CRÍTICA DEL LIBRO – TONY IOMMI – IRON MAN

TONY IOMMI – IRON MAN
My Journey Through Heaven and Hell with Black Sabbath
As Told To TJ LAMMERS
Editorial: Simon & Schuster

PEDRO ALONSO
Si hay una figura clave en el tránsito del rock al heavy metal ésa es la de Tony Iommi, el guitarrista que ha sostenido el legado de Black Sabbath durante más de 40 años. La amalgama de riffs nacidos de sus seis cuerdas ha conformado buena parte de la arquitectura del estilo. Es verdad que la mayoría de los focos se centraron en Ozzy Osbourne como el rock star número uno de las excentricidades, pero a buen seguro que nada hubiera sido posible sin la capacidad de liderazgo y gestión musical de Tony Iommi, el maestro creador.

“Iron Man” es el título de la autobiografía del músico de Birmingham, perfectamente hilvanada por la pluma del periodista TJ Lammers, cuyo estilo directo, nítido y cercano permite descubrir a un Iommi sincero y muy natural. El libro, sólo disponible en inglés, narra a lo largo de noventa capítulos cortos la trayectoria personal y musical de un icono eternamente ligado a Black Sabbath, la banda que él propulsó y que ha mantenido viva hasta la fecha.

A lo largo de las cerca de 400 páginas se puede descubrir entre líneas el carácter irónico, en ocasiones mordaz, de una leyenda cuyos pensamientos le hacen muy humano, con los mismos miedos y preocupaciones que los de cualquiera de los lectores. Ninguno de los pasos personales ni musicales ha quedado en el tintero del autor, que realizó la obra a base de numerosas entrevistas personales con Iommi.

El libro comienza con un capítulo crucial en la vida del músico británico. Apenas era un guitarrista adolescente, hijo único que vivía con sus padres mientras compaginaba bandas amateurs con trabajos temporales, cuando su suerte parecía que iba a cambiar. El grupo The Birds & The Bees con ciertas aspiraciones y giras en perspectiva llamó a su puerta y Tony no dudó en iniciar una apuesta clara por ser músico profesional. Era un viernes el día decidido para terminar con su trabajo como soldador en una empresa de la zona. Llegó a casa a comer y le comunicó a su madre que era su último día de trabajo y que no tenía pensado volver a la fábrica. Ella le respondió que un Iommi debía cumplir hasta el final y le obligó a volver por la tarde para despedirse en condiciones.

Iommi obedeció en una decisión que le marcaría para siempre. Esa tarde y debido a la ausencia de una compañera le cambiaron de puesto y en un descuido una guillotina le amputó las partes superiores de dos dedos de la mano derecha. Allí se dilapidó de inmediato el sueño de convertirse en guitarrista profesional. Sumido en una gran depresión, una visita de unos de los encargados de la factoría volvería a cambiarle la vida. Le regaló un disco de Django Reinhardt, un guitarrista belga de jazz que cimentó una gran trayectoria tocando con sólo dos dedos, lo que despertó el interés del músico de Birmingham.

Como es zurdo, Iommi decidió confeccionarse unas prótesis para alcanzar las cuerdas en lugar de reaprender a tocar invirtiendo la guitarra. Desde entonces y debido a esas vicisitudes tuvo que cambiar un sonido que modelaría en bandas como The Rest, Mythology y posteriormente en los orígenes de Black Sabbath: The Polka Tulk Blues Band, Earth Blues Band y Earth. Hay quien incluso ha señalado que aquel accidente fue clave en el nacimiento del heavy metal. Tony Iommi asegura que es una afirmación más que dudosa y exagerada.

Los seguidores de Black Sabbath encontrarán especialmente interesante Iron Man por el perfil personal de Iommi, que nunca se ha reflejado con tanto detalle en las miles de historias publicadas sobre la banda. La infancia y adolescencia de Tony en medio de una familia trabajadora de ascendencia italiana dedicada a la regencia de tiendas de ultramarinos comprende algunos de los capítulos más entretenidos. Desde la delicada relación con su padre hasta el origen de su sempiterno bigote para tapar una cicatriz son algunos de los múltiples detalles que se narran.

Otro de los aspectos que casan a la perfección con el tono oscuro de Black Sabbath es la relación de Iommi con lo oculto. Asegura tener un poder sensorial que le permite ver cosas inexplicables. Cuenta varias apariciones de fantasmas, o cómo vio que unos ángeles se acercaban a rescatarle tras un gravísimo accidente de coche. Asimismo, asegura ser capaz de desdoblarse del cuerpo y conseguir viajar fuera de él.

Las bromas son un clásico en las giras de rock y Tony presume de haber sido uno de los más imaginativos a la hora de tramar trampas a sus compañeros de viaje, especialmente al batería Bill Ward. Aunque como reconoce el propio Iommi las tretas  a veces se convierten en tiros que salen por la culata, y el bromista se convierte en víctima.

En el plano personal en el libro no se pasan por alto los cuatro matrimonios que ha tenido ni la importancia de su hija por la que tuvo que luchar por la custodia. Mantuvo una relación con Lita Ford en los ochenta y achaca la ruptura a que él fichó al batería de Lita, Eric Singer, para Black Sabbath. Al parecer, ella no le perdonó.

En el plano musical, Iommi llegó a tocar en Jethro Tull, pero decidió abandonar la banda para completar una misión: fundar Black Sabbath. Asegura que entonces veían a Deep Purple como rivales mientras que Led Zeppelin eran sus amigos. De hecho, John Bonham fue el padrino de su primer matrimonio en 1973.

Las drogas, más o menos presentes a lo largo de toda su trayectoria, no le han apartado nunca del trabajo manteniendo una prolija carrera. Recuerda el despertar del fenómeno groupie para Black Sabbath. Ellos lo descubrieron en Los Ángeles en sus primeras visitas y más concretamente en el Hotel Hyatt de Sunset Boulevard (actualmente Andaz), conocido popularmente entonces como “Riot House”.

Los menos avezados en las aventuras de Black Sabbath disponen en “Iron Man” del mejor catálogo para repasar todos los discos y las numerosas formaciones de la banda de Birmingham, con especial hincapié en las lideradas por Ozzy Osbourne y Ronnie James Dio. Como curiosidad cabe destacar que probaron ni más ni menos que a Michael Bolton para ser cantante de la banda tras la marcha de Dio a comienzos de los ochenta.

La biografía fue completada poco antes del gran anuncio de la reunión de la formación original de Black Sabbath el pasado 11 de noviembre de 2011 con la idea de sacar un nuevo disco de estudio y girar por todo el mundo. Las alarmas saltaron en enero de 2012 cuando se anunció que Tony Iommi había sido diagnosticado con las primeras fases de un linfoma, enfermedad de la que actualmente está en tratamiento, como él mismo ha confirmado en un mensaje a finales de marzo. Iommi está comenzando a vivir un nuevo capítulo de una biografía que ojalá sea muy larga.

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