Zurbarán Rock Burgos es todo un acontecimiento. Un festival gratuito en plena ciudad castellana que convierte el entorno del Parque de San Agustín en una comunidad heavy en la que no falta de nada. Un escenario principal y otro secundario, barras de bebida y comida, merchandise, un mercadillo heavy… Y todo ello rodeado de bares que complementan a la perfección los servicios que ofrece el festival.
Un entorno ideal para albergar un cartel que comprende casi una veintena de bandas en dos jornadas en el que destaca una sobresaliente representación internacional. Diferentes estilos que van desde el hard rock melódico hasta tendencias mucho más extremas tienen cabida en los escenarios del Zurbarán Rock Burgos.
El principal reclamo de la primera jornada que se celebró ayer fue la actuación de Ronnie Atkins, vocalista de Pretty Maids y también uno de los cantantes importantes de Avantasia en los últimos tiempos, además de otros proyectos como Nordic Union o su propia carrera en solitario que le ha ocupado de lleno en los últimos años con hasta tres lanzamientos consecutivos. El último; Trinity, publicado el año pasado.
La de anoche fue una lección más de vida que ofreció un Ronnie Atkins que desde 2019 lleva luchando contra un cáncer de pulmón. Una enfermedad que ha afrontado con determinación y que incluso le ha hecho redoblar su pasión por la música desarrollando una carrera en solitario prácticamente sin descanso. Esto lo ha compaginado con sus compromisos con Avantasia y recientemente con la vuelta a la vida de su banda de siempre; Pretty Maids.
Anoche comenzaron con temas en solitario de Ronnie; como Rising Tide, I Prophesize y una canción cuyo título tiene un fuerte significado; If You Can Dream It (You Can Do It) (Si puedes soñarlo (puedes hacerlo)). El primer guiño a Pretty Maids llegó con la sensacional We Came To Rock, toda una declaración de intenciones.
Ronnie Atkins tanto físicamente como en lo que se refiere a su voz mantiene intactas todas sus capacidades. Se pudo apreciar en la introducción suave del emotivo Make It Count, que dio paso a varios cortes de su último disco; Paper Tiger, Soul Divine, la intro de guitarra Via Dolorosa y Godless.
Atkins vino acompañado de una banda de peso: su compañero en Pretty Maids Chris Laney (guitarra y teclados), Allan Sørensen (batería, excomponente de Pretty Maids, Narita, Royal Hunt…), Pontus Egberg (bajo, King Diamond, Treat, The Poodless…) y Marcus Sunesson (guitarra, Cyhra, Engel…).
La clase de Ronnie Atkins transitó anoche en Burgos desde el hard rock melódico hasta el heavy metal con ese toque tan especial que tiene el cantante danés. Unsung Heroes, Real y Trinity fueron tres claros ejemplos. El vocalista presentó un tema de Pretty Maids que no suelen tocar en directo y que él lo ha recuperado para su propia banda: A Place In The Night.
Con One Shot los aficionados se animaron antes de que Ronnie anunciara la última canción. Se trataba de Little Drops Of Heaven de Pretty Maids, que los espectadores corearon a pleno pulmón. Pero no podía terminar así el concierto. Volvieron a salir con la intro de Future World, que anticipó una de las mejores canciones del heavy europeo y que la parroquia de Burgos y de alrededores agradeció sobremanera. Acto seguido se despidieron definitivamente con Rodeo completando una gran actuación en la que Ronnie Atkins triunfó a su paso por Zurbarán Rock Burgos. Solo se echó de menos algún clásico más de Pretty Maids, como Back To Back o Red, Hot And Heavy.
El escenario principal había sido testigo de tres actuaciones antes de la de Ronnie Atkins. Lèpoka abrieron la tarde con su particular folk metal con instrumentos como el violín, la gaita y la flauta y con un escenario decorado. Allí presentaron su último disco; Dios Está Borracho.
Los segundos en liza fueron otros grandes clásicos: los escoceses Heavy Pettin con el vocalista Steve ‘Hamie’ Hayman al frente. Ofrecieron una actuación dinámica y entretenida con muchos temas de sus discos más conocidos; Lettin Loose (1983) y Rock Ain’t Dead (1985).
Algunos de sus mejores momentos incluyeron las canciones Rock Ain’t Dead, Roll The Dice, Sole Survivor o Rock Me con la audiencia compartiendo los coros. Ya en la recta final interpretaron In And Out Love, Hell Is Beautiful, Break It Down y Throw A Party.
Los terceros fueron los franceses Nightmare, una banda con una larga trayectoria que se remonta a finales de los años setenta y que ha vivido infinidad de cambios en su formación. Desde 2022 cuentan con la vocalista Barbara Mogore al frente, que alternó voces limpias con guturales. Transitaron entre el heavy y el power metal y destacaron por su actitud en escena.
Tras la actuación de Ronnie Atkins llegó otro de los grandes momentos de la primera jornada. El concierto de la banda alemana de hard rock melódico The New Roses. Un grupo con 17 años de trayectoria y cinco discos en el mercado. Anoche se ganaron a la audiencia a base de unas canciones pegadizas y bien interpretadas. Y todo ello sazonado por la labor del frontman, Timmy Rough, que conquistó a los espectadores a base de entrega. Hasta se mezcló entre los aficionados en medio de una de las canciones. Honraron a Neil Young con Rockin’ In The Free World y desplegaron una buena muestra de su esencia con un completo repertorio que rubricaron con Thirsty.
Ya de madrugada les llegó el turno a los gallegos Dark Embrace con las temperaturas más bajas de la jornada. Apostaron por lo que ellos denominan ‘dark heavy metal’ y cambiaron completamente las tornas con respecto a las dos actuaciones anteriores.
RONNIE ATKINS
HEAVY PETTIN
THE NEW ROSES
NIGHTMARE
DARK EMBRACE
LÈPOKA