BARCELONA ROCK FEST 2022
Segunda jornada
Viernes 1 de julio de 2022
Parc de Can Zam, Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)
Texto y fotos: Pedro Alonso
Barcelona Rock Fest 2022 – Galería de fotos (Segunda jornada)
REEF
Desde Glastonbury en Inglaterra llegaba Reef, una banda de rock alternativo capaz de fusionar diferentes estilos y que tuvo un éxito notable en los años noventa, la década en la que se formaron. Tras un parón desde 2003 a 2010, en todos estos años han seguido activos y hasta han editado un par de discos: Revelation en 2018 y el último; Shoot Me Your Ace (2022), hace tan solo unos meses. “Muchos no sabéis quiénes somos, y nosotros tampoco a menudo”, bromeó el vocalista. Llegaron a presentar algún tema nuevo y en la parte final se centraron en los discos Glow (1997) con I Would Have Left You, Summer’s In Bloom y Yer Old y Revelation (2018) con Precious Metal y la canción homónima con aires a lo AC/DC. “Está quizás la conocéis”, anunció el vocalista cuando presentó la versión de The Chain de Fleetwood Mac.
EVIL INVADERS
La actuación de Diamond Head tuvo que aplazarse un día, porque los británicos habían tenido problemas con los vuelos. Su lugar lo ocuparon los locales BlackØwl, quienes ya habían actuado la jornada anterior como apertura del festival. En ese momento la carpa se encontraba abarrotada para presenciar la propuesta de Evil Invaders, una joven pero asentada banda de Bélgica que ondea su pasión por el thrash/speed metal old school. Un estilo que revitalizan con su enérgica puesta en escena.
Metal por los cuatro costados era lo que se respiraba en el escenario ‘Rock Tent’ gracias a unos Evil Invaders que llegaban para presentar su último y reciente disco de estudio, Shattering Reflection (2022). Heavy metal acelerado y speed thrash convergían en una banda comandada por Joe, vocalista y guitarra, que profería algunos alaridos que recordaban a varios de los clásicos del género. Temas como Tortured By The Beast, Broken Dreams In Isolation o el nuevo Die For Me calentaron el ambiente hasta desatar varios circle pits en las primeras filas.
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KONTRUST
Kontrust eran bastante desconocidos para la gran mayoría de espectadores de Barcelona Rock Fest, aunque la banda de Austria lleva más de dos décadas en activo. Los últimos tiempos han sido una locura en el seno del grupo. Después de bastante tiempo de inactividad, a mediados del mes pasado anunciaron la baja de tres componentes. Entre ellas la de la vocalista Agata Jarosz. Un día después confirmaron la inclusión de la cantante Julia y del batería Joey.
Con la nueva formación emprendieron una ruta por grandes festivales, como Graspop Metal Meeting y Hellfest Open Air o los españoles Barcelona Rock Fest y Resurrection Fest. El grupo destaca desde el primer minuto por sus atuendos típicos de Austria. Cuentan con dos vocalistas y lo que a primera vista parecían dos baterías, aunque una era de congas.
En Barcelona Rock Fest resultaron entretenidos con su crossover repleto de diferentes influencias. Sonaron tribales y eclécticos, y dejaron su carta de presentación con temas como Dance, Just Propaganda, On The Run, Hey DJ! o Bomba, con el que finalizaron.
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CRISIX
Jugaban en casa y así se percibía en la cercanía que Crisix demostró con sus fans. Los de Igualada llegaba a Barcelona Rock Fest tras haber actuado en Hellfest Open Air. Y en Can Zam lo hicieron con su batería, Javi ‘Carry’, que no pudo estar en el festival francés. Enmascarado y con peluca, así salió el vocalista Juli ‘Bazooka’, quien inmediatamente se despojó del disfraz para comenzar su habitual headbanging luciendo una camiseta de Judas Priest. Macarena Mosh fue su primer tema y desde el minuto uno comenzaron los ‘circle pits’.
Crisix destacan por su thrash metal fresco y su actitud desenfadada, que unida a una legión de seguidores los llevó en volandas. El propio Juli confesó que había sido la semana más difícil de su vida y agradeció sobremanera la acogida del público. Leech Breeder fue un alegato contra los maltratadores y Full HD representó al nuevo disco de los catalanes, publicado el pasado mes de abril.
