Unidas en un comunicado conjunto, salas de conciertos, teatros y carpas de circo han rechazado cualquier reducción aforo, porque convertiría sus actividades “automáticamente en insostenibles y las estigmatiza como contagiosas”. Este escrito emitido por las principales entidades del sector de las artes y la música en España está dirigido a las administraciones públicas, a las que solicitan una interlocución urgente para planificar medidas de reapertura “en cuanto se supere la actual crisis sanitaria”, creada por el coronavirus (Covid-19).
En la semana en la que se decretó el estado de alarma a mediados de marzo, el Gobierno de España estableció una reducción hasta un tercio del aforo para las salas y teatros con capacidad inferior a 1.000 espectadores. Los eventos más grandes se prohibieron totalmente. Esa medida apenas estuvo vigente unos días. Si volvieran a aplicarse esas medidas, tal como defienden los firmantes, sus actividades no serían sostenibles.
Entre los firmantes del comunicado se encuentran FAETEDA (Federación Estatal de Asociaciones de Empresas Productoras de Teatro y Danza), APM (Asociación de Promotores Musicales) o ACCES (Asociación Estatal de Salas de Música en Directo).
Hasta que se pueda recuperar la actividad en su totalidad, “la situación deberá continuar siendo considerada como de fuerza mayor, de manera que las medidas de ayuda tanto laborales, sociales y fiscales deben continuar vigentes”, reclaman.
Tanto teatros como salas de conciertos se han ofrecido para analizar posibles protocolos, como medidas sanitarias y de higiene, que se podrían aplicar de forma temporal. De este modo se podría “garantizar la seguridad de trabajadores y público contando siempre con el consenso de las autoridades sanitarias y con la ayuda de la Administración”.
Asimismo, solicitan “parámetros de coherencia” en relación con las medidas que se tomen mientras se busca progresivamente la normalidad. Por eso piden que se apliquen en todos los ámbitos en los que haya grandes concentraciones de público, como medios de transporte, centros comerciales o grandes superficies. También piden campañas para volver a fomentar el consumo cultural.
