Buena oportunidad de ver a toda una leyenda del crossover thrash con fuerte ascendencia hardcore y punk. Aunque el estilo de Suicidal Tendencies parecía un tanto alejado de la identidad del festival alicantino, los seguidores tenían muchas ganas de ver a la banda americana, que en apenas unos minutos demostraron el éxito de su inclusión en el cartel.
Al ritmo de uno de sus mayores clásicos, You Can’t Bring Me Down, del Lights… Camera… Revolution!, los californianos impusieron su ley siempre comandados por un Mike Muir que no dejaba de recorrer el escenario de un lado para otro con sus peculiares movimientos espasmódicos.
Hubo quien se sorprendió cuando vio a Dave Lombardo tras una batería que lucía la bandera de Cuba. El ex Slayer lleva dos años en Suicidal Tendencies demostrando toda su clase y contundencia. Conforma una sobresaliente sección rítmica junto con el también nuevo bajista, Ra Díaz, de origen chileno y encargado de buena parte de las presentaciones en castellano. En la formación americana también destaca el guitarrista Dean Pleasants, compañero de largo recorrido de Mike Muir después de más de veinte años en la banda y conocido también por tocar en Infectious Grooves y Ugly Kid Joe.
Los californianos realizaron un buen repaso de su discografía y consiguieron generar numerosos circle pits entre una audiencia que disfrutaba sobremanera con su concierto. Mike Muir realizó un alegato en Freedumb alentando a los fans para que crean en sí mismos y no se limiten a seguir a los demás. Ra Díaz presentó Trip At The Brain y Muir se mostró muy crudo al avanzar War Inside My Head diciendo que él no cantaba sobre el amor y que la vida es dura.
Retrocedieron hasta los comienzos de la banda con Subliminal y ya en la recta final enlazaron clásicos como Cyco Vision y Pledge Your Alliance en el que invitaron a muchos seguidores al escenario. Suicidal Tendencies triunfaron en Leyendas Del Rock con un Mike Muir que no paró de agitarse como un poseso y con un Dave Lombardo que volvió a demostrar el porqué de su reputación.