En Get Out Of My Head pidieron que todo el público se sentara, antes de acometer un medley con Hit The Lights (Metallica), Walk (Pantera) y Antisocial (Anthrax versión de Trust) cantado por el guitarrista Busi y en el que todos se intercambiaron los instrumentos. En la recta final interpretaron G.M.M. (The Great Metal Motherfucker) en la que organizaron un ‘wall of death’, Bring’em To The Pit y Ultra Thrash con los dos guitarristas tocando entre el público. Crisix fueron una vez más profetas en su tierra.
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ALESTORM
Alestorm son unos habituales en los festivales y llegan especialmente a la audiencia más joven con su folk power metal festivo. En Barcelona Rock Fest realizaron una parodia sobre Manowar, que ya se pudo adivinar desde la pantalla que los anunciaba como ‘Kings of pirate metal’ (Reyes del metal pirata) con el logo de Alestorm imitando al de Manowar.
No faltó el enorme pato amarillo gigante en mitad del escenario ni las ganas de divertirse tanto de músicos como de fans. Las bromas relacionadas con Manowar fueron recurrentes durante todo su concierto. Christopher Bowes se arrancó con el Kings Of Metal y no paraba de realizar el clásico símbolo de la banda de Eric Adams y Joey DeMaio con los brazos.
Comenzaron con Keelhauled, Treasure Chest Party Quest y Mexico siempre comandados por un Bowes que alternaba la voz con el keytar (teclado en forma de guitarra) y que animaba a los fans. Los coros y las melodías folk pusieron a bailar a una parte de la audiencia que se animó con la propuesta divertida de Alestorm. Sin embargo, la respuesta del público no fue tan entusiasta como se pudo ver en Leyendas Del Rock en 2019, donde la media de edad de los fans era más baja.
A Barcelona llegaban con un nuevo disco recién estrenado unos días antes; Seventh Rum Of A Seventh Rum, del que presentaron varios temas: Magellan’s Expedition, la discotequera P.A.R.T.Y. y el tema título que tocaron por primera vez en directo en Barcelona Rock Fest. Pero también repasaron su catálogo con canciones como The Sunk’n Norwegian, Hangover, la versión de Taio Cruz en la que contaron con un invitado, Alestorm…
Ya en la recta final enlazaron Drink, Pirate Metal Drinking Crew, Fucked With An Anchor y Shit Boat (No Fans) completando un show entretenido y divertido que hizo bailar a muchos de sus fans. Christopher Bowes apuró la parodia hasta el final y presentó a la banda como si fueran los miembros de Manowar.
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UFO
La gira ‘Last Orders – 50th Anniversary’ de UFO llegó a Barcelona Rock Fest en la que presuntamente será la última actuación de la banda en España. Si no se echan atrás, como otras bandas legendarias, están inmersos en una gira de despedida que dirá el adiós definitivo en Atenas (Grecia) el 29 de octubre de este año.
Y si en verdad la de Barcelona fue la última actuación en España dejaron el mejor de los recuerdos de una banda que ha ayudado a definir y consolidar los pilares del hard rock y el heavy metal en cinco décadas de trayectoria. Y además con dos miembros originales a bordo; el vocalista Phil Mogg y el batería Andy Parker, junto con otros dos músicos consolidados en los UFO del siglo XXI: el guitarrista fuera de serie Vinnie Moore y el bajista Rob De Luca. A ellos se une el teclista y guitarrista Neil Carter, que ya estuvo en la banda desde 1980 a 1983 y que volvió en 2019 tras el fallecimiento de Paul Raymond. Neil Carter fue escudero de Gary Moore durante los años ochenta apoyando en una de las mejores etapas del guitarrista norirlandés.
Iniciaron su actuación con Fighting Man del disco Sharks (2002), la única canción de su repertorio que no miró a su época dorada de los años setenta. Se centraron en el álbum Obsession (1978) enlazando Only You Can Rock Me y Cherry, paso previo a uno de los momentos más emotivos con Love To Love, introducida por el teclado de Neil Carter. El aspecto frágil de Phil Mogg contrasta con una voz que aún mantiene la esencia y la personalidad que le han llevado a ser uno de los grandes vocalistas del rock.
