SALVADOR DOMÍNGUEZ
Recuperemos La Ilusión
Warner / Santo Grial
Llama poderosamente la atención un título con un tono positivo en una sociedad que vive infectada por mensajes negativos día y noche. Recuperemos La Ilusión, toda una llamativa declaración de intenciones, marca la reanudación del camino de uno de los guitarristas con más historia del panorama español: Salvador Domínguez.
Su mástil ha recorrido todos los entresijos del rock y el blues, por nombrar solo algunos estilos, a lo largo de prácticamente cinco décadas en la música. Para los seguidores del rock duro siempre será el guitarrista de Banzai, aunque también logró gran repercusión con su carrera en solitario y con Tarzen, su banda más internacional.
Aferrado a su Strato 1970, Salvador recupera la ilusión de la mano de una nueva banda que completan Jesús Arispont (Def Con Dos, Pata Negra, Triana), al bajo, Kiki Tornado (Def Con Dos, Sex Museum, Los Coronas), batería, Jorge Fontecha (Marshall Monroe, Babel), voz, y Lucía Del Campo (Vargas Blues Band, Joey Gilmore), teclados.
En realidad, este disco es un EP de seis temas, donde como ellos mismos avanzan predomina el hard rock, muy bien tratado, y donde como no podía ser de otra manera las guitarras de Salvador vertebran unas buenas composiciones. El disco llama la atención por el nítido sonido, obra del propio guitarrista que se ha encargado de la producción y de Stuart Epps (Led Zeppelin, Twisted Sister, Tarzen…), que lo ha masterizado.
La potencia de las guitarras despunta desde el tema inicial y homónimo, un corte de hard rock clásico con un buen solo de Salvador incorporado. Un riff da paso a Rebeldes Sobre Ruedas, donde el hard y el rock ‘n’ roll se dan la mano, aderezado por coros y por la lírica que emana del asfalto.
El Dorado es una nueva lección instrumental dirigida por Salvador Domínguez, un auténtico temazo. Guiada por un meritorio riff muy heavy, Primera Línea De Fuego devuelve el hard más directo y clásico. Mientras Vivaldi In Cookham, como ya avanza el título, es una pieza instrumental basada en Antonio Vivaldi.
El disco se cierra con Cara A Cara (Entre La Espada Y La Cruz), el corte más hard & heavy y épico, y un cierre perfecto para lo que esperemos sea el anticipo de un disco completo lo antes posible. Siempre es una gran noticia recuperar a Salvador Domínguez y encima cargado de ilusión para combatir el pesimismo reinante.
