Foreigner en The Venetian Theatre en Las Vegas

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FOREIGNER
The Venetian Theatre, Las Vegas (Nevada, Estados Unidos)
31 de enero de 2020
Texto: Pedro Alonso

‘The Best Of Foreigner 4 & More Live’. Así se ha llamado la residencia que ha realizado Foreigner en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos) del 24 de enero al 1 de febrero. Una residencia en la que han colgado el cartel de ‘sold out’ en las cinco actuaciones que han ofrecido en ‘la ciudad de pecado’. Un mérito sobresaliente teniendo en cuenta la competencia que tenían en Las Vegas durante la misma semana: Aerosmith, Carlos Santana, Van Morrison, además de un sinfín de atracciones en cada uno de los grandes hoteles que jalonan Las Vegas Boulevard, el famoso ‘The Strip’ que vertebra la ciudad.

Foreigner tocaban en The Venetian Theatre, el teatro del hotel The Venetian, el complejo que recrea el lado más lujoso de Venecia y que hasta cuenta con un pequeño canal por el que navegan góndolas con sus respectivos gondoleros cantando en italiano.

Los alrededor de 3.000 espectadores que llenaron el teatro tuvieron que atravesar pasillos espectaculares antes de desembocar en el bullicioso casino repleto de jugadores absortos en máquinas tragaperras e infinidad de juegos de mesa dirigidos por decenas de crupiers. Los americanos son especialistas en ver posibilidades de negocio, por eso no extrañó que varios fotógrafos retratasen a los asistentes para después venderles, nada más acabar el concierto, un recuerdo de la noche en la que vieron a Foreigner.

Ya en el interior destacaban los puestos de merchandise con precios no aptos para todos los bolsillos: camisetas a 40 dólares, llaveros a 15, libros de la gira firmados a 75… Unos precios que sin embargo no asustaron a una parte de la audiencia que se arremolinaba antes los stands. La media de edad de los asistentes superaba claramente los 50 años y los menores de 30 eran prácticamente una excepción.

Dentro del teatro también había varios voluntarios que vendían un CD en directo especial que Foreigner ha editado para recaudar fondos para el hospital infantil Shrines. Los compradores se llevaban un número y optaban a ganar una guitarra firmada por toda la banda.

Eran las ocho y diez de la tarde cuando las luces se apagaron y el público que llenaba el teatro se puso de pie. Allí salieron Foreigner con un enérgico Kelly Hansen al frente y al ritmo de Night Life. Tras un vistazo rápido llamó claramente la atención que solo había seis músicos y que faltaba el más importante; el fundador Mick Jones. Al público no parecía importarle, pero la situación pasó a mayores cuando la banda comenzó a imbuirse en pleno repertorio con Head Games, la celebrada Cold As Ice y la balada Waiting For A Girl Like You.

Y nadie decía nada. Kelly Hansen presentaba los temas como si nada, sin mencionar qué pasaba con Mick Jones. Sus 75 años recién cumplidos y los diferentes problemas de salud que ha padecido hacían temer lo peor. Apostaron por Dirty White Boy, la banda se mostraba compacta y musicalmente no se podía poner ningún pero. El exbajista de Dokken y Dio Jeff Pilson dejaba constancia de su clase, las guitarras sonaban en plenitud con Bruce Watson y un Thom Gimbel que maravilló con su dominio de diferentes instrumentos; como el saxo, la flauta travesera… Contundente la batería de Chris Frazier y elegante el teclado de Michael Bluestein. Y, sobre todo, soberbio un Kelly Hansen que destacó tanto por su gran voz como por su categoría de frontman. ¿Pero a día de hoy se puede considerar Foreigner a una banda que está en el escenario sin Mick Jones? Para muchos la respuesta es clara: un no rotundo.

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Mick Jones

Cuando los seguidores de Mick Jones habían perdido las esperanzas, después de media hora de concierto y en el sexto tema, Kelly Hansen se puso solemne para presentar al fundador de la banda, piedra angular de Foreigner y reputado productor, como destacó el vocalista que llegó a mencionar su trabajo en el 5150 de Van Halen. Y allí salió Mick Jones, por fin. Su entrada no pudo ser mejor enlazando dos de las grandes joyas de la banda; Long, Long Way From Home y Double Vision.

Acto seguido montaron un set acústico para tocar Girl On The Moon, tras la que Hansen realizó las presentaciones de la banda, y Say You Will. Volvieron a enchufarse con Feels Like The First Time coronada por un solo de Mick Jones y con otro de sus grandes hits; Urgent, con un sobresaliente solo de saxo de Thom Gimbel. Kelly Hansen interactuaba mucho con los fans y hasta correteaba por los pasillos del teatro para cantar entre la audiencia.

La banda se retiró para dejar el protagonismo a Bluestein y Frazier, quienes realizaron un solo compartido de teclado y batería. La fiesta volvió con Juke Box Hero en la que destacó Kelly Hansen mezclándose de nuevo con los aficionados y Mick Jones que dejó constancia de su clase en un solo de guitarra.

Para los bises la banda tenía preparada una sorpresa para sus seguidores de Las Vegas. Contaban con la colaboración de dos antiguos componentes que se sumaron al grupo llegando a juntar un total de nueve músicos sobre el escenario: el teclista original Al Greenwood y el bajista Rick Willis, miembro de la banda desde finales de los setenta y hasta comienzos de los noventa.

Además se sumó a escena un coro de decenas de jóvenes y juntos interpretaron el tema estandarte; I Want To Know What Love Is, con Mick Jones a los teclados. El contrapunto llegó con toda la intensidad de un Hot Blooded final que puso el colofón a un concierto de hora y tres cuartos que acabó con una audiencia plenamente entregada.

Pero los focos y la lectura de la noche están en esa primera media hora que la banda tocó sin Mick Jones. ¿Es el futuro de Foreigner? Algunos fans incluso podrían considerarlo como una banda tributo. Musicalmente no se les puede poner objeciones, pero seguro que también son de calidad otros espectáculos que atraen a miles de personas en Las Vegas y que recrean los conciertos de Michael Jackson, Prince, Elvis Presley o The Beatles.

Es factible que el futuro de las bandas clásicas pueda convertirse en una dinámica similar a la de los clubes de fútbol y que perduren cuando los miembros fundadores o clásicos dejen su sitio a otros músicos. ¿Qué pasará cuando se retiren definitivamente los Mick Jones, Rob Halford, Ian Hill, Paul Stanley, Gene Simmons y un largo etcétera? ¿Será el final de bandas como Foreigner, Judas Priest o Kiss, por poner tres ejemplos? ¿Seguirán con los componentes actuales más jóvenes, que se convertirán entonces en veteranos, y nuevos fichajes? El tiempo lo dirá, aunque la audiencia siempre tendrá la última palabra como ya sucede con los tributos, hologramas y demás novedades que se han incorporado al rock en los últimos lustros.

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