EUROPE
Salle Pleyel, París (Francia)
14 de octubre de 2023
Europe transportó ayer su cápsula del tiempo a la ciudad de la luz en plena noche de sábado. La banda sueca reemprendió su gira de 40 aniversario ‘Time Capsule’ en un lugar emblemático en el corazón de París: la Salle Pleyel, un teatro avalado por la extensa historia que encierran sus paredes.
En este tour Europe están realizando conciertos especiales siguiendo el concepto de ‘Una noche con…’ en los que repasan su larga trayectoria dividida en dos siglos perfectamente diferenciados. Una gira que arrancó el mes pasado en el Teatro Romano de Mérida imbuidos en un ambiente verdaderamente sensacional. Desde entonces han realizado un recorrido plagado de ‘sold outs’ (todas las entradas vendidas) en Suiza, Italia, Alemania, Noruega y Suecia, donde demuestran que sí son profetas. París no podía ser menos y también lucía el cartel de ‘Complet’ desde hacía tiempo.
Considerada como una de las salas de conciertos francesas más grandes del siglo XX, la Salle Pleyel se inauguró en 1927 por iniciativa de Gustave Lyon y tomó su nombre de Ignace Pleyel, compositor y fundador de la célebre fábrica de pianos Pleyel en 1807. Catalogado como monumento histórico desde 2002, su leyenda va más allá de los cerca de 100 años que lleva en funcionamiento. Es la heredera de otra sala que inauguró Camille Pleyel, hijo de Ignace, en 1830 y en la que actuaron ilustres, como el propio Frédéric Chopin. En el escenario de la actual sala con forma de moderno teatro han actuado desde Louis Armstrong, Stéphane Grappelli o Django Reinhardt en los años cincuenta hasta Lynyrd Skynyrd en los setenta.
A las ocho en punto comenzó la emisión de parte del documental que Europe han grabado para recordar sus 40 años de singladura. Cayó el telón y la banda apareció pletórica al ritmo de On Broken Wings, un tema que han rescatado en esta gira con gran acierto. Respaldaron su potente entrada con Seven Doors Hotel y buena parte del público se puso de pie porque no podían aguantar sentados.
El primero de los cinco temas que interpretaron de The Final Countdown llegó pronto. Fue Rock The Night y volvió a espolear los ánimos de la audiencia. Son sabedores que tanto para ellos como para una parte de sus fans los seis discos que han publicado en lo que va de siglo XXI muestran una cara más madura e igual de meritoria que la de sus primeros álbumes. La prueba llegó con Start Form The Dark, y Walk The Earth, canciones que titulan sendos discos.
Joey Tempest merece un capítulo aparte por la energía que derrocha, y por las buenas vibraciones que transmite y que es capaz de contagiar a sus fans. No paró de moverse en todo el concierto y, además, interactuó repetidamente con los seguidores más entusiastas de las primeras filas.
El propio Tempest se dirigió a sus fans para comentarles lo emotiva que está resultando esta gira, especialmente por la solidez que ha tenido la formación de Europe, sin fisuras durante los últimos veinte años. Aunque parece como si nunca se hubiesen separado, hay que recordar que John Norum estuvo ausente de la banda a finales de los ochenta y comienzos de los noventa siendo sustituido por Kee Marcello. Tempest aseguró que estas actuaciones de ‘Time Capsule’ son “un lugar privado”. “Un universo privado”, se matizó a sí mismo. Fue en la presentación de su nuevo single, Hold Your Head Up, que no escucharon sus seguidores de Mérida porque entonces no lo habían publicado.
Rebajaron la tensión con una versión de voz y piano de Dreamer, antes de dar paso a War Of Kings, otro de los temas que titula uno de sus últimos discos. John Norum acaparó los focos en la instrumental Vasastan, evidenciando su técnica depurada y su enorme cuota de sentimiento. Girl From Lebanon reivindicó el álbum Prisoners In Paradise, antes de que Mic Michaeli tomara la voz cantante para comentar a los fans la diferente percepción que tenemos del tiempo cuando somos niños y cuando somos adultos. “Ahora vuela”, espetó antes de bromear asegurando que estaba interpretando música de cóctel. Se puso serio y recordó las primeras colaboraciones que tuvo con Joey, que resultaron en Carrie, obteniendo una de las grandes ovaciones de la noche. Minutos después los fans del sonido más heavy de los suecos la reconocieron de inmediato. Había llegado la hora de la sobresaliente Stormwind. Cuando ya llevaban más de una hora larga de actuación anunciaron un descanso de 20 minutos, que a algunos espectadores les cogió a contrapié.
El segundo acto nuevamente comenzó con un vídeo de su documental, que dio paso a Always The Pretenders, de Secret Society, seguida por Ninja y Prisoners In Paradise para la que Joey cogió una guitarra. Sign Of The Times fue uno de los estandartes de Out Of This World, antes de que llegara uno de los momentos más llamativos del concierto. Joey Tempest y John Norum se unieron en la parte delantera tocando guitarras acústicas y recordando su amistad. No se explayaron tanto como en Mérida y se dedicaron a interpretar una sensacional versión de Space Oddity de David Bowie en la que Norum aportó también mucho con su voz.
El yin y el yang llegó con Last Look At Eden, antesala de la extraordinaria balada Open Your Heart. En esta gira están dando mucha importancia a la música de sus comienzos. De ahí la gran elección de Memories, que incluyó un solo de bajo de John Levén. Volvieron a Out Of This World, un disco muy representado en estos conciertos, con More Than Meets The Eye, como paso previo al protagonismo de Ian Haugland, quien hizo la misma broma que en Mérida asegurando que no le gustan los solos de batería porque “son aburridos”. Prometió algo diferente y arremetió con un solo acompañado por la overtura Guillermo Tell de Rossini.
Sus compañeros volvieron a escena en la recta final con la magnífica Ready Or Not y con otro de sus grandes estandartes; Superstitious, en la que insertaron los ritmos reggae de No Woman No Cry. Había llegado el momento de decir adiós, pero todavía quedaban los bises, que iniciaron con Cherokee y que culminaron con la canción que los propulsó al firmamento en plenos años ochenta, una época en la que llegaron a codearse con los grandes del pop. Mic Michaeli tuvo la clave con la intro de The Final Countdown y con toda la Salle Pleyel saltando en los estribillos, vibrando con la canción y disfrutando del meritorio solo de John Norum.
En total más de dos horas y media de concierto de una banda que derrocha honestidad y que engrandece el hard rock con las diferentes aristas de su sonido y con las distintas etapas que tanto están reivindicando en esta gira. Esta cápsula del tiempo no es un adiós en absoluto. Simplemente un alto en el camino para celebrar los 40 años de su trayectoria. “Los 40 mejores años de mi vida”, como bromeó Haugland. En su agenda ya está apuntada la próxima grabación de un nuevo disco de estudio. Mientras tanto sus fans están disfrutando sobremanera de este “universo privado” de Europe, tal como lo denomina Joey Tempest.
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