Jueves, 10 de agosto
Escenario Jesús de la Rosa
Hacía poco más de un mes desde que los alemanes Rage actuaron en Rock Fest Barcelona. En ese breve período de tiempo la banda de Peavy Wagner ha lanzado su nuevo disco de estudio, Seasons Of The Black, inaugurando por ende la gira de presentación del mismo y demostrando que atraviesan uno de sus períodos más activos. Desde que Peavy reclutó a Marcos Rodríguez (guitarra) y a Vassilios ‘Lucky’ Maniatopoulos han editado dos álbumes de estudio con las consiguientes presentaciones en directo.
A las siete y media de la tarde Rage inauguró su concierto, al igual que en Barcelona, con uno de sus clásicos más emblemáticos y añejos; Don’t Fear The Winter, apostando muy fuerte de entrada. Calcaron el comienzo del Rock Fest con Great Old Ones y Spirit Of The Night, un tema perteneciente al anterior trabajo; The Devil Strikes Again.
En Villena los germanos sí presentaron su nuevo disco y lo hicieron con el potente single Blackened Karma. La banda estaba sonando muy compacta y agresiva con un Peavy a quien le ha cambiado la cara desde que comparte Rage con sus nuevos compañeros y desde que cerró viejas heridas con Manni Schmidt y Chris Efthimiadis compartiendo la aventura de Refuge.
Echaron la mirada atrás hacia los años noventa con End Of All Days antes de la ampulosa From The Cradle To The Grave. La simpatía del venezolano con raíces en Tenerife Marcos Rodríguez ha servido también para amenizar los conciertos de los alemanes. Además, en España se vale del idioma para acompañar las presentaciones con un tono muy cercano.
El nuevo tema Season Of The Black atronó todo el Polideportivo de Villena antes de que dieran un giro radical con Straight To Hell. Encararon la recta final con el potente Black In Mind, uno de los temas favoritos de Marcos Rodríguez cuando era un chaval, y con My Way. Cerraron su gran intervención en Leyendas Del Rock con Higher Than The Sky en la que enlazaron parte del Holy Diver de Dio cantada por Marcos Rodríguez, quien también destaca por su voz. En total una hora de potente metal alemán con un Peavy que vuelve a sonreír y que es muy capaz de transmitir a sus fans esa energía positiva.
