Gotthard y Pretty Maids, melodías que llegan del centro y del norte de Europa

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GOTTHARD
PRETTY MAIDS
Sala Santana 27, Bilbao
24 de febrero de 2017

Cuando se habla de hard rock y heavy metal en Europa parece inevitable focalizar la atención tanto en Reino Unido como en Alemania. Sin embargo hay excepciones notables que trascienden más allá de esas fronteras. La prueba irrefutable la pudieron comprobar los seguidores de Bilbao que se reunieron anoche en la sala Santana 27 para presenciar el concierto de los suizos Gotthard y los daneses Pretty Maids.

Dos claros exponentes de hard rock y heavy melódico pero con estilos y trayectorias muy dispares. Gotthard germinaron en los años noventa, siempre apostaron por el hard rock clásico y consiguieron sus mayores cotas de popularidad en la primera década del siglo. El caso de Pretty Maids es radicalmente diferente. Sus orígenes datan de comienzos de los ochenta, una década en la que se consolidaron como todo un referente del heavy metal continental. Con los años han ido edulcorando su sonido y, aunque su fama ha seguido una trayectoria ondulante, han logrado sobrevivir sobreponiéndose a etapas difíciles.

Gotthard encabeza esta gira con un doble cometido: la celebración de su vigésimo quinto aniversario y la presentación de su nuevo disco de estudio, Silver, el tercero ya con su actual vocalista; Nic Maeder, quien asumió el difícil reto de suceder a Steve Lee, fallecido en un trágico accidente en Nevada en octubre de 2010. La banda de Lugano llegó anoche a una sala Santana 27 que presentaba una buena entrada y donde ya habían tocado unas cuantas veces. Bilbao es una ciudad en la que han conseguido una importante legión de seguidores a lo largo de los años.

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PRETTY MAIDS

A modo de teloneros, o invitados especiales por hacer valer su mayor trayectoria, llegaban unos Pretty Maids que también tienen un nuevo disco en el mercado; Kingmaker. Con un escenario muy sobrio en el que apenas destacaba la tarima de la batería con numerosas calaveras dibujadas, salieron los nórdicos al ritmo de Mother Of All Lies. Como no podía ser de otra manera, resaltaron su última obra enlazando Kingmaker con Face The World evidenciando que Pretty Maids mantienen un nivel sobresaliente con cada disco de estudio que editan.

Los de Horsens contaban con la ventaja de un público entusiasta que les aupó en volandas frente a varios inconvenientes: un sonido y unas luces demasiado pobres que no hacían justicia a la historia de la banda. Tras un pequeño amago con The Wall de Pink Floyd, llegó el primer clásico de los ochenta; Rodeo, con la consiguiente ovación de un público que valoró mucho más el material antiguo de los daneses. A los fans más avezados no les extrañó comprobar los problemas de un Ronnie Atkins cuya voz se quiebra en exceso en directo, lejos de los colores que transmite en estudio. Sin embargo, se erigió en el verdadero protagonista de la banda ejerciendo de frontman clásico e incitando a su sempiterno compañero, el guitarrista Ken Hammer, mucho más estático en una esquina del escenario. Cuando una banda mantiene incólume la pareja vocalista/guitarrista la esencia siempre perdura, como demuestran cada día Atkins y Hammer.

Los daneses reivindicaron la vigencia de Pandemonium (2010) con dos joyas melódicas; I.N.V.U. y Little Drops Of Heaven, entre las que enlazaron el tema nuevo, Bull’s Eye. En la formación nórdica destacaba el empuje del bajista Rene Shades, la simpatía del batería Allan Tschicaja y la incorporación del nuevo fichaje; el teclista y guitarrista sueco Chris Laney.

En la recta final marcaron un antes y un después con la intro Fortuna Imperatrix Mundi, que daba paso a Back To Back y a la fase más heavy del concierto, que ratificaron con un contundente Red, Hot And Heavy. Pretty Maids cerraron su actuación de una hora con dos de sus temas más emblemáticos; Love Games y Future World. Acertaron plenamente con la elección de un repertorio que fusionaba pasado y presente y que combinaba la potencia y la melodía por la que siempre han sido reconocidos. Sin embargo, no consiguieron ofrecer su mejor versión en un concierto en el que se vieron lastrados por el sonido.

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GOTTHARD

A pesar de la prolija carrera con la que se asentaron como uno de los nuevos valores en alza en los años noventa, la fama de Gotthard no despuntó en España hasta mucho tiempo después. Fue con el disco Lipservice en 2005 cuando consiguieron derribar numerosas barreras y apoderarse de un plumazo del cetro que no habían logrado obtener con sus seis trabajos anteriores. A partir de entonces la popularidad de la banda fue en ascenso constante hasta que el vocalista Steve Lee perdió la vida en una carambola fatal que se produjo cuando realizaba la Ruta 66 en compañía de amigos.

