IRON MAIDEN
WITHIN TEMPTATION
AIRBOURNE
Estadi Olímpic Lluís Companys, Barcelona
29 de julio de 2022
Texto y fotos: Pedro Alonso
Sin duda la gira más esperada de Iron Maiden. Por el camino han quedado dos años de distopía, confinamientos, calles vacías, miedo, incertidumbre, sinsabores, desdichas… y una pléyade de conciertos cancelados. Entre ellos las dos actuaciones previstas de la ‘doncella’ en la Ciudad Condal en 2020 y 2021, que se quedaron congeladas y pospuestas, como toda la vida en general.
Pero a la tercera ha sido la vencida. Iron Maiden ha vuelto a certificar que viven su mejor momento en cuanto a poder de convocatoria se refiere, ratificando el éxito que ya saborearon en el Estadio Wanda Metropolitano de Madrid en 2018. Unas cifras de récord olímpico las que se vivieron anoche en Montjuïc con un estadio que presentaba un ambiente sensacional con más de 50.000 espectadores justo cuando se está celebrando el trigésimo aniversario de las Olimpiadas de Barcelona de 1992.
Y un récord que están rubricando en este nuevo tramo de la gira ‘Legacy Of The Beast’, tal como ha confesado el propio Bruce Dickinson en un vídeo difundido el jueves por la propia banda. “Honestamente nunca había visto tanta gente viendo a seis caballeros en el escenario como en esta gira”, comentaba el cantante. “Está completamente agotado en todas partes. Es increíble”.
Los británicos reanudaron la gira de ‘Legacy Of The Beast’ en mayo en Zagreb (Croacia) después de más de dos años y medio de parón motivados por la pandemia. Y en medio han tenido tiempo para gestar un nuevo disco de estudio, Senjutsu, publicado en septiembre de 2021, cerrando un silencio discográfico de seis años desde que habían editado The Book Of Souls en 2015.
Y fue precisamente Senjutsu el disco que desató anoche las hostilidades en Barcelona, tras la clásica intro del Doctor Doctor de UFO que los fans de Maiden corearon a pleno pulmón y en un estallido, como si estuvieran expulsando toda la frustración acumulada durante tanto tiempo. Primero saludó Nicko McBrain desde su impresionante kit de batería y uno a uno salieron al escenario los seis músicos que portan el estandarte de Iron Maiden.
Senjutsu, Stratego y The Writing On The Wall fue la toma de contacto que ya permitió atisbar la magnitud del espectáculo que Barcelona iba a disfrutar. La ambientación oriental y un Eddie disfrazado de Samurai coparon los primeros minutos de la actuación, que dio un giro radical con el cuarto tema. Cambiaron la escena, reaparecieron las vidrieras clásicas de la gira ‘Legacy Of The Beast’ y dejaron Barcelona en pleno éxtasis con un Revelations, interpretado con la complicidad de una audiencia completamente volcada. Un tema monumental que se convirtió en uno de los grandes momentos de la noche.
“¡Hola Barcelona! ¡Hola Cataluña! Ha sido demasiado tiempo. Finalmente estamos aquí después de tres largos, locos y jodidos años. Finalmente estamos juntos. La familia de Maiden. Somos hermanos, hermanos de sangre”, introdujo Bruce Dickinson en la presentación de Blood Brothers, donde precisamente se volvió a evidenciar la comunión entre banda y público.
Las luces se tornaron rojizas y Bruce se pertrechó con una capa y una cruz. Había llegado el momento de Sign Of The Cross, la primera canción de la era ‘Blaze Bayley’ que interpretaron en Barcelona. Un tema en el que destacó un sensacional pasaje instrumental con la energía de la sección rítmica de Nicko McBrain y Steve Harris, y el extraordinario juego de los tres guitarristas. Un Dave Murray fuera de serie se convirtió en uno de los grandes protagonistas del concierto, codo con codo con Adrian Smith y Janick Gers, que no dejaban de moverse como un poseso.
Los fans que estaban más familiarizados con la gira ‘Legacy Of The Beast’ identificaron de inmediato el gigantesco ‘Ícaro’ con Flight Of Icarus, el segundo de los clásicos de Piece Of Mind que sonaba en la Ciudad Condal. Bruce portaba un lanzallamas que iluminaba la escena y volvía a evidenciar su sensacional estado de voz. La ‘sirena’ dio todo un recital en Barcelona siempre generoso en el esfuerzo y evitando apoyarse en la audiencia, a quienes solo daba voz en los momentos necesarios.
Lo de Steve Harris es para un capítulo aparte. A sus 66 años no le basta con liderar una gira mundial de una de las bandas punteras del heavy metal a escala global. Tiene adrenalina para dar y tomar que también canaliza en los días libres que le permite la gira ‘Legacy Of The Beast Tour’ 22’. El jueves por la noche ofreció una actuación con su otra banda, British Lion, en la sala Salamandra de L’Hospitalet (Barcelona) y en otras paradas del recorrido europeo ha aprovechado para jugar partidos de fútbol, en los que incluso han estado implicados clubes como el Eintracht de Frankfurt, el IFK Göteborg… Su particular estilo y presencia escénica siempre será el pilar que sostenga a Iron Maiden.
