No necesitan frases grandilocuentes, los británicos Saxon se pueden arrogar el haber defendido con hechos el heavy metal durante cuatro décadas. Ahora se han querido tomar la licencia de celebrar los 40 años que cumple su debut homónimo con una gira especial y seleccionada que anoche pasó por Rock Fest Barcelona 2019.
Desde el primer momento se pudo ver que su mítica águila presidía el escenario cuando los ingleses comenzaron su concierto a las once y cuarto de la noche. Al principio y vistas las expectativas que había puestas en esta gira, tampoco parecía que el escenario fuese especialmente espectacular. Hasta Wacken Open Air había solicitado a los fans de Rock Fest Barcelona que les mandasen fotos del montaje. Hay que recordar que Saxon ya tocó con el águila en Santa Coloma de Gramenet hace un par de años. Anoche el águila alzó su vuelo con orgullo hasta en tres ocasiones.
Pero esas dudas se disiparon en cuanto la maquinaria de Saxon comenzó a echar chispas a base de grandes clásicos. Liderados en todo momento por un Biff Byford descomunal, los británicos triunfaron a lo grande en su nuevo paso por Rock Fest Barcelona. Hasta se extendieron un poco más de su hora y media asignada para colar uno de sus mayores clásicos: Princess Of The Night.
Salir después de Saxon parecía misión imposible, pero Arch Enemy no solo no se arredraron, sino que dieron otro de los grandes conciertos de la tercera jornada del festival catalán. Bien comandados por Alissa White-Gluz, el recital de los guitarristas Michael Amott y Jeff Loomis puso un nuevo hito en esta edición del ‘Rock Fest’.
En la jornada de ayer hubo otra actuación que destacó sobremanera; la de los suizos Krokus en plena gira despedida. Después de un día de intenso calor el comienzo de su concierto coincidió con una tormenta no muy larga pero bastante molesta. A los músicos de Krokus no les descentró a tenor del extraordinario recital que dieron durante una hora con la magia de la voz de un Marc Storace que tiene mucho más feeling que potencia.
La tarde estuvo dominada por un buen concierto de Hammerfall que reunió a una de las mayores audiencias del día y por toda una descarga de thrash metal a cargo de Angelus Apatrida, que consiguieron que sus fans extendieran los circle pits hasta cerca de la mesa de sonido. Ya de noche los Venom de Cronos no escatimaron ni un céntimo e hicieron todo un alarde de pirotecnia durante una actuación en la que alternaron temas clásicos con otros más actuales.
Sorprendente a más no poder fue la hora del concierto de Cradle Of Filth (16:45). Tuvieron que afrontar un intenso sol que chocó con los ropajes y el maquillaje de la banda liderada por Dani Filth. El cantante se quejó tanto por el calor como por algún problema que tenía con el micrófono. Al final acabó lanzando el micro con toda la rabia dos veces. En una ocasión acabó cerca del público y en otra en pleno escenario.
En los escenarios principales también actuaron Leo Jiménez que volvió a realizar una versión de Nocturnal Rites, Def Con Dos y los suecos Avatar, un fenómeno a pequeña escala que está ampliando su base de seguidores. Se mostraron histriónicos, y en ocasiones teatrales, pero dejaron buena muestra tanto de sus temas como de su puesta en escena. Acto seguido apareció Gun, una clásica banda de hard rock de Glasgow que contagió a una audiencia exigua pero animada. Combichrist, Deldrac/Legión y Boikot tocaron en el escenario ‘Rock Tent’ al igual que Los Barones, que reunieron a numeroso público que había prescindido de ver a Venom.
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