El fichaje de Nic Maeder consiguió que la banda pudiera seguir adelante compaginando discos de estudio con sus constantes compromisos de directo. Sin embargo, la esencia que transmitía Steve Lee se perdió para siempre en aquella infausta carretera de Nevada.

Gotthard acudían a Bilbao con una baja notable que había sido anunciada unos cuantos días antes. El batería Hena Habegger ha tenido que abandonar la gira por problemas de salud. Su lugar lo ha ocupado Dani Löble, actual componente de Helloween, quien se tuvo que aprender el repertorio de los suizos en tiempo récord.

En Bilbao, una ciudad que se ha convertido en un fortín para los de Lugano, abrieron con Silver River y Electrified, ambas piezas pertenecientes a Silver, la nueva obra. Desde los primeros compases del show se pudo percibir que el sonido con el que contaron Gotthard era potente y cristalino, notablemente mejor que el de sus colegas Pretty Maids. Disponían también de un enorme telón de fondo en un escenario diáfano en el que destacaban las letras de la palabra Silver.

Los centroeuropeos apostaron por Hush, la versión de Joe South que también popularizó Deep Purple a finales de los años sesenta, para recuperar a continuación su última obra con uno de sus mejores temas; Stay With Me. El guitarrista Leo Leoni tiró de galones en la presentación de Mountain Mama, el clásico del Dial Hard en el que reflejaron numerosas influencias de Whitesnake.

Maeder, quien reconoció que su voz no atravesaba por un buen momento, se reivindicó nuevamente como un gran cantante. En numerosas ocasiones se refugiaba en la guitarra acústica evidenciando que dista mucho de la clásica estampa de frontman, como la que había ofrecido Ronnie Atkins y, sobre todo, como la que transmitía su antecesor en el puesto; el recordado Steve Lee.

Y fue precisamente con una intro acústica como iniciaron Remember, It’s Me, una de las mejores canciones de Firebirth. Tras Feel What I Feel, Marc Lynn y Dani Löble realizaron un pequeño juego de bajo/batería en la que sería la primera de unas cuantas interrupciones a base de solos y charlas. Los seguidores más clásicos agradecieron Sister Moon, antes de que volvieran su mirada a Bang! con What You Get.

En ese momento los suizos ofrecieron un set acústico de cuatro canciones: One Life, One Soul, Let It Be, Angel y Heaven con el que rompieron de forma notable el buen ritmo que habían ofrecido en la primera parte del concierto. Se excedieron a todas luces dejando a buena parte de los seguidores con una sensación un tanto fría. Además, volvieron a enchufarse con uno de los temas más melódicos de su última obra; Miss Me, en el que Maeder solicitó la presencia de una chica sobre el escenario. No dudó en ponerse a bailar agarrado con la voluntaria en una fase del show un tanto surrealista.

Alternaron pequeños solos de guitarra con canciones como Firedance o Top Of The World con las que no consiguieron recuperar el ritmo que había alterado el set acústico. Tuvieron que tirar de uno de sus temas más clásicos, Lift U Up, para poder reactivar la tensión entre el público. La popular canción quedó rematada con un intenso solo de batería de Dani Löble, a quien esta gira le sirve para entrenarse de cara a la crucial misión que llevará a cabo con Helloween,  a quienes se les ha unido Kai Hansen y Michael Kikse para realizar la gira mundial ‘Pumpkins United’.

La condición de la voz de Maeder fue la razón por la que solo interpretaron un bis en Bilbao. Como no podía ser de otra manera completaron su actuación con una insustituible Anytime Anywhere. Si bien Maeder y la banda consiguieron aprobar de forma holgada, es más que cierto que en la Ruta 66 no solo se perdió la vida de Steve Lee, también una parte fundamental de la esencia y el alma de Gotthard.

Lejos de sus mejores conciertos tanto Pretty Maids como Gotthard alternaron su visión de cómo entender el hard rock y el heavy melódico con perspectivas muy distintas pero con un objetivo común. Buena parte de los asistentes salieron moderadamente satisfechos tras presenciar a dos bandas que demuestran que se puede llegar muy lejos independientemente del país de procedencia.

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PRETTY MAIDS SETLIST

Mother Of All Lies
Kingmaker
Face The World
Rodeo
I.N.V.U.
Bull’s Eye
Little Drops Of Heaven
Fortuna Imperatrix Mundi – Back To Back
Red, Hot And Heavy
Love Games
Future World

GOTTHARD SETLIST

Silver River
Electrified
Hush
Stay With Me
Mountain Mama
Remember It’s Me
Feel What I Feel
Sister Moon
What You Get
One Life, One Soul (Acústico)
Let It Be (Acústico)
Angel (Acústico)
Heaven (Acústico)
Miss Me
Firedance
Top Of The World
Lift U Up
Solo de batería

 Anytime Anywhere

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