INSOMNIUM
THE BLACK DAHLIA MURDER
STAM1NA
Sala Santana 27, Bilbao
15 de noviembre de 2019
El death metal melódico y melancólico de los finlandeses Insomnium fue ayer la banda sonora ideal para una gélida noche otoñal en Bilbao. Un ambiente idóneo para unos músicos nórdicos que se encontraban como en casa, pero que sin embargo también fue un hándicap de cara a la afluencia de público. Bizkaia está viviendo uno de los noviembres más lluviosos desde que hay registros, y ayer no fue una excepción.
Insomnium no viajan solos en esta gira europea ‘Heart Like A Grave’. Los acompañan los americanos The Black Dahlia Murder y los también finlandeses Stam1na completando una terna que ayer desembarcó en la sala Santana 27 de la capital vizcaína.
Los primeros en salir al escenario fueron Stam1na, una peculiar formación que denomina su estilo como metal/punk. Disponen ya de ocho discos en el mercado, tal como explicó el vocalista/guitarrista Antti Hyyrynen. “Somos muy viejos”, bromeó.
Con una propuesta musical anárquica, Stam1na no dejó al público indiferente con unos temas cantados en finlandés y con una música en la que predominaban ritmos potentes cercanos al thrash. Prácticamente toda la banda colaboraba en los coros al tiempo que realizaban un headbanging acompasado que contagió y divirtió a parte de la audiencia.
Oriundos de Detroit (Míchigan, Estados Unidos), The Black Dahlia Murder es uno de los nombres más asentados en el death metal melódico en Norteamérica. Al igual que Insomnium disponen de un amplio catálogo. Arrancaron con el siglo y cuentan ya con ocho discos en su haber. El último, Nightbringers, editado en 2017.
Anoche dispusieron de alrededor de 50 minutos en los que expusieron su habitual propuesta que aúna el death metal con una tendencia cercana al hardcore. Ritmos machacones y la peculiar voz de Trevor Strnad dominaron un concierto que se sucedió a toda velocidad. “Reconozco algunas caras de cuando vinimos con Cannibal Corpse”, espetó el cantante en alusión a su anterior visita a esta misma sala el año pasado.
Repasaron con ímpetu su último disco, Nightbringers, y tuvieron tiempo de rebuscar en su discografía. Cerraron su concurso con Everything Went Black y Deathmast Divine, ambos temas pertenecientes a uno de los discos que más ponderan: Nocturnal.
Insomnium
Desde Joensuu, una ciudad emplazada en el oriente de Finlanda y perteneciente a Karelia del Norte, llegaban Insomnium, uno de los nombres más consolidados de Europa dentro del death metal melódico. Y venían hasta Bilbao avalados por una extensa trayectoria que el mes pasado han jalonado con su octavo disco de estudio, Heart Like A Grave (2019).
Los compromisos profesionales del guitarrista Ville Friman, profesor de Biología Evolutiva en la Universidad de York, obligaron a Insomnium a contratar a un tercer guitarrista. Un viejo amigo que ya había colaborado con ellos en directo y que no es ni más ni menos que Jani Liimatainen, uno de los grandes impulsores de Sonata Arctica en sus primeros años además de componente de bandas como Altaria, Cain’s Offering, The Dark Element… Un refuerzo de mucho peso para una banda que está demostrando el potencial al que apuntaban hace años.
La cohesión de los cuatro componentes quedó patente desde la inicial Valediction. Un arranque de concierto dedicado a su nuevo disco en una tendencia que cambió con la interpretación de Into The Woods. “De este tema hicimos un vídeo hace años”, detalló el bajista y vocalista Niilo Sevänen en la presentación de Through The Shadows.
El death metal melódico, melancólico y profundo, emergió nuevamente en la extensa Pale Morning Star. El trabajo de guitarras estaba perfectamente repartido entre un Markus Vanhala, que ejecutaba los solos y que no paró de desplegar todo un catálogo de poses en su interpretación apuntalando la actitud de directo de la banda, y un Jani Liimatainen que, por su parte, se encargaba constantemente de facturar las clásicas melodías que arropan el sonido de Insomnium.
“Un viejo clásico”, introdujo Sevänen en la presentación de Change Of Heart. En And Bells They Toll destacaron las voces limpias de Jani Liimataienen y en Mute Is My Sorrow las melodías dobladas de guitarra. Los numerosos cambios de ritmo, las diferentes atmósferas y un continuo headbanging acompasado definieron también la actuación de los finlandeses.
El público se animó en la más directa Ephemeral, que contrastó claramente con In The Groves Of Death, una extensa pieza que destacó por un interludio en mitad de la canción. Se retiraron del escenario para volver con unos bises que conectaron con los fans. Recibieron muy bien The Primeval Dark, que enlazaron con While We Sleep, ambas del Shadows Of The Dying Sun, impulsadas por el apoyo de los fans.
De buenas a primeras los dos guitarristas salieron con sombreros de cowboy, se sentaron con sendas acústicas al filo del escenario para buscar la cercanía de los fans e interpretaron unas piezas instrumentales. Ya solo quedaba una canción. Demostraron que no tienen miedo a los riegos al cerrar con el tema que da título a su último disco, Heart Like A Grave, completando una actuación de alrededor de una hora y veinte minutos en la que generaron el abanico de sensaciones que provoca su música.
INSOMNIUM
THE BLACK DAHLIA MURDER
STAM1NA
