METALLICA
FIVE FINGER DEATH PUNCH
ICE NINE KILLS
Estadio Cívitas Metropolitano, Madrid
14 de julio de 2024
M72 World Tour
Texto: Pedro Alonso
Fotos cedidas por Live Nation
Metallica tuvo ayer un duro competidor con la final de la Europoca que disputaron España e Inglaterra y que a la postre fue un aliado. Algo que desde luego no se podía prever cuando se anunció esta gira especial de presentación de M72 hace la friolera de dos años. Entonces anticiparon su nuevo álbum de estudio, 72 Seasons, que salió a la venta en abril de 2023 y un tour especial con dos paradas en cada ciudad con repertorios distintos y más actividades durante los fines de semana. Madrid fue uno de los destinos elegidos y el Estadio Cívitas Metropolitano, la casa del Atlético de Madrid, el emplazamiento para albergar los dos shows.
Las puertas del estadio se abrieron ayer a las cinco de la tarde. Los asistentes más tempraneros que no habían acudido a la primera presentación del viernes pudieron contemplar por primera vez la disposición del escenario circular con un su llamativo snake pit interior. Alrededor se erigían hasta un total de ocho torres soportando unas llamativas pantallas cilíndricas en una disposición nada habitual para los conciertos en grandes estadios.
Dentro de estos fines de semana especiales que celebran en ciudades seleccionadas, Metallica está contando con diferentes artistas invitados en cada uno de sus espectáculos. Si el viernes los teloneros fueron Mammoth WVH y Architects, ayer les llegó el turno a Ice Nine Kills y Five Fingers Death Punch, dos bandas estadounidenses que han copado el interés mediático en los últimos lustros.
Lo único que quedaba meridianamente claro antes del show eran los temas que no iban a tocar: los 15 que interpretaron el viernes con clásicos como; Creeping Death, Harvester Of Sorrow, Orion, Nothing Else Matters, Sad But True, Battery, Seek & Destroy, Master Of Puppets…
METALLICA
Con prácticamente diez minutos de retraso arranca la intro de It’s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll) de AC/DC. Acto seguido y al son de The Ecstasy Of Gold los cuatro miembros de Metallica desfilan hacia el escenario. Primero se sube Lars Ulrich, le sigue Robert Trujillo, Kirk Hammett y finalmente James Hetfield. La entrada no podía ser más enérgica: Whiplash con toda la banda cerca de Lars. Un gran recuerdo al Kill ‘Em All, el disco que lo inició todo. El Metropolitano disfruta de un gran ambiente, aunque está lejos del lleno.
La locura se desata con For Whom The Bell Tolls, la gente saltando desenfrenada y Trujillo bajando a mezclarse entre los fans. Kirk Hammett acomete un solo y la banda apuesta por Ride The Lightning completando un inicio de ensueño para los fans de la vieja guardia. La banda está muy junta en el comienzo del concierto para alegría de los que están cerca y pesar de los que están al otro lado del escenario.
Tras un agradecimiento de Hetfield a la gente de Madrid, los de California sorprenden con The Memory Remains del Reload y el escenario circundado por una luz roja. Hetfield, Hammett y Trujillo empiezan a hacer grande el campo en términos futbolísticos separándose de Ulrich. La afición toma el protagonismo tanto en las pantallas como en los coros demostrando la buena acogida de la canción.
La batería de Ulrich se la traga el escenario para emerger otra a varias decenas de metros de distancia. Todo se torna de amarillo para decorar Lux Æterna, el single que destapó las esencias de 72 Seasons. Prosiguen con su nuevo álbum con Too Far Gone? y con un momento curioso: Robert Trujillo y Kirk Hammett homenajean a Miguel Ríos en la parte donde resaltan la música local de los países donde tocan con Robert a la voz. Han apostado por Bienvenidos de Miguel Ríos. Acto seguido, las luces verdes se apoderan de Madrid en una sobresaliente Welcome Home (Sanitarium) con un sonido poderoso.
El recuerdo a su disco más laureado, el black album, llega con Wherever I May Roam. Hetfield y Hammett unen sus mástiles en una estampa clásica del metal. Atención especial merece el tratamiento de las imágenes de las pantallas, aunque también es cierto que las torres entorpecen un poco la visibilidad dependiendo del emplazamiento de los espectadores.
Tercer cambio de batería para un Lars Ulrich que durante buena parte del show toca de pie. La vorágine deja paso a la mística de The Call Of Ktulu, una pieza instrumental que retrotrae a los comienzos de Metallica en los años ochenta. Es el tercer tema que tocan del disco Ride The Lightning.
Con un acorde se desata una ovación. Tras una intro extendida el estadio se ilumina con las luces de los móviles al son de The Unforgiven en una de las fases más emotivas del show. “Es una canción que hemos hecho unas cuantas veces antes. A nosotros nos gusta, espero que a vosotros también. Es un poco larga, pero ¿a quién le importa?”, ha comentado Hetfield en la introducción del tema nuevo Inamorata. Se han adentrado en la fase menos intensa del concierto y, por ende, la que ha recibido una respuesta más discreta de su afición.
