Jeff Watson, exguitarrista de Night Ranger, ha narrado su particular odisea tras someterse a una cirugía cerebral. La intervención principal se realizó hace dos semanas con objeto de drenar la sangre acumulada en la cavidad de su cerebro. El pasado miércoles Watson se sometió a otro procedimiento de cirugía para evitar que una arteria siguiera goteando.
Watson fue uno de los miembros fundadores de Night Ranger en 1982, donde permaneció hasta 1989 en su primera etapa. Posteriormente estuvo desde 1996 hasta 2007. También fue miembro de Mother’s Army durante los años noventa.
JEFF WATSON
«Estuve en la UCI durante dos semanas después de que me perforaran dos agujeros en el cráneo para acceder a mi cerebro y poner un tubo de drenaje para eliminar la sangre acumulada en la cavidad de mi cerebro hace 2 semanas para no morir…
Y todavía no lo he hecho… así que, gracias a un neurocirujano muy bueno y genial, todos estáis atrapados conmigo por un tiempo…
Y hace dos días, el miércoles, tuve otro procedimiento de cirugía cerebral para evitar que una arteria siguiera goteando en mi cavidad craneal…
Aquí está mi recuerdo del miércoles…
Mi día más extraño (que pueda recordar…) después de mi primera cirugía cerebral hace 14 días…
Llegué a radiología de la UCSF el miércoles por la mañana temprano para que me pusieran una bata y me conectaran vías intravenosas y múltiples manguitos de presión arterial. Luego, después de una hora más o menos, me llevaron a un quirófano repleto de equipos y artilugios que habrían dado envidia al Capitán Kirk.
Conectado a más máquinas y alimentado con oxígeno puro y suficiente sedación intravenosa para mantenerme despierto lo suficiente como para responder a las órdenes orales.
Me ataron el brazo derecho y me volvieron a colocar dos brazaletes de presión arterial, me vendaron la cabeza y me afeitaron y esterilizaron toda el área de la entrepierna, un verdadero equipo de boxes de NASCAR comenzó a atacarme como si ya estuviera perdiendo la carrera.
Directamente a mi izquierda había 9 grandes monitores de vídeo agrupados y colgando de un increíble sistema de techo móvil, y grandes cámaras de rayos X estaban justo encima de mi cabeza. Me adormecieron el brazo derecho con loción de lidocaína, llegaron los cirujanos (tres) y comenzaron a introducir la aguja /catéter por mi arteria hasta mi cerebro.
A medida que avanzaba, me indicaron que contuviera la respiración cada dos minutos para obtener más radiografías y escáneres cerebrales.
Cuando el fluido radiactivo golpeó mi cerebro, comencé a sentir un sabor metálico diferente a todo lo bueno que se haya preparado en una cocina.
Una vez que el catéter llegó a mi cerebro, sentí un dolor agudo extraño, tan extraño que me asusté mucho, y me aseguraron que a veces era de esperar y que por favor me quedara quieto.
Podía mover mis ojos lo suficiente para ver las pantallas a mi izquierda cuando el catéter golpeó mi cerebro y los vasos, del tamaño de ríos en la pantalla alrededor de mi cerebro, latían con cada latido del corazón… así que más asustado…
Eventualmente, el dolor en mi cerebro comenzó a disminuir lentamente a medida que retiraban lentamente el catéter y el procedimiento finalmente llegó a su fin…
Me enviaron a observación durante dos horas con pinzas en la muñeca derecha y las arterias, después de lo cual entró Yolande y me ayudó a vestirme y observó cómo me vendaban, me quitaban las vías intravenosas y las esposas, y me permitían firmar mis documentos de alta y deambular tratando de recordar dónde estacionamos el coche… (¡Gracias a Dios que Yolande tiene una memoria tan buena que acompaña a sus increíbles habilidades con las personas… nunca ha habido una esposa/pareja/enfermera más amable y hermosa!)
Ahora en casa, necesito dormir y nutrirme, así que más información una vez que mis sinapsis comiencen a reagruparse y mi memoria se recupere por completo. Y reconstruyendo mi conjunto de habilidades para intentar que mis manos vuelvan a estar en forma…)»
JW