El motor y el impulso de UFO lo aporta un sensacional Vinnie Moore, cuya actuación fue toda una clase magistral para los guitarristas. Ha sabido entender el sentido de UFO a la perfección sin buscar los ecos de Michael Schenker y sin pretender demostrar lo guitar hero que es. Cada nota y cada solo encajan plenamente en el puzzle de UFO. Sin salir de Lights Out (1977), apostaron por Too Hot To Handle y el propio Lights Out en un repertorio plagado de clásicos.
Uno de los momentos más intensos de su actuación llegó con la extensa Rock Bottom que superó los 10 minutos y en la que Vinnie Moore estuvo desatado. El colofón llegó con Doctor Doctor, la canción más reconocida por todos, y Shoot Shoot. UFO completó una extraordinaria actuación de una hora que dejó un sabor agridulce entre sus seguidores de corazón. Por una parte, felices por haberlos visto una vez más y, por otra, tristes pensando que puede que sea la última. El tiempo dirá…
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ALICE COOPER
“Bienvenidos al castillo de Alice Cooper”. Así comenzó la actuación con mayúsculas que Alice Cooper ofreció en Barcelona Rock Fest. Un show que como bien habían anunciado estaba ambientado en un castillo y en el que música y espectáculo se fusionaron al más alto nivel. Todo ello de la mano de una de las mayores leyendas del rock, maestro del shock rock y un verdadero privilegiado que sigue manteniendo sus capacidades intactas a los 74 años.
El inicio fue de infarto con Feed My Frankenstein, No More Mr. Nice Guy, Bed Of Nails y Hey Stoopid. Una entrada que dio idea de lo que se venía encima. Una banda que sonaba espectacular, un despliegue escénico y un Alice Cooper ejerciendo de maestro de ceremonias. Dieron un salto temporal de 46 años enlazando Fallen In Love de Paranormal (2017) en la que Alice tocó la armónica con Be My Lover y Under My Wheels de Killer (1971).
La melodía envolvente y el show de He’s Back (The Man Behind The Mask) triunfó en Can Zam, paso previo a Go To Hell, en la que una mujer pertrechada con un látigo se paseó amenazante. Los grandes clásicos; I’m Eigthteen, Poison y Billion Dollar Babies, elevaron más si cabe la temperatura en Barcelona Rock Fest. Una tensión perfecta para que Nita Strauss pudiera lucirse con un llamativo solo de guitarra.
Cambios de vestuario y atrezzo, monstruos, bebés gigantes, cabezas enormes, representaciones… Todo entra dentro del surrealismo y del horror que confieren la categoría de únicos a los espectáculos de Alice Cooper. Roses On White Lace recuperó la época ochentera antes de volver a los inicios de su carrera con My Stars.
Parte fundamental de los impresionantes conciertos que ofrece Alice Cooper radica en una banda sólida y sobresaliente que cuenta con tres guitarristas; Ryan Roxie, Tommy Henriksen (compañero también de Alice en Hollywood Vampires) y Nita Strauss. La sección rítmica la componen el bajista Chuck Garric y el batería Glen Sobel (Hollywood Vampires, Impellitteri…). Alice se tomó un descanso y la banda asumió el protagonismo en Devil’s Food y The Black Widow con solo de batería incluido, en el que Sobel no paró de realizar malabares.
El cenit del show llegó con los habituales números de la camisa de fuerza, el bebé, la guillotina y la posterior reaparición de Alice Cooper, todo ello amenizado por los temas Steven, Dead Babies, I Love The Dead y Escape. Los americanos completaron un show de hora y media con el bis esperado por todos los fans: School’s Out, en el que incluyeron Another Brick In The Wall pt. 2 de Pink Floyd.
Hay muy pocas leyendas que puedan enarbolar la vara de mando con tanta dignidad después de más de cinco décadas de trayectoria. Alice Cooper dictó sentencia en Barcelona Rock Fest.
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MERCYFUL FATE
Prácticamente sin tiempo para digerir la actuación que había ofrecido Alice Cooper en Can Zam, una buena parte de los asistentes ya tenía su mente puesta en Mercyful Fate. La oscuridad de la noche ya entrada era la mejor ambientación posible para recibir la propuesta tenebrosa de los daneses. Un telón con el logotipo de la banda aportaba más misterio a la tensión reinante.
