Brian May, el legendario guitarrista de Queen, ha confesado que ha estado “muy cerca de la muerte” a consecuencia de lo que él ha definido como un “pequeño ataque al corazón”. El músico británico ha desvelado sus problemas de salud a través de un vídeo en Instagram, una red social en la que se muestra muy activo.
“En medio de toda la saga del dolor en la parte trasera, tuve un pequeño ataque al corazón. Digo pequeño, no es algo que me haya hecho daño. Fueron unos 40 minutos de dolor en el pecho y la tensión. Es esa sensación en los brazos y el sudor. Y como puedes saber, has escuchado cosas y piensas: ‘Esto es un ataque al corazón’. Para abreviar una larga historia, mi maravilloso doctor me llevó al hospital y me hicieron un angiograma”, detalla el guitarrista.
Los médicos lo trataron como un caso de emergencia. “En realidad resultó que tenía tres arterias congestionadas y en peligro de bloquear el suministro de sangre a mi corazón”. Después de una “increíble operación” salió del hospital sintiendo “como si nada hubiera pasado”. “Salí con un corazón muy fuerte. Así que creo que estaré en buena forma por algún tiempo”. La operación consistió en la colocación de tres stents (un tubo pequeño de malla de metal que se expande en la arteria).
May se siente positivo después de este mal trago que ha tenido que superar. “Estoy increíblemente agradecido de saber que tengo una vida por llevar de nuevo. En realidad, estuve muy cerca de la muerte por esto, pero el dolor que tenía venía de algo completamente diferente. Es curioso cómo funcionan las cosas… Estoy bien, estoy aquí y estoy listo para rockear”, sentencia.
El dolor al que se refiere May provenía un desgarro de los músculos del glúteo. Tras unos días que ha definido como agónicos descubrió que tenía un nervio ciático comprimido.
