El incremento de la popularidad de los alemanes Powerwolf en España ha sido exponencial en los últimos tiempos, especialmente desde que editaron Blessed & Possessed, su sexto disco, el año pasado. Por eso no extrañaba la aglomeración de seguidores que se apostaron frente al escenario Azucena nada más concluir el concierto de Ensiferum.
La banda de los hermanos Greywolf salió puntual y perfectamente pertrechada con sus ropajes y con las caras pintadas de blanco y negro. Algún neófito en su propuesta hasta podría pensar que se trataba de un grupo de black metal nórdico. Nada más lejos de la realidad. También destacaba el cuidado escenario en el que iban a impartir “la única misa de heavy metal de Europa”, como adelantó el vocalista Attila Dorn.
Abrieron con Blessed & Posessed, el tema título de su último trabajo, para rápidamente virar hasta el Preachers Of The Night, del que enlazaron Coleus Sanctus y Amen & Attack. Attila lucía su voz operística y su pose de cantante lírico mientras los hermanos Matthew y Charles Greywolf correteaban por el escenario. Atención especial merecía la puesta en escena de Falk Maria Schlegel, que contaba con dos teclados y que cada vez que podía se acercaba al filo de la escena para arengar a los fans.
Army Of The Night se destapó como una de las canciones más efectivas mientras Resurrection By Erection incidía en el clásico estilo de los germanos, a medio camino entre el heavy y el power metal. Los aficionados se unieron a Powerwolf coreando el que se ha convertido en todo un himno: Armata Strigoi. En Let There Be Night fue Attila Dorn quien aprovechó para lucirse.
En la recta final del concierto de Powerwolf encadenaron temas como Werewolves Of Armenia o Sanctified With Dynamite y culminaron con un Lupus Dei con un Attila completamente fuera de sí. “Hemos venido a luchar por el heavy metal”, ratificó el vocalista. Los alemanes volvieron a salir victoriosos con un elaborado espectáculo y con un estilo particular.
