PARADISE LOST, LUCIFER, Sala Stage Live, Bilbao

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 9

PARADISE LOST
LUCIFER
Sala Stage Live, Bilbao
7 de noviembre de 2015

La oscuridad propia del otoño

El otoño de 2015 pasará a los anales del metal como uno de los más prolíficos en cuanto a giras del estilo se refiere. Apenas una semana después del terremoto que produjeron Anthrax y Slayer y la réplica de Children Of Bodom, Bilbao vivía una nueva cita de enjundia al recibir a unos de los grandes pioneros del doom y el metal gótico; Paradise Lost.

Tan solo unos meses después del lanzamiento de The Plague Within, decimocuarto álbum de la banda de Halifax, los británicos llegaban a la sala Stage Live, el mismo local en el que había tocado Children Of Bodom una semana antes, para congregar una buena entrada pero sin acercarse al lleno que lograron los finlandeses encabezados por Alexi Laiho.

lucifer-metal journal 7-11-2015 pic 2

Paradise Lost venían con unos teloneros desconocidos, Lucifer, pero avalados por la presencia de un músico ilustre en sus filas; el guitarrista Gaz Jennings, uno de los mayores pilares de la extinta leyenda del doom británico; Cathedral. El grupo con sede en Alemania cuenta con la enigmática vocalista Johanna Sadonis (ex The Oath…) y con la sección rítmica formada por el bajista Dino Gollnick y el batería Andrew Prestidge.

Por el momento solo tienen un disco en el mercado, editado este mismo año; Lucifer I, que lógicamente fue la fuente de la que se nutrieron en su concierto de Bilbao. Comenzaron con Anubis, un tema con demasiadas reminiscencias del Snowblind de Black Sabbath. Lucifer aúna influencias de doom y stoner y un sonido con la referencia clara de los maestros de Birmingham.

En Stage Live encadenaron temas como Abracadabra, Sabbath, Purple Pyramid y White Mountain. El verdadero motor del grupo partía de la sólida guitarra de Jennings, cuyo sonido dominaba y articulaba perfectamente las canciones. Johanna no paraba de balancearse durante toda la actuación cantando de una forma un tanto sui géneris causando división de opiniones entre los espectadores y presentando los temas con una botella de vino en la mano. Cerraron con Morning Star e Izrael completando una actuación de 40 minutos y mostrando detalles de interés. Pero lo más importante es que sirven para que Gaz Jennings vuelva a estar plenamente activo.

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 1

PARADISE LOST

Eran las nueve en punto cuando los pioneros de Halifax abordaron la escena de la bilbaína sala Stage Live para abrir con una canción nueva; No Hope In Sight. Con unas lánguidas luces allí estaban ni más ni menos que cuatro miembros originales; el vocalista Nick Holmes, los guitarristas Greg Mackintosh y Aaron Aedy y el bajista Steve Edmondson.

La sorpresa fue la ausencia del batería Adrian Erlandsson, que actualmente está de gira con At The Gates. En su lugar los británicos contaban con el jovencísimo Waltteri Väyrynen, natural de Finlandia y músico ocasional de directo para Paradise Lost. Rebuscaron en las profundidades de su catálogo rescatando Widow, del Icon, y The Painless, del Gothic, para el agrado de sus viejos fans.

Holmes presentó a la banda diciendo que eran de Suecia aplicando su particular versión del humor británico. Acto seguido y haciendo gala de sinceridad advirtió de que esta noche iban a repasar The Plague Within con ahínco, por lo que quienes no lo habían escuchado no iban a estar en la mejor posición posible. Terminal fue la segunda de un total de siete canciones nuevas que interpretaron en la sala Stage Live.

Con Erased, del Symbol Of Life, el disco de 2002 con el que consiguieron reconciliarse con muchos fans tras demasiadas aventuras experimentales, llegó uno de los momentos más intensos de la noche. Los seguidores en Bilbao no pararon de cantar el estribillo a pleno pulmón. Praise Lamented Shade rescató el disco In Requiem y se benefició de los sonidos de teclados grabados, que están presentes en buena parte de la actuación de los ingleses.

Nick Holmes, que actualmente también milita en Bloodbath, se mostró sólido en los diferentes registros que le exigían las canciones. Los seguidores de Paradise Lost son conscientes de la habitual y aparente apatía que muestra el grupo sobre los escenarios. Su función se ciñe al plano musical y salvo Aaron Aedy, que no para de moverse, el resto parecen totalmente indolentes y ensimismados en un mundo paralelo.

Tras Victim Of The Past, llegó el momento esperado por los seguidores de una de sus mejores etapas; la de Draconian Times. En Bilbao sonó Enchantment que se convirtió en una de las fases más trascendentes del show.

Holmes anunció que iban a tocar dos canciones del nuevo The Plague Within; una rápida y otra lenta. Para la primera, Flesh From Bone, incluso pidió que se agitaran sus fans. Tras la tempestad la calma la puso Beneath Broken Earth. Los seguidores reaccionaron con ímpetu al anuncio de otro de sus clásicos añejos; As I Die, del Shades Of God. Greg Mackintosh se aferró a su guitarra, se encargó de los solos y se mostró muy distante, exclusivamente centrado en su cometido.

Con Requiem completaron una hora sobre el escenario finiquitando la primera parte de su concierto. Se retiraron a camerinos para volver unos minutos después con Return To The Sun. El segundo de los bises llegó con Faith Divides Us – Death Unites Us, el tema homónimo de su disco de 2009. En esta etapa final de su actuación volvieron a acentuar la importancia de su nueva obra con otro tema más;  An Eternity Of Lies. Los fans reconocieron de inmediato la entrada de Say Just Words, uno de sus clásicos más aclamados, que les sirvió para cerrar un concierto de una hora y veinticinco minutos.

Paradise Lost hicieron lo justo para salir airosos pero sin ningún tipo de alardes. Es evidente que a estas alturas, salvo Aaron Aedy, el resto de la banda no va a cambiar su prácticamente nula puesta en escena, pero sí podrían haber extendido su actuación. Dos o tres clásicos más, especialmente en un concierto en el que el nuevo disco prácticamente ocupó la mitad del mismo, hubieran servido para decantar la balanza a su favor, una balanza que en Bilbao se quedó oscilando a ambos lados, dependiendo del cristal con el que se miró.

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 2

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 3

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 4

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 6

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 8

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 7

paradise lost-metal journal 7-11-2015 pic 5

LUCIFER

lucifer-metal journal 7-11-2015 pic 1

lucifer-metal journal 7-11-2015 pic 3

lucifer-metal journal 7-11-2015 pic 4

'); var MainContentW = 1000; var LeftBannerW = 120; var RightBannerW = 120; var LeftAdjust = 5; var RightAdjust = 5; var TopAdjust = 80; ShowAdDiv(); window.onresize=ShowAdDiv; }