Sodom era el tercer representante del póquer del thrash metal alemán en hacer su aparición en Leyendas Del Rock. Los de Gelsenkirchen habían dispuesto de más pies de micro que posibles vocalistas, una estrategia para que su líder, Tom Angelripper, puediera moverse a placer y cantar en diferentes zonas del escenario.
Apostaron fuerte de entrada recordando el Agent Orange y haciendo una labor de arqueología musical al recuperar Outbreak Of Evil, de su primer y legendario EP In The Sign Of Evil. El trío alemán estaba sonando compacto y con una propuesta muy seria sostenida sobre el liderazgo de Angelripper, bien estructurada por la guitarra de Bernemann y propulsada por el batería Makka.
Viraron hacia uno de sus discos cruciales, Persecution Mania, con Nuclear Winter para a continuación descubrir Sacred Warpath, el corte homónimo del EP que editaron el año pasado. Volvieron a los ochenta con Sodomy And Lust y no se olvidaron del material de la década pasada al incluir en el set list City Of God, perteneciente al álbum Sodom de 2006.
Los problemas que habían mermado tanto a Destruction como a Tankard no se reprodujeron en el caso de Sodom, que se convirtieron en el primer representante del thrash germano en brillar en Villena, aunque todavía quedaba la banda con más nombre de las cuatro en salir a escena; Kreator.
Stigmatized sirvió para representar a su último disco de estudio, Epitome Of Torture, y Napalm In The Morning recordó a uno de los lanzamientos que marcó un punto de inflexión en la carrera de la banda; M-16, en 2001. Sodom cerraron por todo lo alto con uno de sus clásicos más explosivos; Ausgebombt.
