Con un sol de justicia la difícil misión de inaugurar la jornada del jueves recayó en los suecos Amaranthe. Al igual que la mayoría de las bandas encabezadas por una frontwoman, los nórdicos llegaban a Villena con una buena estela de expectación, lo que les sirvió en la difícil misión de exponerse a diez minutos de las cuatro y con un calor asfixiante.
Ante la dificultad de definir su propuesta y catalogados en infinidad de estilos parece que el consenso es denominarles como ‘metal moderno’. En Villena salieron con su tripleta de vocalistas al frente y con un notable grado de intensidad. Elize Ryd es lógicamente el vértice sobre el que gira la banda. Refinada en formas y con una estética y un estilo muy alejados de los clichés metálicos, vertebró muy bien la labor del trío de cantantes completado por Jake E en las voces limpias y Henrik Englund en los growls.
Comenzaron presentando su último trabajo, Massive Addictive, alternando una visión metálica que se conjugaba hasta con la música electrónica.
Viraron desde su debut con 1.000.000 Lightyears hasta el tema homónimo de su última obra, editada el pasado otoño. Afterlife, de The Nexus, dio paso a la balada Amaranthine. Y ya en la recta final intercalaron Call Out My Name con las nuevas Dynamite y Drop Dead Cynical para concluir con The Nexus. Los fans salieron satisfechos y el resto entretenidos ante una propuesta diferente, especialmente por la alternancia de sus tres vocalistas.
