JORDAN RUDESS
-From Bach to Rock-
Victoria Eugenia Antzokia, San Sebastián
15 de abril de 2018
Anoche culminó la gira ‘From Bach To Rock’ que ha embarcado al pianista y teclista de Dream Theater, Jordan Rudess, en un viaje a través de varios países europeos. Y lo hizo en un emplazamiento singular; el Victoria Eugenia Antzokia de San Sebastián, un impresionante teatro ubicado en el corazón de la ciudad y testigo de su vida cultural desde que fue inaugurado en 1912.
Curiosamente Rudess era el tercer miembro de Dream Theater que actuaba en Euskadi en lo que va de mes. Sus compañeros John Petrucci (guitarra) y Mike Mangini (batería) habían tocado unos días antes en el Palacio Euskalduna de Bilbao dentro de la gira G3 de Joe Satriani.
Quienes asistieron anoche al Teatro Victoria Eugenia presenciaron una interesante retrospectiva de la vida musical de Jordan Rudess, todo un virtuoso que a lo largo de su trayectoria ha vinculado sus conocimientos de música clásica con su pasión por el rock progresivo generando el estilo personal por el que es reconocido a escala mundial. Durante algo más de dos horas, partidas por un receso de quince minutos, Rudess trazó un recorrido por toda su vida musical enriquecido por sus constantes comentarios e interesantes anécdotas.
Con un escenario sobrio en el que sobresalía un imponente piano de cola, el músico americano comenzó su aventura con State Of Grace de Liquid Tension Experiment, la súper banda instrumental que compartió con John Petrucci, Mike Portnoy y Tony Levin a finales de los noventa, y que a la postre se convirtió en la puerta que abrió su camino hacia Dream Theater.
La trayectoria de Rudess empezó de niño con su ingreso en el prestigioso conservatorio neoyorquino Juilliard School Of Music, que el pianista ilustró con una pieza de Johann Sebastian Bach. Ya desde niño destacaba por su capacidad de improvisar, una cualidad que chocaba con la férrea disciplina que requieren los métodos de estudio de piano clásico. Fue llamativa la anécdota que narró sobre su elección cuando tenía 14 años para interpretar un anuncio televisivo de tiritas, que se filmó con todo el boato en el Plaza Grand Ballroom de Nueva York.
La vida de Rudess viró de forma diametral cuando descubrió el rock progresivo, que alcanzó gran popularidad en los años setenta. El sonido de los sintetizadores cambiaría para siempre la concepción del joven teclista americano. Pink Floyd, Yes, Genesis, Gentle Giant o ELP, de quienes destacó su disco Tarkus, fueron algunas de las grandes influencias que marcarían de por vida su estilo musical. Rudess recordó esa etapa con varias piezas entre las que destacó su interpretación cantada de I Talk To The Wind de King Crimson, rematada por The Court Of The Crimson King.
Ya bien entrada la adolescencia Jordan se tuvo que enfrentar a una profesora especialmente estricta, que le hizo replantearse su futuro y abandonar su ya prometedora carrera como pianista convencional. En honor a ella interpretó anoche una impresionante pieza de Chopin, que se llevó una gran ovación por parte de los espectadores.
En la segunda parte del show el teclista narró sus primeros proyectos y trabajos. Estuvo tocando en bares y restaurantes de la zona de Woodstock. En una ocasión vio que Bob Dylan estaba en el local y comenzó a interpretar una pieza del famoso autor americano, quien reaccionó cubriéndose la cara con un sombrero y una bufanda. Rudess llegó a colaborar con una empresa informática de la que acabó saliendo por la insistencia de su mujer para que emprendiera nuevas aventuras.
Sorprendió cómo logró un empleo para la empresa de instrumentos Korg. Tuvo que venderles al presidente y al vicepresidente de la compañía las bondades de su teclado Roland, una de las principales marcas de la competencia. Gracias a Korg amplió su cartera de contactos y sus posibilidades de ensanchar horizontes. Fue en ese momento cuando tocó la popular Imagine de John Lennon, que enlazó con la reconocible Summertime.
Rudess recordó su relación con el famoso Jan Hammer y destacó que rechazó la primera oferta de Dream Theater porque había sido padre hacía seis meses y no podía embarcarse en giras interminables. En su lugar se enroló en las filas de Dixie Dregs a mediados de los noventa, donde entabló muchos lazos musicales con el batería Rob Morgenstein, que fructificarían en un proyecto.
Jordan Rudess reincidió anoche en Liquid Tension Experiment antes de embarcarse en un medley instrumental de Dream Theater, la banda con la que alcanzó la fama en todo el mundo, que coronó con una interpretación cantada de Beneath The Surface.
Sorprendió la anécdota en la que recordó cuando el productor y músico Tony Visconti le llamó para colaborar con David Bowie. “¿Qué creéis que le contesté?”, preguntó Rudess, quien recordó ver a Bowie en el estudio cantando la emblemática estrofa que comenzaba con “Grand control to Major Tom…’. Se trataba del clásico Space Oddity que Jordan interpretó anoche en San Sebastián.
Rudess también explicó su faceta empresarial con su compañía Wizdom Music con la que desarrolla aplicaciones musicales. Y sus fans lo pudieron comprobar in situ cuando se levantó del piano y se fue hasta un atril donde había un iPad que utilizó a modo de instrumento sacando sonidos de guitarra y teclado de blues y rock.
En la recta final rescató un tema que compuso tras el terremoto y tsunami de Japón de 2011; For Japan. Enlazó la composición Interstices con parte de The Dance Of Eternity de Dream Theater para cerrar su actuación con una extraordinaria improvisación. Tuvo que volver al escenario para realizar un bis ante la insistencia de los aficionados.
En total dos horas de concierto que se pasaron muy rápidas y en las que destacó no solo el virtuosismo y el amplio abanico estilístico de Jordan Rudess, sino también la interesante narración de su trayectoria musical.
Jordan Rudess: “El perfecto fin a mi gira europea de piano; el bonito Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, España. Gracias a todos los habéis podido asistir. En honor al final de la gira aquí tenéis una de mis canciones favoritas de Dream Theater”.
