuevo hito en la actuación del británico con su estribillo pleno de sentimiento, que Glenn coronó con una reverencia a sus fans. “Una canción de blues para vosotros, que me encanta interpretar”, avanzó mientras su bajo asumía el protagonismo en el inicio de You Keep On Moving.
Ya solo quedaba Burn, el tema que incluso exaltó los ánimos de quienes se habían mantenido estáticos durante todo el show. Fue el broche definitivo a una sobresaliente actuación en la que Glenn Hughes optó a las posiciones de verdadero privilegio en esta tercera edición de Rock Imperium Festival y en la que evidenció que el calificativo de ‘la voz del rock’ sigue encajándole como un guante.
GLENN HUGHES SETLIST:
Stormbringer
Might Just Take Your Life
Sail Away
You Fool No One / Guitar Solo / Blues / High Ball Shooter / You Fool No One / Drum Solo / High Ball Shooter / You Fool No One
Mistreated
You Keep On Moving
Encore:
Burn