Cambian la tendencia de forma radical con una cuarta batería para Lars e incendiando el metropolitano con música y sin fuego al son de Fight Fire With Fire, otro regalo para los viejos fans. El cuarto ya de Ride The Lightning. Ahora sí, el fuego emerge por primera vez sobre el escenario al son de Moth Into The Flame.
Una de las mayores ovaciones se la ha llevado One cuando ha arrancado tras su bélica introducción. Al de unos instantes se escuchó otra ovación aún mayor, pero en esta ocasión no tenía nada que ver con Metallica. Había marcado España el segundo gol en la final de la Eurocopa, que a la postre rubricó el campeonato. En la parte más agresiva de One Hetfield, Hammett y Trujillo se juntaron frente al snake pit en otra foto para el recuerdo.
Ya para completar la fiesta Enter Sandman con balones gigantes de la gira y todo el estadio en pie. Hetfield volvió a dar las gracias en nombre de la familia de Metallica completando una actuación de cerca de dos horas.
Metallica ha cerrado el círculo de su fin de semana más ambicioso en España con dos actuaciones y una treintena de canciones para los aficionados que han acudido a los dos shows. En el de ayer en total fueron 15 temas de los cuales 10 pertenecían a los cinco primeros discos de Metallica, aquella época en la que engrandecieron el thrash metal y se propulsaron a la cabeza del heavy metal. Los fans se despidieron especialmente motivados. Se preveía una larga noche por delante. Al final hubo una despedida en la que los miembros de la banda hasta felicitaron a los fans por la Eurocopa recién obtenida por España con el marcador final en las pantallas.

ICE NINE KILLS
Los primeros en aparecer en el inmenso escenario circular fueron Ice Nine Kills, una banda que cuenta con una larga trayectoria que se remonta hasta prácticamente comienzos de siglo. Los componentes del grupo oriundo de Boston (Massachusetts, Estados Unidos) salieron uniformados con camisa blanca y corbata. En ese momento las gradas del estadio estaban prácticamente vacías y solo los aficionados más entusiastas orillaban la enorme y redonda escena.
Arremetieron desde la seis y media de la tarde a base de metalcore melódico con temas con diferentes tensiones dramáticas. Lo que más llamó la atención de quienes no los conocían fue su temática de terror, que entretuvo sobremanera a los asistentes más tempraneros. Hubo muchos recuerdos a películas clásicas del género. Por el escenario desfilaron actores que dramatizaron prácticamente todas las canciones. Entre los números más llamativos estuvo el de una chica que escapaba de tres zombies que vagaban por el escenario y a los que finalmente terminó aniquilando.
Musicalmente la banda destiló sus piezas enérgicas y melódicas y, como es habitual en los teloneros de Metallica cuando tocan en los escenarios circulares, se vieron un tanto perdidos en tanta inmensidad. Cada músico ocupaba la posición que le parecía y prácticamente no se relacionaron entre sí. Tocaron un repertorio de media hora escasa en el que recorrieron en buena medida su último disco; The Silver Scream 2: Welcome to Horrorwood (2021), con varios recuerdos al anterior; The Silver Scream (2018).
FIVE FINGER DEATH PUNCH
Five Finger Death Punch es una de las bandas de peso con las que está contando Metallica en esta gira. Uno de los grandes nombres del metal americano contemporáneo, que cuentan con un importante poder de convocatoria. Una prueba de que a Metallica no le tiemplan las piernas a la hora de seleccionar teloneros de enjundia.
Salieron a escena a las siete y veinticinco avanzados por el vocalista Ivan Moody que vestía una sudadera roja y un pantalón blanco y que se encaminaba a su cometido con las trazas de un púgil que se enfrenta al ring. Ya a las primeras de cambio pegó un salto brutal dando comienzo a una actuación de 50 minutos que consiguió agitar tanto a los espectadores del snake pit como a los que rodeaban el escenario.
Las miras musicales de los de Las Vegas son muy amplias; se asientan en unos ritmos groove que suavizan con líneas vocales melódicas. El heavy metal, el metal alternativo o el metalcore tienen cabida en la propuesta de Five Finger Death Punch. Realizaron un recorrido por buena parte de su discografía con temas como el melódico Wash It Away, Jekyll And Hyde, la adaptación de The House Of The Rising Sun… En la también melódica Wrong Side Of Heaven Ivan Moody bajó al foso y se dio un baño de masas. Chocó verlo fundido en un emotivo abrazo con un fan mientras sostenía el micrófono con un puño americano.
Los miembros de la banda se ganaron a pulso la reacción de los seguidores y consiguieron llenar el escenario intercambiando posiciones y con la total libertad de movimientos de Moody. Hasta tuvieron un guiño con los fans hablando de la Eurocopa en el que va a ser su último concierto en Europa. En la recta final interpretaron canciones como; Never Enough, Welcome To The Circus o The Bleeding dejando muy buenas sensaciones antes de la llegada del momento más esperado del día.