Había una curiosidad morbosa por ver el regreso de Fortu a los escenarios después de unos meses en el candelero televisivo tras concursar en un reality. Obús actuaban pasadas las dos de la mañana en la madrugada del sábado al domingo, convirtiéndose en uno de los últimos platos fuertes de esta décima edición de Leyendas Del Rock.
Arrancaron con fuerza con Juego Sucio y Más Que Un Dios y rápidamente disiparon cualquier duda que haya surgido en los últimos meses. Fortu es un animal de directo, un hábitat en el que se mueve mucho mejor que en cualquier isla perdida. Y desde luego la intensidad de los focos de los platós no ha deslumbrado a un frontman que lleva casi cuatro décadas pateándose los escenarios. Un descerebrado lanzó una botella al cantante que, lógicamente, se enfadó y recriminó esa actitud incívica. A Villena Obús no habían venido a hablar, estuvieron muy serios y concentrados ejecutando heavy metal clásico prácticamente sin descanso.
Enlazaron temas míticos de los ochenta, como Necesito Más, Pesadilla Nuclear y Te Visitará La Muerte, con Que Te Jodan, perteneciente al disco Desde El Fondo Del Abismo, de 2000, que supuso un incentivo en la carrera del grupo madrileño. Nuevamente sobresalió la buena conjunción instrumental, que sustenta claramente los directos de Obús.
Sin tiempo que perder, pusieron la mira en El Que Más, para encadenar el tema título, La Raya y Autopista en una de las mejores fases del concierto. Corre Mamón y Da Igual parecían culminar el concurso de los madrileños, pero aún quedaban dos de sus mayores emblemas; Va A Estallar El Obús y Vamos Muy Bien. Obús se había adentrado en la madrugada completando 70 minutos en los que demostraron una actitud muy seria, completamente volcados en la interpretación. Superado el punto y aparte televisivo, Fortu y los suyos han vuelto de nuevo a la ruta con todas sus credenciales intactas.
