AIRBOURNE
LEOGUN
Sala Santana 27, Bilbao
La sala Santana 27 de Bilbao acogió anoche toda una descarga de adrenalina y de cerveza a cargo de Airbourne, la banda australiana que percutió su rock and roll sin ambages y con muchas reminiscencias de AC/DC durante una hora y veinte minutos. Liderados por el correoso Joel O’Keeffe, el cuarteto convenció a la parroquia bilbaína que prácticamente llenaba una sala que ha vivido grandes entradas en los últimos meses, como sucedió con Alter Bridge, los hermanos Cavalera y Amon Amarth. Un lunes víspera de festivo sirvió de acicate para que muchos seguidores se acercaran hasta Bolueta.
El único pero que se le podría poner a Aibourne es que su concierto fue excesivamente corto, se ciñeron a doce temas y alcanzaron una duración aceptable gracias a que alargaron sobremanera los bises. Tres o cuatro canciones más hubieran redondeado el show de una banda a la que se debe exigir un plus tanto por su juventud como por el hecho de que se encuentran en plenitud.
Pero antes de Airbourne salió a escena el grupo londinense Leogun, totalmente desconocido para la gran mayoría de los espectadores. El joven trío demostró durante los 45 minutos que tuvieron asignados muchas horas de aprendizaje de rock. Transitaron por numerosas influencias setenteras, siempre ondeando la bandera de Led Zeppelin, y no dudaron en agitarlas en una coctelera en la que no faltaron guiños a los noventa, toques modernos y alternativos, soul y mucho blues.
En el centro de la escena sobresalía el vocalista y guitarrista Tommy Smith, que físicamente recordaba a Andrew Stockdale, de Wolfmother, otra de las bandas con las que comparten parentesco musical. Se convirtió en foco de todas las miradas mostrándose solvente a la voz y notable a la guitarra destacando especialmente en los solos.
Leogun han pertenecido al roster de Rocket Music Management, la compañía de representación fundada por Elton John, y han llegado a grabar en Estados Unidos. En Bilbao plantearon temas largos en los que acentuaban complejos pasajes musicales remarcando la tendencia que dominaba en los años setenta. Dejaron muy buenas sensaciones y seguro que a cambio consiguieron nuevos adeptos a su causa.
AIRBOURNE, CERVEZA Y ROCK ‘N’ ROLL
La afición de Airbourne compuesta por seguidores de varias generaciones esperaba ansiosa la descarga de la banda de Warrnambool, que llegaba a Bilbao para presentar su cuarto disco de estudio, Breakin’ Outta Hell (septiembre de 2016, Spinefarm). A las nueve y cuarto en punto saltaron a las tablas de Santana 27 con toda una declaración de intenciones: Ready To Rock, un tema que lo tomaron al pie de la letra.
Los australianos son viejos conocidos de la ciudad, llegaron a tocar en el recordado festival Kobetasonik y también habían actuado en esta misma sala hace un par de años. Excesivos, juveniles y rápidos, así se reivindicaron en Too Much, Too Young, Too Fast. Completaron el repaso de sus tres primeros discos con Chewin’ The Fat y con un Joel O’Keeffe que ejercía de protagonista absoluto cantando, tocando la guitarra solista y llevando todo el peso de la actuación. De buenas a primeras apostó por el famoso y vistoso ‘número’ de estallar una lata de cerveza contra su cabeza.
Ahora que AC/DC atraviesa por momentos de incertidumbre, Airbourne deben reivindicarse como herederos del enorme legado de la banda de Angus Young. Las influencias son más que notorias tanto en la música como en el propio estilo de actuación. O’Keeffe acapara a la vez el rol de Angus Young y Brian Johnson, mientras sus compañeros David Roads (guitarra) y Justin Street (bajo) asumen el papel de los componentes rítmicos de AC/DC aunque con bastante más energía. Completa la formación el batería Ryan O’Keeffe.
El primer tema nuevo que presentaron en Bilbao fue Rivalry, al que sucedieron con Girls In Black, una canción con la que O’Keeffe suele abandonar el escenario. Ayer no fue una excepción, correteó por la pasarela superior de Santana 27 y se puso a tocar como un poseso en la balconada al tiempo que regaba con cerveza a sus fans.
No se olvidaron el del icónico Lemmy Kilmister (Motörhead) en la presentación de It’s All For Rock N’ Roll al tiempo que inauguraban una fase completamente dedicada al nuevo disco que completaron con Down On You y el tema título, Breakin’ Outta Hell.
Los seguidores corearon No Way But The Hard Way y se volcaron con Stand Up For Rock ‘n’ Roll con la que los australianos se metieron al camerino cuando apenas llevaban una hora de concierto.
No se hicieron esperar para hacer sonar la bocina que anunciaba la interpretación de Live It Up en la que nuevamente lograron toda una orgía de cerveza y rock ‘n’ roll. Cerraron, como no podía ser de otra manera, con Runnin’ Wild en la que O’Keeffe pidió a los fans que se sumaran a un circle pit. Alargaron mucho los dos únicos bises hasta sobrepasar la hora y veinte minutos de concierto. El vocalista y guitarrista se despidió con una soflama a favor del rock ‘n’ roll y aseguró, al más puro estilo de los heavies más auténticos, que nunca morirá mientras ellos y sus fans sigan en pie.
AIRBOURNE SETLIST
Ready To Rock
Too Much, Too Young, Too Fast
Chewin’ The Fat
Rivalry
Girls In Black
It’s All For Rock N’ Roll
Down On You
Breakin’ Outta Hell
No Way But The Hard Way
Stand Up For Rock ‘n’ Roll
Live It Up
Runnin’ Wild
LEOGUN
