Hoy hace justo 30 años que un terrible accidente de tráfico segó la vida de uno de los guitarristas más imaginativos del heavy metal. Aquel fatídico 17 de octubre de 1993 un conductor ebrio reincidente se saltó la mediana e impactó contra el coche en el que viajaban Criss Oliva junto con su mujer Dawn.
En el accidente, que se produjo en Florida, Criss Oliva falleció en el acto y Dawn sobrevivió. Aquel trágico día terminó lamentablemente con la impresionante carrera de un músico que apenas tenía 30 años, pero que ya había dejado numerosas obras y muestras de su talento para la posteridad.
El nombre de Criss Oliva siempre irá indisolublemente unido a Savatage, el monumento de heavy metal que fundó junto con su hermano Jon Oliva en 1983, tras cambiar el nombre del grupo Avatar con el que llevaban unos años funcionando. Previamente había militado en Tower y su nombre también estuvo asociado a Black Diamond y Metropolis U.S.A.
Los primeros lanzamientos de Savatage fueron Sirens (1983) y el EP The Dungeons Are Calling (1984). Al año siguiente firmaron un contrato con Atlantic Records despegando la carrera de la banda con nuevos discos; Power Of The Night (1985) y Fight For The Rock (1986).
1987 marcó un giro radical en la carrera de Savatage cuando establecieron un vínculo duradero con el productor Paul O’Neill, cuyos primeros frutos se tradujeron en Hall Of The Mountain King (1987) y Gutter Ballet (1989). La cima del éxito les llegó con Streets: A Rock Opera (1991), aunque la contrapartida fue la marcha de Jon Oliva de la banda.
Criss asió las riendas de Savatage y consiguió resurgir rápidamente con un nuevo vocalista a bordo, Zachary ‘Zak’ Stevens, y otro extraordinario disco de estudio, Edge Of Thorns, que salió a la venta en 1993, apenas medio año antes del fallecimiento de Criss. El guitarrista se encontraba en la plenitud de su carrera cuando le arrebataron la vida de una forma tan injusta. Siempre quedará la duda de todo lo que podría haber seguido aportando al mundo de la música…