El telón se descolgó y se pudo divisar un inmaculado escenario que parecía construido en mármol blanco. Una escalinata subía a una especie de ring coronado con un bloque en el que lucía una estrella de cinco puntas metida en un círculo. Una cruz invertida lo presidía todo. Y allí estaba él. King Diamond portaba una llamativa máscara, las tibias en el micro y acaparó toda la atención durante unos segundos. La banda arremetió con The Oath y la tensión acumulada se liberó de inmediato.
Mercyful Fate fraguó su leyenda en los años ochenta, posteriormente lo dejaron en lo más alto, volvieron a la actividad en los noventa y se diluyeron nuevamente quedando en un limbo en todo lo que va de siglo, salvo unas apariciones puntuales. En 2019 se reunieron, aunque sorpresivamente sin la presencia de uno de los guitarristas emblemáticos: Michael Denner. La enfermedad y la muerte del bajista Timi Hansen ese mismo año fue un enorme mazazo que obligó a remodelar la formación. A King Diamond y al guitarrista Hank Shermann, ambos componentes fundadores, se unen el batería Bjarne T. Holm y el guitarrista Mike Wead, miembros de la banda en los noventa, y el bajista Joey Vera (Armored Saint, Fates Warning) para suplir a Timi Hansen.
King Diamond presentó el tema nuevo, The Jackl Of Salzburg, que han estrenado en esta gira y que formará parte de su próximo disco de estudio. Se retrotrajeron a sus inicios con A Corpse Without Soul y con el vocalista desenmascarado, pero luciendo otro atuendo sorprendente. Llevaba una corona con una cruz invertida y una toquilla que le caía por la espalda. Hay quien ha trazado paralelismos entre la nueva presencia escénica de King Diamond en Mercyful Fate con Tobias Forge de Ghost como si las influencias fueran cíclicas. Posteriormente King Diamond se puso su sombrero de copa habitual y portó el cetro en una imagen mucho más reconocible para los fans.
Heavy metal de alto voltaje es lo que aportaba la banda con el duelo de guitarras de Hank Shermann y Mike Wead y una sección rítmica contundente con Bjarne T. Holm y Joey Vera. Los clásicos se encadenaban; Black Funeral, A Dangerous Meeting, Doomed By The Living Dead, Melissa… dando prioridad prácticamente absoluta a su material más clásico de los ochenta y desestimando su etapa de los noventa.
King Diamond mantenía todos sus registros habituales con los agudos imposibles, los graves desgarradores y una mirada que congelaba la sangre. Entre sombras destacaba su figura. Ascendía la escalera y se apostaba en la cúspide del escenario retando a sus fans y dejando su personal sello grabado a fuego en los asistentes a Barcelona Rock Fest. Ya en la recta final descargaron toda una artillería de clásicos con Curse Of The Pharaohs, Evil y Come To The Sabbath.
El heavy metal triunfó en la noche de Can Zam gracias a una banda que lo ha engrandecido desde una perspectiva oscura y de culto, y que ha vuelto a la vida para alegría de su legión de fans. Se retiraron del escenario y tardaron una eternidad en volver, pero lo hicieron con Satan’s Fall. Un broche para una actuación para el recuerdo. Mercyful Fate.
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BLIND GUARDIAN
Costaba reponerse después de las actuaciones de Alice Cooper y Mercyful Fate, pero la pantalla reflejando la portada del disco Somewhere Far Beyond de Blind Guardian era una motivación más que suficiente, especialmente para la vieja legión de fans de los alemanes. De hecho, el cuarto disco de la banda de Krefeld acababa de cumplir 30 años, y este verano lo están celebrando por todo lo alto.
El primer tema, sin embargo, fue Into The Storm de Nightfall In Middle-Earth. Los fans medianamente avezados se percataron de inmediato de que algo raro sucedía. ¿Dónde estaba el guitarrista Marcus Siepen? En la presentación fue el vocalista Hansi Kürsch quien despejó las dudas. “No se ha hecho invisible”, comento el cantante. Marcus había dado positivo en covid y se encontraba en cuarentena, aunque estaba bien. Lamentablemente los fans de Barcelona iban a presenciar algo excepcional: Blind Guardian con un solo guitarrista. Welcome To Dying recuperó los ánimos de los seguidores, que tenían que confiar en André Olbrich para que rellenara todo el sonido de las guitarras.
