Aunque se preveía, las expectativas fueron superadas de largo. La sala Santana 27 de Bilbao acogió anoche una entrada espectacular para presenciar el festival itinerante Deathcrusher, que reunió a la crème de la crème del metal extremo internacional. Al igual que sucedió con la descarga de Slayer y Anthrax un mes antes, la sala vizcaína estaba prácticamente abarrotada, lo que da idea de la profusa legión de seguidores que tienen estos estilos de música tanto en Euskadi como en el resto de la zona norte, de donde también llegaron muchos aficionados.
Carcass, como cabezas de cartel, Obituary, Napalm Death, Voivod y Herod conjugaron un amplio abanico de metal extremo que retumbó en Bilbao en un concierto que prácticamente duró cinco horas.
Desde la ciudad suiza de Vevey llegaban Herod, una banda prácticamente desconocida para la mayoría de los asistentes y que autocalifican su sonido como sludge progresivo. Salieron a escena con un adelanto de media hora sobre el horario previsto para interpretar unos pocos temas densos y agresivos en una actuación que apenas sobrepasó los veinte minutos.
Los segundos en liza fueron Voivod, los veteranos canadienses que aunque siempre han quedado enmarcados en el thrash metal, disponen de un estilo tan ecléctico y personal que es prácticamente imposible de encasillar. En Bilbao destacaron por su cercanía y simpatía y por un perfil musical que no se puede parangonar con el de ninguna otra banda.
Napalm Death son los grandes pioneros del grindcore, un estilo que baten con sus influencias death metal y una actitud hardcore-punk para fraguar su sello personal, que como se demostró anoche en Bilbao tiene un gran tirón por esta zona. El vocalista Mark «Barney» Greenway se agitó como un poseso enlazando canciones sin descanso. En Santana 27 no faltó You Suffer, el tema más corto de la historia, tal como recoge el libro Guinness de los récords.
Representantes del death metal americano más ortodoxo, Obituary se revelaron como unos de los grandes triunfadores de la noche con unas canciones rocosas, profundas y muy metálicas. Dispusieron de unos 40 minutos, al igual que Voivod y Napalm Death, para arrasar una sala Santana 27 que se agitó al ritmo de la banda de Florida.
Los cabezas del cartel del Deathcrusher Tour son los británicos Carcass, que salieron a escena hacia las once de la noche. Durante una hora y veinte minutos demostraron por qué son pioneros de diversos géneros. Aportaron la melodía con guitarras que sonaban dobladas, al tiempo que alternaban solos. El bajista y vocalista Jeff Walker lideró a sus huestes en el repaso tanto de su último disco, Surgical Steel, como de sus clásicos, que lo mismo viraban desde el death metal melódico hasta algunos retazos de su época más grind. En Bilbao realizaron un amplio despliegue de sus facultades musicales concluyendo el festival itinerante Deathcrusher por todo lo alto.
En breve crónica completa del Deathcrusher Tour en METAL JOURNAL
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