ENFORCER
WOLF
DYNAMITE
Sala Sonora, Axpe, Erandio (Bizkaia)
5 de octubre de 2015
Heavy metal ‘made in Sweden’
Con apenas nueve millones y medio de habitantes Suecia se puede considerar una súper potencia en cuanto a hard rock y metal se refiere. Junto con Alemania, el país escandinavo impulsa el género en la Europa continental y, lo más importante, garantiza el relevo generacional. En los últimos años emergen bandas jóvenes que se suman al revival de distintas épocas cruciales en la historia del rock y el metal. Muchos grupos incluso calcan las estéticas pretéritas y parecen transportados en el tiempo desde los años setenta u ochenta.
Bajo el epígrafe de ‘From Beyond World Tour – European Leg 2015’, una triada de bandas suecas está recorriendo el viejo continente y lo hará durante todo el mes de octubre. Enforcer, Wolf y Dynamite hacían escala en la vizcaína sala Sonora en Axpe (Erandio) en plena tarde-noche de lunes. A pesar de lo cuesta arriba que se hacen los comienzos de semana en el inicio de octubre, un centenar de metalheads respondieron a una cita que hubiera tenido bastante más color en fin de semana.
Desde Växjö, una ciudad situada al sur de Suecia, llegaban Dynamite, un potente cuarteto que practica un hard rock crudo, cuyas raíces parten de la herencia de AC/DC y que beben también de las ramificaciones de otras bandas de esa misma estirpe. Disponen de dos lanzamientos en el mercado. El último salió el año pasado, Blackout Station, y fue precisamente su tema homónimo con el que arrancaron en Erandio.
En la primera parte de su actuación repasaron precisamente su último disco con canciones como Damn You Woman o It’s A Long Way Home. El guitarrista y vocalista Mattis asumía un liderazgo claro, aunque contaba con el apoyo de la banda en los coros. Lock N’ Load desempolvó su disco debut del mismo nombre, para volver al nuevo con Wild And Untame.
Redujeron la potencia con Street Fighting Blues en la que mostraron una vertiente más bluesera de su sonido para recuperar la fuerza con Stone Heart Rebel y las finales Burn It Down y Gone Wild. Musicalmente se mostraron solventes y evidenciaron buenas maneras en escena. Es verdad que se afilian a un sonido devoto de AC/DC que está demasiado saturado en los últimos tiempos. Estaría bien que buscaran un filo que les diferenciara de la cantidad de bandas que orbitan en esa misma tendencia.
Wolf provienen de Orebro y se pueden considerar veteranos a pesar de su juventud. Llevan activos la friolera de 20 años aunque el único que se ha mantenido al pie del cañón estas dos décadas es el guitarrista y vocalista Niklas ‘Viper’ Stålvind. Los demás miembros del cuarteto llevan entre cuatro y ocho años en el seno de la banda.
Había expectación por ver a los suecos y la verdad es que no defraudaron. Si hay un libro con todos los arcanos del heavy metal, Wolf se lo han aprendido con fervor. Desde la estética, hasta los movimientos en escena y, por supuesto, su música irradia metal por los cuatro costados.
Aunque su fundación data de 1995 no fue hasta 1999 cuando debutaron con su disco homónimo y hasta 2002 cuando comenzaron a despuntar con su segundo elepé, Black Wings. Para entonces ya se había pasado el tren que les hubiera aupado en la gloria del heavy y power europeo de finales de los noventa. De haberlo conseguido, sus niveles de popularidad podrían haber crecido de forma exponencial. Sin embargo, no se desanimaron y siguieron trazando una carrera que ha cosechado un total de siete lanzamientos. El séptimo, Devil Seed, es el que presentaron en la sala Sonora.
Tras la intro arrancaron con Shark Attack calcando la misma entrada que la de su último trabajo. Hicieron un salto en el tiempo hasta 2006 con The Bite, de The Black Flame, para volver a la actualidad con My Demon.
Con Voodoo recuperaron Ravenous, un de sus discos más laureados, y pidieron la colaboración de los fans con los coros. Niklas recordó los comienzos de la banda en 1995 autocalificándose de pioneros para presentar Night Stalker, cuyas cabalgatas recordaron a los Iron Maiden de los comienzos.
Los fans de Wolf pudieron corear sus temas más hímnicos, como Hail Caesar o Steelwinged Savage Reaper. Comenzaron la recta final con Skull Crusher y Genocide, en las que no faltaron sus habituales melodías dobladas de guitarra. En Venom el bajista Anders ‘Tornado’ Modd se bajó a tocar entre los aficionados, dispuesto a aparecer en todos los selfies y derrochando simpatía. Wolf completaron su buena actuación con Speed On, uno de sus mayores clásicos, que ya habían pedido los fans de las primeras filas. Se despidieron dejando un buen recuerdo y exhibiendo su auténtica identidad heavy metal.
Enforcer son originarios de Arvika y se han convertido paso a paso en uno de los grupos jóvenes punteros en la escena metálica europea. Este año han editado su cuarto disco, From Beyond, con el que siguen ahondando en un heavy speed con una estética ochentera y la particular voz de Olof Wikstrand, también guitarrista. Solo hacía once meses de su anterior visita a Bilbao, en aquella ocasión abriendo para dos grandes nombres de la escena: Prong y Overkill.
Si bien el sonido de Wolf no había sido el ideal, el de Enforcer todavía fue peor por demasiado excesivo y embarullado. Los suecos proponen su directo como un verdadero ciclón que comanda el carismático Wikstrand bien pertrechado por una banda entregada. Apostaron de entrada por su flamante lanzamiento con Destroyer y Undying Evil para recuperar su anterior trabajo con Memerized By Fire.
Los nórdicos se muestran especialmente acelerados tanto musical como visualmente en una actuación que fue corta pero ciertamente intensa. Con Live For The Night rescataron el disco Diamonds para acto seguido volver a su reciente From Beyond, interpretando el pegadizo y coreable tema título.
Llegaron hasta insertar un pequeño solo de batería en un concierto en el que habían conseguido la complicidad de las primeras filas con unos seguidores entusiastas que no dejaban de agitarse. En el núcleo central de su show destacaron temas como Scream Of The Savage y Below The Slumber mientras que la recta final comenzó con la pegadiza Take Me Out Of This Nightmare y culminó con la esperada Midnight Vice.
La actuación de Enforcer fue corta, parecida en duración a la de Wolf, a quienes prácticamente se les podría considerar como co-cabezas de cartel. Sin duda una curiosa noche de lunes con el protagonismo de un heavy metal ‘hecho en Suecia’, un país que sigue exportando bandas de calidad y que se mantiene como punta de lanza en la Europa continental.
