Junto con Uriah Heep, los escoceses Nazareth eran el mayor atractivo para los seguidores veteranos del hard rock en la undécima edición de Leyendas Del Rock. Salieron a escena en una posición privilegiada; a las 20.30 horas cuando el sol ya enfilaba el camino de poniente.
Al igual que sucedió en la actuación de la banda de Mick Box, muchos seguidores jóvenes despoblaron las primeras filas dejando en una posición muy ventajosa a los aficionados de Nazareth, que pudieron disfrutar del concierto con comodidad.
En la formación actual de los escoceses solo permanece un miembro original; el bajista Pete Agnew, que lleva sosteniendo el legado del grupo desde 1968. El propio hijo de Pete, Lee Agnew, ejerce de batería mientras el peso de las guitarras recae en Jimmy Murrison. La mayor novedad de Nazareth radica en el puesto de vocalista. Desde el año pasado el cantante es Carl Sentance, un viejo conocido para los seguidores del heavy rock tras su paso por Persian Risk, Krokus, etc.
En Villena tenían muy claro que debían volcarse en el material de los setenta, la década en la que vivieron sus mejores años editando discos fundamentales en la historia del hard rock británico. Miss Misery, Razamanaz o This Flight Tonight, la conocida versión de Joni Mitchell, destacaron en la primera parte del show de los escoceses. Carl Sentance comenzó a brillar desde las primeras estribaciones del concierto gracias a sus poses clásicas y a una voz curtida y con feeling que llamó poderosamente la atención de los seguidores de Nazareth.
Dream On fue una concesión al material de los años ochenta para adentrarse en Hair Of The Dog, uno de los discos más recordados en Leyendas Del Rock, con canciones como Beggars Day o el propio tema título. El rock ‘n’ roll potente y con sentimiento de los escoceses estaba calando entre los seguidores y entre quienes se acercaron por curiosidad a ver a estas leyendas del rock.
Cada vez había más gente agolpada frente al otro escenario esperando la presencia de Helloween, como destacó el propio Sentance. Sin embargo, Nazareth continuó a lo suyo con Expect No Mercy y una emotiva Love Hurts. Cerraron su extraordinaria actuación con Morning Dew. Como único dato negativo se puede señalar que solo tocaron una hora cuando tenían asignados diez minutos más.
