La décima edición de Leyendas Del Rock quedará en los anales, entre muchas cosas, por su clara apuesta por el thrash metal. Además de los ‘cuatro grandes’ alemanes el festival contaba con una de las bandas precursoras al otro lado del Atlántico; Overkill y su halo de auténtico ciclón en directo.
Quizás su posición de salida a las 20.40 del jueves se antojaba un poco temprana y también sorprendió que no fuesen uno de los grupos con más poder de convocatoria. El legado y la historia que arrastra Overkill les convierte sin duda en una de las bandas más grandes de esta edición del festival. Deberían haber actuado en horario de cabezas de cartel.
Como para muchos otros el sonido en lugar de aliado se convirtió en un palo en la rueda de Overkill, pero los de Nueva Jersey tienen demasiado motor como para que nada pueda lastrar su embestida. Sus temas más nuevos como Armorist, de White Devil Armory, o Electric Rattlesnake parecen tan clásicos como el Hammerhead del Feel The Fire que intercalaron en medio. Y ese es otro de los grandes méritos de los americanos, que están fraguando discos tan grandes como los que sacaban en los ochenta.
Siempre liderados por el incansable vocalista Bobby ‘Blitz’ Ellsworth se pusieron épicos en In Union We Stand y agresivos en Rotten To The Core. Bring Me The Night, del Ironbound, no desentonó entre tanto himno del thrash metal. Y todavía quedaban muchos más; End Of The Line, Hello From The Gutter…
El bajista D.D. Verni, el otro gran pilar de la banda, se mostró muy activo en los coros y en el liderazgo del grupo junto con ‘Blitz’. Con Overkill apretaron el acelerador y con Ironbound se extendieron mucho. El final de su actuación llegó con la nueva Bitter Pill y dos emblemas del grupo: Elimination y Fuck You. El sonido no se lo había puesto fácil, pero Overkill hoy por hoy sigue siendo uno de los pocos grupos prácticamente imbatibles en directo.
