El festival Lion Rock Fest, que el pasado sábado consolidó plenamente su apuesta por el hard rock melódico y el AOR en León, decidió inaugurar su segunda edición con uno de los platos fuertes: Hardline. Una banda que garantizó que la gran mayoría de los asistentes ya estuvieran presentes en el Palacio de Congresos y Exposiciones a primera hora de la tarde.
Su irrupción a comienzos de los noventa supuso un antes y un después en el hard rock melódico gracias a un álbum que sigue siendo un auténtico referente en el género: Double Eclipse (1992). Impulsados con una súper formación que contaba ni más ni menos que con Neal Schon (Journey, Bad English, Santana…), Todd Jensen y Deen Castronovo (Journey, Bad English…), supuso la gran carta de presentación de los hermanos Gioeli. Aunque su primera etapa fue efímera, su recuerdo fue imperecedero.
Más de 30 años después de aquel bombazo que supuso Double Eclipse, solo el vocalista Johnny Gioeli perdura de la formación original. La banda de origen estadounidense actualmente tiene alma y cuerpo italiano, país del que provienen la mayoría de sus miembros. Incluso Johnny Gioeli, nacido en Brooklyn (Nueva York, Estados Unidos), tiene sus raíces en el país transalpino, cuya esencia la lleva impresa en su propia piel: “La famiglia su tutto (La familia por encima de todo)”, reza un tatuaje en su antebrazo. El suyo es uno de tantos apellidos de origen italiano que ha emergido en la escena del hard rock y el heavy metal en Estados Unidos: Padavona (Ronnie James Dio), Reale, Ventura, Speranza, Rondinelli, Satriani, Petrucci, DeMaio, Impellitteri, Bello, Caggiano, Mangini, Dominici, DiMeo, Macaluso y un largo etcétera.
Arrancaron con Fuel To The Fire, el único tema que interpretaron de su último disco de estudio; Heart, Mind And Soul, antes de enfrascarse de lleno en Double Eclipse con canciones como Everything, Takin’ Me Down y Dr. Love. El auténtico protagonista fue un ultramotivado Johnny Gioeli que se dejó la piel correteando por el escenario y agitándose sin parar. Otros no hubieran parado de jadear y él fue capaz de realizar toda una clase magistral de cómo cantar. El también vocalista de Axel Rudi Pell desde hace más de un cuarto de siglo fue uno de los grandes protagonistas del festival. Motivado incluso en las presentaciones, para algunos se excedió en su comunicación con los fans.
Solo redujo pulsaciones cuando bajó hasta la primera fila e inició un medley de temas más suaves que arrancaron con la versión de Who Wants To Live Forever de Queen y con el también protagonismo del teclista Alessandro Del Vecchio, que dejó constancia de su buena voz. Alessandro durante años ha sido omnipresente en infinidad de bandas y también parte muy activa de la discográfica Frontiers Music Srl hasta el pasado mes de marzo.
Volvieron a centrarse en Double Eclipse con In The Hands Of Time, alargada por un meritorio solo de Luca Princiotta, cuya guitarra destacó durante todo el show de Hardline. A Luca muchos lo conocían por su trabajo en Doro y Blaze Bayley. La sección rítmica la componían Anna Portalupi al bajo y Marco Di Salvia, compañero de Del Vecchio en Edge Of Forever, en la batería.
Apretaron el acelerador con Life’s Bitch, a la que enlazaron Fever Dreams y I’ll Be There. Como era de esperar, su versión de Hot Cherie fue uno de los momentos de su concierto, que culminó con Rhythm From A Red Car. La de Hardline fue una excelente forma de arrancar el Lion Rock Fest. Una de las principales bandas del cartel rompiendo el hielo sería impensable en un festival de verano. Otro punto distintivo del festival melódico leonés.