Los israelíes Orphaned Land fueron los encargados de inaugurar la jornada del viernes en Leyendas Del Rock desde la atalaya que conformaba el escenario Azucena. A pesar de que su último lanzamiento, All Is One, data de 2013 es este año cuando están recreándose en los escenarios españoles. Primero telonearon a Blind Guardian en primavera, ahora recalan en Villena y en otoño ya tienen prevista una nueva gira unplugged.
Orphaned Land pasearon su aroma étnico y multicultural por tierras alicantinas en los cincuenta minutos que tuvieron asignados. Comenzaron con All Is One, precisamente el tema homónimo de su último elepé, siempre guiados por el místico Kobi Farhi, quien se afanó en aclarar que él no es la encarnación de Jesucristo. “Yo no soy virgen, tengo sexo muchas veces”, se jactó en tono jocoso.
Pero es más que cierto que Farhi parece sacado de la Galilea de hace 21 siglos con su túnica, los pies descalzos, la media melena y la barba. Alternaron canciones nuevas, como The Simple Man, con sus clásicos más representativos como Barakah.
En la recta final Kobi Farhi explicó que provienen de Israel, un lugar donde todos confrontan entre sí, y que el principal objetivo de Orphaned Land es unirlos a través del heavy metal. Sapari recuperó The Never Ending Way ORWarriOR y el vocalista pidió colaboración al público en los coros de In Thy Never Ending Way. El fin de su actuación llegó con la festiva Norra El Norra (Entering The Ark).
