DEEP PURPLE
Teatro Romano de Mérida
23 de septiembre de 2022
La legendaria banda británica Deep Purple, unos de los grandes pioneros y patas sobre las que se asienta el hard rock, ha desembarcado en España esta semana para actuar en dos lugares emblemáticos. Ayer lo hicieron en el Teatro Romano de Mérida, Patrimonio de la Humanidad desde 1993, dentro del festival Stone And Music Festival, y esta noche lo harán en la Plaza de España de Sevilla dentro del Icónica Sevilla Fest.
Pero antes tuvo lugar un acontecimiento histórico en Mérida. Deep Purple al completo inauguraron ayer al mediodía una placa de honor en la Via Musicorum (El camino de la música), ubicada frente a la entrada principal del Teatro Romano de Mérida, horas antes de su actuación. Ian Gillan, Roger Glover, Ian Paice, Don Airey y el nuevo guitarrista Simon McBride asistieron a un acto que inmortalizó el reconocimiento de la ciudad a una banda histórica con más de medio siglo de trayectoria. Los cinco músicos destaparon la placa de homenaje. Ian Gillan, en representación de la banda, agradeció esta distinción.
Ya por la noche el Teatro Romano de Mérida acogió una buena entrada para presenciar una actuación especial tanto por la magnitud de la banda como por la impresionante ubicación del concierto. Un show que también tenía otro componente destacable, puesto que se trataba del primer concierto de Deep Purple en España con su nuevo guitarrista, Simon McBride, quien hace una semana fue confirmado como miembro permanente. En julio Steve Morse anunció que dejaba el grupo después de más de un cuarto de siglo para dedicarse al cuidado y apoyo de su mujer, Janine, enferma de cáncer.
Este año también está siendo especial para los ingleses, puesto que celebran el medio siglo de la publicación de su clásico disco Machine Head, y de sus legendarios conciertos en Japón que fueron la base del mítico directo Made In Japan. Y precisamente tres de los protagonistas de aquellos Purple que fraguaron su leyenda a comienzos de los setenta pisaron ayer el escenario del Teatro Romano de Mérida: Ian Gillan (voz), Ian Paice (batería) y Roger Glover (bajo). Completan la formación el teclista Don Airey, que ya lleva la friolera de 20 años en Deep Purple y el nuevo guitarrista, Simon McBride.
Comenzaron sobre las diez y cuarto de la noche con dos de sus grandes bazas: Highway Star y Pictures Of Home dentro de un marco difícilmente comparable. Y además no solo por la solemnidad del milenario teatro, sino también por el impresionante sonido y el extraordinario juego de luces. Acto seguido enlazaron con dos canciones de Whoosh!; No Need To Shout y Nothing At All.
“Esta se la dedicamos a nuestro querido Jon Lord”, anunció Ian Gillan en la presentación de Uncommon Man, del Now What?!, que arrancó Simon con un solo de guitara. Gillan señaló las buenas vibraciones que le estaban llegando en un lugar tan especial. Con Lazy se produjo un cambio de tendencia. Arrancó el tema con un solo de teclados de Don Airey y pronto se sumó Ian Gillan tocando la armónica en una de las grandes canciones de la banda.
Los tonos azules se apoderaron de la escena en uno de los momentos más emotivos con When a Blind Man Cries. Ian Gillan demostró que mantiene el color de su voz, aunque lógicamente siendo consciente de sus limitaciones. A sus 77 años lejos quedan sus tonos imposibles de antaño. Ahora sabe aclimatarse a otros territorios sin necesidad de entrar en zonas de riesgo.
Llamativa fue la presencia de un Simon McBride, quien para nada parecía desubicado a pesar del poco tiempo que lleva en la banda, y quien dejó constancia de sus capacidades. Lo que quedó claro es que su objetivo no es calzarse las botas ni de Ritchie Blackmore ni de Steve Morse. Sigue su camino con un estilo notablemente heavy.
Gillan introdujo Anya como un tema misterioso y con reminiscencias húngaras. Sin duda uno de los grandes momentos de la noche gracias a una extraordinaria canción que pertenece a The Battle Rages On… (1993), el último disco de Deep Purple con la firma de Ritchie Blackmore. Don Airey se llevó los focos con un gran solo que tuvo guiños a la audiencia y que dejó constancia de su clase.
El solo de Airey desembocó en otro de los momentos más esperados de la noche: Perfect Strangers, el tema título de su disco de reunión en 1984, y que ayer dejó una huella profunda entre la audiencia. La negrura se apoderaba de las partes más duras, para dar paso de inmediato a una potente luz sobre el escenario.
El fin de fiesta llegó con Space Truckin’ y la más esperada, Smoke On The Water, que levantó de sus asientos a buena parte de la audiencia. Sin duda fue la canción más coreada de largo. Ni más ni menos que dos de los temas que alumbraron Made In Japan seguidos habían servido para cerrar el bloque central de la actuación.
Todavía quedaban los bises que arrancaron en un escenario con efectos acuosos en las luces al ritmo de Hush, una canción de Joe South que Deep Purple adaptaron en su primer disco de 1968. En Hush insertaron una extensa parte instrumental coronada por un mano a mano entre Ian Paice y Roger Glover. Todo un lujo de sección rítmica que lleva décadas marcando los latidos de la banda. Paice ha sido el único batería del grupo desde 1968 y eso lo dice todo. Y Roger Glover, por su parte, ha sido uno de los grandes músicos imprescindibles en el legado de Deep Purple. El fin de semejante acontecimiento llegó por todo lo alto con un Black Night que disparó la motivación de los más entusiastas y que sirvió de despedida de un concierto que muchos no podrán olvidar.
Deep Purple estableció un nuevo hito en la milenaria historia del Teatro Romano de Mérida y evidenció que su talento es inalterable, y que su energía para nada parece estar en números rojos. Y al igual que el teatro ha perdurado a través de los siglos, la música de Deep Purple también está destinada a hacerlo.
DEEP PURPLE SETLIST – TEATRO ROMANO DE MÉRIDA
Highway Star
Pictures Of Home
No Need To Shout
Nothing At All
Uncommon Man
Lazy
When A Blind Man Cries
Anya
Solo de teclado
Perfect Strangers
Space Truckin’
Smoke On The Water
Hush
Black Night
