NAPALM DEATH
ESCUELA GRIND
Santana 27, Bilbao
25 de noviembre de 2023
Si hay un adjetivo que no encaja ni por asomo con Napalm Death, ese es ‘convencional’. Es una banda que no se sostiene sobre los cánones más habituales ni le gusta ser encasillada. Considerados como uno de los grandes iconos del grindcore, los de Birmingham han estirado los límites del metal y el punk hasta extremos insospechados creando su propia visión musical, aderezada por su ideario. Pero a Mark ‘Barney’ Greenway, su carismático frontman, no le gustan las etiquetas, como dejó bien claro en su actuación en el festival Leyendas Del Rock 2023 el pasado mes de agosto.
El carácter particular de Napalm Death se comprobó a la perfección anoche en Bilbao, la última fecha estatal de su gira ‘Resentment Is Always Seismic’, que se ha saldado con cinco actuaciones en España. Los cuatro músicos de la banda de Birmingham arrancaron su concierto en la sala Santana 27 de la capital vizcaína, aunque al de muy pocas canciones se produjo un incidente que iba a marcar claramente su propuesta. Shane Embury abandonó el escenario de buenas a primeras silenciando su bajo y dejando a sus compañeros en formación de trío. Aunque los espectadores esperaban que fuera una ausencia momentánea, Shane no volvió a hacer acto de presencia, por lo que muchos seguidores asumieron que había sufrido algún problema de salud.
Y ese carácter particular de Napalm Death también se tradujo en una resiliencia a prueba de bombas. Poco a poco se fueron ganando al público hasta coger un ritmo de crucero con Barney completamente desatado, como es costumbre en él. Pero más allá de la ausencia de Shane, los ingleses también tuvieron que enfrentarse a otras vicisitudes, como un sonido deficiente en las primeras estribaciones del concierto. “¡No se escucha la guitarra!”, gritaban algunos fans de las filas delanteras.
En la primera parte del concierto dieron mucho protagonismo a su último disco de estudio, Throes Of Joy In The Jaws Of Defeatism (2020), con canciones como Contagion, Invigorating Clutch… Pero tampoco se olvidaron de su pasado. “Ahora volvemos a nuestro primer disco de 1987”. Barney se refería a Scum en una presentación en la que habló parte en castellano, al igual que en el resto del concierto.
“Last gasp, last gasp”, gritó como un poseso el frontman en la introducción del tema que titula su último álbum, del que también interpretaron Amoral a continuación. El cantante se puso serio cuando criticó que la religión interfiera en determinados actos, lo que calificó de “vergüenza”. Era la introducción de Suffer The Children. En este tema un espontáneo subió al escenario y Barney lo acogió sin problema a pesar de topárselo por sorpresa. Está claro que están más que acostumbrados al tránsito de fans durante sus actuaciones.
Además de frontman, Barney Greenway es todo un icono de la banda por su particular forma de actuar. Parece que entra en trance mientras pisa las tablas y se agita como un poseso de un lado a otro. Canta mayoritariamente con los ojos cerrados y se echa las manos a la cabeza en un movimiento como si fuera espasmódico. Tiene un estilo muy propio, que es además identidad de Napalm Death. Sus compañeros redoblaron esfuerzos ante la falta de Embury. Danny Herrera aporreó la batería con contundencia y el guitarrista John Cooke también colaboró en las segundas voces.
Barney presentó la primera versión de la noche; Don’ Need It de Bad Brains, que enlazaron con Mentally Murdered y Unchallenged Hate. A muchos les pilló por sorpresa la interpretación de You Suffer que dura tan solo un segundo y Dead de dos segundos. Entre ambas tocaron Smash A Single Digit. Barney presentó la segunda versión de la noche; Nazi Punks Fuck Off de Dead Kennedys, que el cantante introdujo “en el espíritu de la amistad y solidaridad”. Finalizado el tema gritó; “Nazismo nunca más”, en español. También recordó que su primera visita a Euskadi se produjo hace 30 o 35 años y se despidieron al ritmo de Siege Of Power completando un concierto de una hora y cinco minutos.
No fue una actuación fácil para Napalm Death, que tuvieron que enfrentarse a las dificultades, pero consiguieron sobreponerse y provocar toda una marejada entre las primeras filas con los fans como locos organizando circle pits y agitándose sin parar. Y otra guinda más de la peculiaridad de Napalm Death llegó en su despedida cuando Barney pidió “paz y amor” después de su descarga extrema.
ESCUELA GRIND
Los teloneros en esta gira son los entusiastas Escuela Grind, una banda establecida en Pittsfield (Massachusetts, Estados Unidos), que ayer realizó una descarga de algo más de media hora en Bilbao. Guiados en todo momento por su enérgica frontwoman, que no dejó de moverse de un lado a otro de la escena, amalgamaron estilos dispares, desde el hardcore, grindcore, death, punk… en canciones intensas, como All Is Forgiven, Cliffhanger, Ball And Chain, Punishment Ritual o Meat Magnet. Completaron su concierto con una versión de Filth de Hatebreed.
NAPALM DEATH
ESCUELA GRIND