Había llegado el momento de Somewhere Far Beyond, un álbum que en Santa Coloma de Gramenet interpretaron prácticamente en su totalidad. Comenzaron con Time What Is Time, Journey Through The Dark y Black Chamber para la alegría de los fans veteranos que rebobinaron hasta la inocencia de los primeros años noventa. Una época en la que precisamente bandas como Blind Guardian ayudaron a recuperar el heavy metal en Europa, entonces en horas muy bajas.
En lugar de interpretar Theatre Of Pain, dieron un giro y apostaron por Time Stands Still (At The Iron Hill), de nuevo del Nightfall In Middle-Earth. El motivo, según explicó Hansi, fue la ausencia de Marcus Siepen, quien tenía que cantar partes de Theatre Of Pain. Volvieron a Somewhere Far Beyond con The Quest For Tanelorn y Ashes To Ashes. Meritorio a más no poder era el trabajo que realizaba André Olbrich rellenando el sonido y haciendo olvidar que faltaba una parte importante de Blind Guardian sobre el escenario de Barcelona Rock Fest. Al bajo se encontraba el neerlandés Johan Van Stratum, quien sustituye a Barend Courbois, que actualmente toca con Michael Schenker. Completaba la formación el veterano teclista Mi Schüren y el batería Frederik Ehmke.
Uno de los momentos de mayor comunión con la audiencia llegó con The Bard’s Song – In The Forest, cantada con la ayuda de los fans, y con The Bard’s Song – The Hobbit. Las gaitas de The Piper’s Calling dieron paso a Somewhere Far Beyond en el cierre del repaso al cuarto y fundamental disco de la banda alemana.
En principio Blind Guardian tenía una hora asignada, aunque prolongaron notablemente su actuación dejando tiempo para los bises con Mirror Mirror y Valhalla completando un concierto de una hora y veinte minutos con un repertorio soñado para todos los viejos fans de Blind Guardian. Fue una pena que faltara Marcus Siepen para redondear una actuación que hubiera sido memorable con toda la banda en el escenario. Sin embargo, buena parte de la audiencia disfrutó mucho con el concierto de los alemanes.
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ROSS THE BOSS
Independientemente de los motivos del desacuerdo entre Manowar y Barcelona Rock Fest, hay que reconocer que el rápido movimiento de contratar a Ross The Boss a última hora fue una jugada maestra por parte del festival. Manowar no iban a actuar en Barcelona, pero sus canciones sí iban a estar presentes de la mano de quien fue el guitarrista de la banda en los seis primeros discos. Sin duda la mejor etapa del grupo americano de heavy metal.
La extensión del show de Blind Guardian retrasó el concierto de Ross The Boss hasta las dos de la mañana, pero no había duda de que los heavies más irreductibles no se iban a arredrar. Allí estaban con los brazos apuntando al cielo cuando la banda de Ross The Boss comenzó un repertorio absolutamente dedicado a Manowar con Blood Of The Kings, The Oath y Sign Of The Hammer. Heavy metal a la máxima potencia con un Ross The Boss inquebrantable cuya guitarra reinaba en la madrugada de Barcelona.
Canciones como Thor (The Powerhead), Wheels Of Fire y Blood Of My Enemies exaltaban los ánimos de los fans de Manowar. Al frente se encontraba un meteórico Marc Lopes, que no paraba de moverse de un lado al otro del escenario. Lleva ya seis años en la banda de Ross The Boss y se nota claramente su compenetración. Al bajo llamaba la atención la presencia de Dirk Schlächter (Gamma Ray, Avalanch) tocando los temas de Manowar después de verlo en Gamma Ray las últimas tres décadas. La vuelta de Kai Hansen a Helloween ha reducido la actividad de Gamma Ray a la mínima expresión, por lo que Dirk ha tenido que buscarse la vida en los últimos años.
Black Wind, Fire And Steel reivindicó Fighting The World, y Battle Hymn ejerció de himno en plena madrugada mientras Ross The Boss se concentraba en su guitarra que emanaba puro heavy metal. La traca final llegó con Kill With Power, Fighting The World y Hail And Kill cerrando una hora de concierto con el protagonismo absoluto de la música de Manowar. Está claro que no resarció plenamente a los seguidores de la banda de Joey DeMaio y Eric Adams, pero sí ayudó a paliar su ausencia.
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Avantasia, Nightwish, Dropkick Murphys, Accept, Jinjer, Gotthard… en Barcelona Rock Fest 2022
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