Fear Of The Dark fue otro de los grandes hitos del concierto con un Bruce Dickinson enmascarado y con una afición que se desgañitó cantando el estribillo. El cantante apareció en una jaula en el inicio de Hallowed Be Thy Name inmersos en plena batería de clásicos. Los tres guitarristas y Steve Harris encararon el filo del escenario en plena clase magistral, respaldados por la gran voz de Dickinson, que entonces sí pedía la colaboración de los fans al grito de “Scream For Me Barcelona”.
Con The Number Of The Beast llegó uno de los grandes rituales de todo concierto de Iron Maiden, mientras los fuegos en el escenario iluminaban la noche de Barcelona. El tema Iron Maiden, único representante de la época ‘Di’Anno’ se coronó con un Eddie inmenso presidiendo el escenario. Había llegado el final del primer bloque del concierto, que se había pasado en un suspiro.
Comenzaron los bises con The Trooper y con Eddie en escena luchando contra Bruce Dickinson en otro de los icónicos momentos de las actuaciones de la ‘doncella’. Un extenso The Clansman volvió a iluminar todo el estadio mientras la audiencia coreaba ‘freedom, freedom, freedom’ dirigida por un Bruce espada en mano. Run To The Hills completó una traca final, que Dickinson sentenció detonando una explosión.
Pero todavía quedaba una más. La voz de Churchill inició un Aces High final con el ‘spitfire’ de Iron Maiden sobrevolando la escena y completando un círculo, puesto que así fue el inicio del concierto en Madrid en 2018. Un broche para una actuación de una hora y cincuenta minutos fuera de serie. Antes del concierto los fans podían objetar peros sobre el repertorio, algunos hubieran añadido temas de discos como Killers, Somewhere In Time, Seventh Son Of A Seventh Son… Pero visto el nivel fuera de categoría de Iron Maiden en Barcelona, todo se quedó en discusiones estériles. Lo que verdaderamente importa es saber cuándo será la próxima vez que vuelvan Iron Maiden. Muchos empezarán a descontar las hojas del calendario desde ya mismo.
Airbourne y Within Temptation
Al igual que hicieron en 2018, Iron Maiden contaron ayer con dos bandas de entidad como teloneros de su actuación en Barcelona. Los primeros en salir fueron los australianos Airbourne, quienes demostraron que los años de inactividad no les han hecho mella en absoluto. La banda liderada por Joel O’Keeffe salió a por todas con su habitual ímpetu y los niveles de adrenalina al máximo.
Arrancaron con su declaración de intenciones; Ready To Rock, y para el tercer tema, Girls In Black, Joel ya había saltado hacia el público para recorrer parte de la zona delantera de la pista, mezclado entre los fans, y para estallar una cerveza, como es de rigor en los conciertos de Airbourne. Aunque no contaron con el mejor sonido y el cielo amenazaba tormenta, los australianos salieron airosos y hasta provocaron circle pits entre la audiencia al son de Breakin’ Outta Hell. La intro de Live It Up fue excesiva y remataron al ritmo de Runnin’ Wild para abrir boca para los conciertos que ofrecerán en diciembre en Madrid, Barcelona y Barakaldo (Bizkaia).
Ante un aforo que ya cubría aproximadamente el 70% de la pista, Within Temptation salieron a escena sabedores de que tenían que ofrecer su versión más potente para contentar a la afición de Iron Maiden. Y en ello pusieron su empeño perfectamente comandados por una Sharon den Adel que brilló con luz propia sobre el escenario del Estadi Olímpic.
Sonaron sinfónicos, épicos y también rotundos de entrada con temas como Our Solemn Hour, Paradise (What About Us?) y Faster. Sharon buscaba constantemente la complicidad con los fans de las primeras filas y comandó una banda que realizó una actuación notable, recibiendo el reconocimiento de los fans de Maiden.
Ya en la recta final sobresalieron algunos de sus temas más reconocibles, como Stand My Ground, Ice Queen y Mother Earth, que puso el broche a su paso por Barcelona, dejando ya los ánimos caldeados a la espera de la actuación de Iron Maiden.
IRON MAIDEN SETLIST:
Doctor Doctor (UFO)
Senjutsu
Stratego
The Writing On The Wall
Revelations
Blood Brothers
Sign Of The Cross
Flight Of Icarus
Fear Of The Dark
Hallowed Be Thy Name
The Number Of The Beast
Iron Maiden
Encore:
The Trooper
The Clansman
Run To The Hills
Encore 2:
Aces High
WITHIN TEMPTATION
AIRBOURNE