Arrancaba la cuarta jornada de Leyendas Del Rock en la que el thrash metal teutón sería uno de los grandes protagonistas. Solo faltó Destruction, que ya habían tocado el jueves, para completar el póquer de los cuatro grandes del thrash alemán. Tankard, Sodom y Kreator se batían en el día del cierre del festival alicantino.
Los elementos se aliaron contra los cerveceros Tankard, quienes no solo tuvieron que afrontar la difícil misión de actuar a las cuatro y veinte de la tarde siendo los primeros del sábado, sino que vieron cómo la lluvia deslucía su concurso. Cuando estaban interpretando The Morning After las primeras gotas cernían una amenaza que se materializó minutos después.
Salvo los más incondicionales que se apelotonaban frente al escenario, los demás seguidores buscaban cobijo en la enorme carpa en la que estaba la barra principal y el merchandise oficial. Tankard tienen tablas de sobra para no dejarse arredrar por unas gotas de lluvia, pero el sonido sí se vio comprometido y hasta tuvieron que realizar un parón.
El vocalista Gerre no permanecía quieto ni un segundo en su habitual y frenética puesta en escena mientras Andreas Gutjahr se aferraba a las seis cuerdas forjando riffs y solos. El bajista Frank Thorwarth, por su parte, buscaba constantemente el filo del escenario para incitar la respuesta de los fans.
Tankard es otra de las bandas que puede alternar sin problemas los clásicos de los ochenta con las canciones más actuales sin evidenciarse un salto de calidad. Así lo probaron con Zombie Attack enlazada con Rapid Fire (A Tyrant’s Elegy), una de las preferidas de Gerre, y con Metaltometal, del The Beauty And The Beer.
Con R.I.B. (Rest In Beer) tuvieron que sobreponerse a unos problemas técnicos, que remontaron con Chemical Invasion y Rules For Fools. Se despidieron al ritmo de A Girl Called Cerveza y (Empty) Tankard. Los de Frankfurt tampoco habían podido brillar con luz propia, al igual que le pasó a Destruction un par de días antes. Parecía que el thrash alemán estaba seriamente amenazado por un golpe de mala suerte. Horas después se pudo comprobar que no seguiría siendo así.
Olaf Zissel, batería de Tankard, en el hospital por un posible derrame
